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Categoría: Confesiones

LA CARTA2

En ésta carta, Rina me pide un favor, sucede que una vecina y amiga de ella tiene problemas grandes, ella me relata que esta chica de 18 años es madre soltera, producto de una violación por parte del padrastro cuando ella apenas tenía 14 años tiempo que falleció su mamá. Ella estaba laborando para una maquila de ropa, que fué cerrada de la noche a la mañana y sin pagarles prestaciones. Cuando Rina se fué tenía pagados tres meses de renta de la casa y le dijo a esta chica que se pasara a vivir allí, e incluso le heredó todo lo que había en la casa, me sigue comentando Rina, que la chica lava y plancha ropa del vecindario para sostenerse ella y su pequeño hijo de 4 añitos de edad, y como ya va a vencerse el contrato de renta, más agua, luz, etc. Esta chica le había escrito, para ver si por su medio yo podía darle trabajo en la fábrica, pues me comenta Rina que ella me veía llegar cuando iba a dejarla, y que era la única persona que sabía lo nuestro antes de su partida.

Me llamó la atención el caso y no lo pensé dos veces en ayudarla, por la vivienda no había problema, cuando la fábrica era pequeña había una casita, donde vivía el guardián, era la entrada principal de camiones y parqueo de visitas, al mismo tiempo construyeron una calzada en esa calle y por la velocidad de los autos, dispusimos invertir esa entrada , quedando la casita y el parqueo independiente de la fabrica, y afortunadamente yo había remodelado
en un apartamento, pensando que serviría como albergue para cuando trabajadores de la planta departamental durmieran, para cuando estuvieran uno ó más días en la ciudad.

Ya entrada la tarde me fuí a visitarla, llegué como a seís y no había regresado sólo estaba una señora cuidando a su niño, un chico muy dulce y cariñoso que me terminó de ganarse mi cariño. Platiqué con Dunia, que era su nombre, y le dije lo de la carta, y al día siguiente mandé un camión para recoger sus cosas, y le expliqué que por el niño no había problema, teníamos una guardería en la fábrica para ayudad a mujeres con problemas como el de ella. En su carta Rina me contaba que en las noches ella cuidaba del chico, mientras Dunia estudiaba por la noche, y que ya había terminado su primer año de secretariado bilingue, lo que me agradó más. Le adelanté un mes de sueldo, pero para no hacerla sentir mal, le dije que en varios pagos le iban a ir descontando de su salario. Los sábados ella estudiaba en un colegio que yo pagaba, pero le mentí al decirle que le habían dado una beca, asistía los sábados de 8 a 17 horas, en ese lapso le cuidaba el niño la esposa del guardián, a quién yo le dije que le iba a aumentar el sueldo pues ella trabajaba en la guardería, y tenía un nene un año mayor, que frecuentemente jugaba con mis hijos gemelos de la misma edad, cuando yo los llevaba al fábrica, o bién los sábados me los llevaba a los cuatro, a juegos mecanicos, almorzar, comer un helado etc.

