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Categoría: Maduras

LA CALENTURA DE MARIA DEL PILAR 2

Después del comentario de mi tía Carolina, yo me sentía incomodo, ella viendome a los ojos me dijo que no me apenara, que era muy normal que una mujer y hombre tuvieran sexo, y que tomando en cuenta la soledad en que vivía María del Pilar, y tener a su lado a un chico joven, bién dotado y atractivo, tenía que caer en la tentación. Luego me dice que vaya a cambiarme ropa, porque María del Pilar le había comentado en la noche que quería que le hiciera compañía, para efectuar algunas diligencias en el pueblo. Aproximadamente, una hora después íbamos en camino, y fué cuando le dije que mi tía me había informado lo de la plática teléfónica de la noche anterior, y ella me dijo que aún estaba excitada por la noche y que fué una experiencia maravillosa, y dada la confianza que tenía con mi tía no tuvo más remedio que contarle la maravillosa mañana que había pasado y los grandiosos orgasmos que había tenido. Se apartó un poco del camino para adentrarse a la arboleda a orillas del río, y me pidió que nuevamente follaramos. En esta oportunidad llevaba vestido, y su piernas y muslos blancos nuevamente empezaron a hacer mella en mí, la verga estaba a punto, se la puso enmedio de esas enormes tetas duras, y chupaba mi glande, mamaba delicioso, y me dijo que quería probar mi leche que se la diera en la boca, empezé a sentir los espasmos del orgasmo, se la metí lo mas que pude en su deliciosa boca, derramando mi semen a borbotones en su garganta, abrí delicadamente sus piernas, para empezar a lamer su concha caliente y húmeda, aprisionaba su clítoris, la lamía con fuerza, ella gemía y suspiraba hasta venirse en un glorioso orgasmo, empezamos a besarnos como locos, al cabo de unos minutos estaba nuevamente con el pene erecto, y lentamente la penetré hasta el fondo, sus paredes vaginales apretaban mi verga, esa una sensación divina, la puse de espalda a mi, y recostadando sus pechos sobre una de las piedras del río, se la metí nuevamente, y con mis dedos jugueteaba con su clítoris erecto, casi al unísono nos venimos los dos, así nos quedamos por un rato con la pija aún adentro, de nuevo sentí como apretaba con sus paredes vaginales mi verga, y ésta empezó a crecer en su interior, para volver al mete y saca, luego se sentó sobre mí para claversela al fondo y empezó a jinetearme, sus movimientos fueron más fuertes, y se vino en otro orgasmo, luego intenté penetrarla por el ano, pero se negó, me dijo que aún estaba adolirida por lo del día anterior, nuevamente penetré su vagina, para correrme en su interior, ya cansados nadamos un rato, y nos encaminamos al pueblo, antes de llegar me dijo que ella iría a hacer unos mandados al banco, y luego donde una notaria, y efectuar algunas compras en uno de los almacenes y que me dejaría donde Andrea, su hermana, con quién también había comentado lo nuestro, y como ella era divorciada hacía algún tiempo no dejó de excitarse un poco, y como no creía lo de la hermosa verga que la había hecho gozar, le había comentado también que me llevaría a presentarme con ella, pero que me hiciera el desentido de lo que me había revelado, pero esa ya es otra historia.
Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 5.13
  • Votos: 16
  • Envios: 1
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