Entra junto con su amigo la compañera de contabilidad a la Iglesia de Juan Diaz asistiendo a la boda religiosa de una excompañera de trabajo, sentandose en la tercera fila de las bancas en el centro, vistiendo un vestido negro sin mangas junto con medias negras oscuras.
Empieza la misa que oficiara el matrimonio hablando el sacerdote, agarrandole las manos a la compañera de contabilidad pegaditos le sonrie al amigo, transcurre la ceremonia matrimonial religiosa, finalizando la misma salen hacia la recepci{on abordando el automovil del amigo, en el camino el le acaricia una de sus piernas suave como caballerosamente llegando hasta su vientre y bajando un poco hasta su muslo derecho, diciendole estas saboreandome como deleitandote tus pensamientos con mis contornos físicos, es cierto contestandole sonriente mirandola mientras espera la luz verde del mismo semaforo para proseguir la marcha hacia el lugar de la recepción de los invitados a la boda religiosa; se arregla un poco peinandose el cabello y ajustandose los ganchos que sujetan su cabello igualmente pintandose un poco sus labios y sus ojos. Se estaciona el sale primero abriendole la puerta y agarrandola de su mano saliendo del automovil demostrandole toda la cortesía, respeto como caballerosidad de su pareja con ella, regociandola y haciendola la mujer más afortunada igualmente la más envidiada por los demás invitados observandola entrar de la mano de una pareja excepcional como majestuoso en galantería como guapisimo por su traje para estos eventos especiales.
Aproximandose a la mesa de regalos para dejar su regalo para la feliz pareja que recién unieron votos para toda la vida, buscando mesa para sentarse con los demás invitados asistentes a la misma recepción de los nuevos esposos, presentandose y felicitando a los recién casados en la mesa principal frente a la pista de baile. Dirigiendose a la misma mesa se sientas juntos colocandole su brazo sobre sus hombros y ella acomodandole la corbata que esta un poco virada, conversando con otra señora el aprovecha un momento de distración de ella para acariciarle por debajo del vestido su rodilla escurriendose más alla de su entrepiernas llegando a su ingle, sofocada un poco se disculpa un momento que va al baño de damas y vuelve rápidamente, parandose con su cartera caminando al mismo baño entrando mirando su reloj le da unos diez minutos parandose y disculpandose que voy al baño de caballeros, caminando hacia la puerta del mismo baño de damas, hablandole estas sola, respondiendole si cierra la puerta la tranca que susto me diste cariño con ese movimiento repentino de tu mano llegandole a mi partes prohibidas como secretas pero me gusto que hicieras esa acción por que estaba aburriendome con esas señora y deseaba que me hagas aquí mismo el sexo y lo que se te venga a la mente; escuchando de su voz actuando directamente llevandola al mismo lavamanos subiendole el vestido a la altura del ombligo quitandole conjuntamente el pantimedia y el panti con los zapatos, abriendole el zipper como desabotonandome el pantalo bajandomelo rápidamente con los mismos calzoncillos me acerque a ella masturbandome fuerte y con presión con ella, notando que estaba lubricado y mojado con sus líquidos vaginales cuando estabamos sentados en la mesa con los demás invitados; besandome mi oído y diciendome dame todo tu poder sexual y cogeme hasta la saciedad que estoy verdaderamente ardiente por tu cariño sexual lo sabias mi enamorado, lo hicimos sin parar y al chistear de nuestros deseos reprimidos como desbocados satisfaciendo nuestros instintos y corazones calientes por el buen sexo.
De ahí me sente en unos de los sanitarios y ella se voltea sentandose encima de mi penetrandola y dandole una salvaje culeadera moviendonos locamente en todas las posiciones conocidas largamente por más de tres horas casualmente matando la angustia aguantada que estabamos sometidos por la ocasión que se realizaba la boda y la recepción de los recién casados; besandole su cuello divina como sudorosamente de mi amiga y pareja que estaba muy activa y arrevatada por el buen sexo que le estaba dando en ese instante de intimidad en el baño de las damas.
Terminamos limpiandonos higuienicamente nuestras partes que estaban todavia excitadas como sabrosisimas igualmente erectas todavia por la tremenda motivación que estaba desbordandoce a lo interno de nuestras partes intimas como prohibidas, acomodandonos el vestuario y lavandonos las manos como secandonos un poco la traspiración provocada por la temperatura corporal caliente que tuvismos con la presencia de nuestros deseos como pasión altiva de hacer el complemento de nuestro amor, besandonos en los labios, adelantandome a salir sin que nos descubrieran y sin levantar ninguna sospecha me dirige a la mesa donde estabamos sentados pasan exactamente unos quince minutos reuniendose conmigo mi en la mesa con los demás invitados; casualmente estaba servida la comida en nuestros puestos teniamos una hambre barbarisima y sobre todo una sed interminable que parecia que estuvieramos viajando por el mismo desierto del Sarah.