La asistente que labora para la facultad de derecho se practica unos examenes anuales, oscultandola su medico encontrandola que goza plenamente de una salud de hierro apodado a la condición excelente que tiene a pesar de sus afecciones normales que apedecehoy día, conversandole como ha estado su matrimonio y sus animos en general; contestandole con una franqueza como nunca lo ha demostrado y apoyandose en un verdadero amigo que le da su hombro para llorar. La asistente comienza a contarle con ciertas peleas y desacuerdos terribles en que no nos ponemos de acuerdo y decidimos independiente por nuestra cuenta, rompiendo al breve momento en llanto que se tapa con las palmas de las manos la cara de avergonzada la misma asistente.

Entonces, el medico se acerca abrazandola y consolandola con suaves y superficiales frotadas en toda la zona amplia de la espalda para que se calme y serene la asistente, dandole un klinnex para que se seque las lagrimas de cocodrilo que se el notan en sus ojos melancolicos como de sufrida empedernida porque así lo desea ella, al hacerle caso a las cuestiones de su marido. Viniendole un ataque de taquicardia severa al convulsionarse y no puede respirar juntandose la asma que tiene la recuesta en la camilla al darle el mismo inhalador para que se aplique la dosis para aliviarla como calmarla propiamente el ataque repentino de asma que le sobrevino por su lloradera motivada al contar los problemas serios que confronta hoy día en su matrimonio feliz de la boca para afuera como lo quiere demostrar y entender hoy día la misma asistente de la facultad de derecho.

Transcurriendo poco instantes de los ataques conjuntos como graves del asma y la taquicardia mas tranquilla, al pasarse la toallita de tela por el cuello como en la cara toda sudorosa con una impresión de asustada que ya paso todo por suerte que coincidio en que esta donde su medico practicando unos examanes rutinarios y anuales, se acerca hacia su medico para ponerle las dos manos en sus hombros y bajando con caricias en su bata a la altura de su pecho mirandolo con una sonrisa estoy eternamente agradecido mi querido medico por el auxilio que me dio con toda la excelencia y el profesionalismo que le caracteriza que me decide escogerlo originalmente como mi medico de cabecera y personal; el medico le contesta es mi trabajo ayudar y curar a mis pacientes también a todas las personas que lo necesiten, asi lo dice y afirma el juramento de hipocrates.

Bajando un poco la guardia el medico se besan y se abrazan pegados mutuamente escenificandose que son gemelos en el amor hasta se entienden a mil maravillas concidiendo igualmente en sus problemas conyugales escuchandose y aconsejandose por la mente abierta y el razonamiento como la lógica que le dan cada uno a sus dichosos problemas maritales.

Topandose en posiciones sexuales en que no pueden controlarse al atraerse como autenticos imagenes con polos opuestos pero con un fin conjunto olvidarse un poco de sus vidas y vivir algo sensacional naciente entre paciente y su medico personal y de cabecera como lo es a la fecha la asistente de la facultad de derecho y su medico.