Alguna vez recibirás esta carta, espero que la leas como yo la escribí con puros sentimientos genuinos………

Las flores de cerezo son hermosas, con su color de rosa, parecieran que fueran de otro planeta, la forma delicada en la que caen, y como su roció las hace brillar mas, como quisiera contemplarlas junto a ti, ¿las llegare a sentir diferente al estar contigo?, sus botones renacen al llegar la luna, y el sol les da el calor para que puedan danzar a gusto, me encanta su baile, mis ojos, mi corazón las admiran con devoción. Quisiera no alejarme de ellas, quedarme en su sombra para siempre, pero al quedarme dormido tu me despiertas, y al verte debajo de ellas es como si mi corazón latiera.

Galopa tan fuerte que no lo puedo controlar, trato de ocultarlo, pero creo que tú te das cuenta, y después para colmo me sonríes de una forma tan natural, tan natural como las flores de cerezo, tu cabello negro, tus ojos azules, tu boca bien formada y esa mirada penetrante que me deja embobado, pero NO, no puedo tener estos sentimientos hacia a ti, no quiero decir que es amor, lo quiero negar, pero mi cerebro me traiciona y el corazón me dice: “Es amor”.

Los días pasan y nos pasamos peleando por cosas sin importancia, pero cuando tengo problemas eres él único que puede escucharme, y eso calma mi deseo de abrazarte, pero tengo miedo tú ya sabes porque, porque al abrazarte explotare y te diré todo lo que siento, pero en verdad trato de controlarme de seguir discutiendo contigo porque así puedo estar de una manera normal y mi corazón se calma y se siente cálido

Pero mi corazón dice “te estás engañando a ti mismo, no es amistad entiéndelo”, y yo digo: ¡CALLATE!, YA NO QUIERO ESCUCHARTE ¿PORQUE ME HACES SUFRIR DE ESTA MANERA?”, por el simple hecho de ser tu mismo el que te lo dice.

Todos, todos los días lo escucho y ya no puedo contenerme, un día cuando estaba con mi uniforme y me sentía muy mal, angustiado, nervioso, por una responsabilidad muy grande, empezaste a reírte de mí, como siempre lo hacías, pero después me entregaste tu cinta de cabello y me dijiste: Este es una especie de amuleto tiene unas palabras, y después me agarraste del brazo y mis labios y los tuyos estuvieron muy cerca, quede inmóvil, una especie de imán me atrajo hacia ti y ya empezaba a cerrar los ojos y en ese momento solo escuche a mi corazón que me decía: “no lo pierdas”, pero de pronto te alejaste de mi y te fuiste, y después mi cerebro reacciono y me dije a mi mismo ¿Qué estaba a punto de hacer?, nos conocemos de niños y aun así no sé porque tengo estos sentimientos hacia ti, yo solo te consideraba mi amigo, y ahora ¿Qué me estaba pasando?

Lo único que deseo es que no desaparezcas de mi vida porque si murieras en esta guerra yo sin duda moriría por ti, porque finalmente aunque no pueda decirlo ahora y aunque me engañe a mismo esta carta será la única que contenga estos sentimientos hacia ti, solo tendrá la verdad de mi corazón, pero hare que mi cerebro termine por mentirte, porque al fin y al cabo la palabra que concluye esta carta es lo que resume todo lo que siento por ti.