Pasó un año y Dunia terminó su segundo grado de la carrera, yo me sentía muy atraído hacia ella, morena clara, de pelo y ojos negros, era una chica muy hermosa, muy linda, de un hermosos cuerpo, piernas torneads preciosas, y busto casi llegando a grande, yo notanba que a ella no le era indiferente, más bien le gustaba, pero hasta allí nada más, el chico más apegado a mí y mis hijos lo adoraban. Ella trabajaba como operaria, pero su escolaridad, la hizo ascender y hacía trabajos de secretaría en recursos humanos ó bién elaborando planillas y otras faenas afines. Un día me llevé a su hijo, a la planta de escuintla, junto a los míos y el del guardián, y regresamos como a las cinco de la tarde, pasé dejando a mis chicos y fuí a dejar a los otros dos, como ella ese día salía tarde fuí a traerla, el chico estaba cansado y se durmió, al despedirme de ella por un instinto, la tomé de la mano, la acerqué a mí y tomandola de la cintura la bese suavemente, ella me correspondió el beso, fué un beso larguísimo, nuestras lenguas se entorcharon, había un dejo de ternura, dulzura y deseo, me separé de ella le besé la frente y le dije que descanse y me marché. A partir de ese día todos los sábados, nos besabamos igual, como novios, sin manoseos, con todo respeto, no me atrevía a más. Pasaron séis meses y fué su tarde de graduación ella estaba felíz, su propósito, estaba cumplido, abrazaba y besaba a su pequeño niño, yo conmovido apreciaba la escena, que mujer tan emprendedora, de tanto sacrificio, en sí toda una valiosíma mujer. Fuimos a cenar los tres pa ra celebrar, al llegar a casa el nene se había dormido en el auto, lo bajé cargado y cuando lo fuí a recostar, ella me dijo es este cuarto, entonces bromeando le dije: este caballero ya quiere privacidad a su 6 añitos, y ella me contestö, cuando le dije que si quería dormir sólo, le encantó la idea, y le pregunté que desde cuando dormía sólo, y bajando la cabeza y ruborizada me dijo, no puedo engañarlo, desde que nos dimos el primer beso, todo estaba claro deseaba que hicieramos el amor, la beso con pasión y me despido, media hora después me regreso a su casa y cuando abre la puerta ya se había duchado y estaba lista para descansar, tenía puesto un camison casi transparente, y encima una bata de una tela un poco mas gruesa, pero se traslucía su hermoso cuerpo, y le dije esta noche voy a dormir contigo, fuimos a la recamara y apagó la luz, para encender una lamaparita de luz suave, casi tenue, empezamos a besarnos, y poco a poco nos fuimos quedando sin ropa, ella solo con una pequeña tanga y yo en boxer, sus pechos morenos duros y con pezón grande, me imagino por haber amamantado a su niño, sus ojos negros me cubrían con su mirada llena de amor, su torso que hermoso, sus piernas duras hermosas y lisitas, sus nalgas pequeñas pero redondas paradas y firmes, posé mi boca en su vagina, larguita y gordita, de labios finos y clítoris mediano, le chupaba y lamia ella gemía y ronroneaba de placer, sentía sus jugos correr por mi barbilla, la sentí venirse, pero seguí lamiendo, y al cabo de unos minutos, vovló a correrse, y le dije voy a penetrarla, ella se puso tensa y nerviosa, y me dice, por favor sea cuidadoso conmigo, tres veces fuí violada e imagínese lo salvaje que fué y lo doloroso y repugnante, afortunadamente el sólo y entraba y en segundos se satisfacía y salía, para cortar esa desagradable plática volvi a besar su boca y su pechos, lamía nuevamente su panocha riquísima, me gustaba el sabor de su cuca, no podría decirles que sabor tenía pero me tenía loco, mi boxer estaba completamente mojado, me lo quité y llevé mi pene a su boca, empezó a lamer mi cabeza y mi tronco, se lo metió y empezó a chuparme, yo no deseaba acabar en su boca, yo lo que quería era sentirlo adentro de ella, lo que durante mucho tiempo deseaba, acerque mi mienbro a la entrada de su vagina estaba super lubricada, lentamente me fuí abriendo paso en sus paredes, sentía como se deslizaba en su tunel estrecho y liso, al llegar a la mitad gimió, y le pregunté si todo estaba bién, y me dijo que si, que si había hecho ese sonido era porque, sentía rico, la penetré al fondo y con ritmo despacito salía y entraba, me gustaba sentir su vagina caliente y húmeda, ella gozaba cuando le entraba cada centimetro, quedamos de frente y de lado, su pierna sobre mi cintura besando su boca, sus senos, una mano acariciando su espalda y la otra manoseando sus ricas nalgas, yo un poquito más abajo para poder metersela toda, aceleramos el ritmo, y estabamos a punto de terminar y de un movimiento rápido la senté sobre mi para que tuviera el orgasmo al ritmo que ella quisiera al cabalgarme, y así se vino cabalgando rapidamente y metiéndosela al tope, su sonrisa de satisfacción y sus ojos cerrados, yo le atiné a preguntar cuando fué tu último período y ella me dijo hace dos días me pasó, la puse boca arriba y yo encima, y así la inunde de mi leche, nos recostamos los dos un rato y luego nos duchamos habíamos sudado demasiado.

Como a las cinco de la mañana, ella empezó a mamar el pene, y fué creciendo lentamente, ahí se dió cuenta del tamaño , lo acariciaba y lo chupaba, y me dice: Rina me había dicho que era largo y gordo, pero no me imaginé cuanto, y sentandose sobre mi me dijo me gusto así, y empezo a cabalgarme de nuevo, minutos después se corrió, era evidente que el ardor ya le hacía mella, sin preguntarle nada la puse de lado y acerqué me pene a la entrada de su ano, su anito estaba lleno de sus jugos y un poco de saliva, empezaron a facilitar la entrada de mi pene, cuando la cabeza estaba adentro, apreto, y se puso tensa, le pedí que aflojara y otro poco entró, para no cansarlos en un lapso de quince minutos, y caricias en su clítoris, estaba todo adentro, pero tal era la excitación de estar entrando por centimetro que al llegar al fondo eyaculé.

Si bién no fué su primera vez, porque había sido violada, si era su primera vez por amor, y que la habían penetrado con dulzura, con ternura, era sus primeros orgasmos, que luego serían incontables, porqué incontables?, porque ahora ella tiene 47 años, yo 53 su hijo, que aprendió con cariño, a quererme y respetarme como a un padre hoy es un ingeniero civil, ella es Psicologa porque nunca bajó los brazos y el hijo que procreamos ya está bastante grandesito 16 años.
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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