En el año 2008, en el mes de septiembre ya todo estaba preparado con mi novia despues de 5 años de novios, parte de todo los preparativos eran los fotógrafos. 

Elizabeth, de 28 años, casada, con una mirada de gata, mide 1.65, cuerpo armonioso, culo grande y firme, senos medianos talla 34B; yo de 26 a punto de tomar ese paso. Para resumirles ella fue la que nos tomó las fotografías de tan magno evento, debo resaltar que muy profesional en su labor.

Dos años después, de una forma inusual empezó a comentar mis estados y fotos en Facebook, lo que me daba la oportunidad de escribirle por el chat interno:

- Hola Marcos muy ocupado? :O

- Hola Liz, como vas que haces. :D

- Hola Marcos, bien, todo bien, trabajando bastante. ;)

- Bueno nena, me alegra mucho, espero un día de estos poder verte para hablarte de un proyecto de fotografía que necesitan aca en la empresa.

- Vale perfecto, me gustaría que me invitaras a comer algo jajaja, veo que sales mucho en las fotos que publicas, deberías de invitarme aunque sea a comer una pizza. :D

- jajaja por mi no hay problema, y Diego tu esposo?, hace mucho no se de el, saludalo de mi parte. ;)

- mmmmm, Diego, esta un poco insoportable, pero luego te cuento, en cuanto nos veamos y hablemos de todo un poco. 

Cuando una mujer te dice que algo no funciona en su relación, tienes la opción de poder ser esa persona que puede ayudarle; y yo ya tenía en mente como hacerlo.

Fué un sábado, yo sali de la oficina a un centro comercial en el norte de la ciudad, acordamos a las 3 de la tarde, pero ella se retrasó porque estaba entregando unas fotos para una clienta, eran las 4 p.m  decidi llamarla:

- Hola Liz, si estas muy ocupada no hay problema, luego nos vemos.

- Noooo Marcos, como crees ya voy de salida en un taxi, ¿que vamos a hacer?

- Nena, pues vamos a comer algo y hablamos.

- Vamos a cine mejor, que te parece Marcos? 

- Por mi no hay problema (Mi mente empezaba a maquinar)

- Ok, llego en 20 minutos.

Efectivamente, ella llegó y fuimos a la taquilla, no habia mucho por ver en ese horario, la opción fue Resident Evil 4; ella sacó unos chiclets de su bolso y me ofreció (Perfecto para una buena sesión de besos), compré los boletos de las ultimas sillas de atrás.

Al entrar a cine, fueron cómplices la oscuridad y el frio; mientras rodaba la película,  empezamos a besarnos y a tocarnos, por un lado de su jean pude palpar sus tangas de encaje, ella también tocaba mi verga por encima del jean, queríamos hacerlo pero el lugar no era el apropiado.

Le propuse ir a mi apartamento, mi esposa estaba fuera, pues cada sábado de manera religiosa asiste a una iglesia lejos de casa.

Liz, estaba decidida, pude llevarla a un motel, pero quería hacerlo en mi apartamento, en la cama matrimonial y eso hice. Ella estaba chupando un bombom y mucho más sensual me parecía.

Luego de cerrar la puerta, empezamos a besarnos como bestias, tratando de no romper ella mi camisa ni yo su blusa, pude darle libertad  a sus enormes senos, sus pezones estaban duros deliciosos, besaba su cuello pero ella me controlaba, la idea era no dejar moretones ni nada que nos delatara.

la desnudé y empecé a lamer su vagina depilada, húmeda muy húmeda, mi lengua estaba descontrolada sabe muy rico delicioso, mientras con tres dedos de mi mano derecha le hacia vibrar, ella agarraba mi cabello y tomaba control haciendo de mi cabeza y mi lengua una especie de vibrador, tenia toda mi barbilla y parte del cuello lleno de su humedad y de mi saliva; luego ella quiso mandarse mi verga, la verdad tiene boca pequeña y mi verga es gruesa de glande grande, agarre su cabello largo y lo enrollé en mi mano y empece a meterle mi verga en su boca con violencia, bañó de su saliva mis testículos y le tocaba que dejar de chupar para lamerla, me excita que me mire a los ojos con su mirada de gata mientras me sigue masturbando y su dedo pulgar lo mueve en círculos en la cabeza de mi verga, se siente delicioso.

Luego me senté al borde de la cama y la senté frente a mi, estaba muy estrecha, demasiado estrecha para ser una mujer casada con una vida sexualidad activa, pude ver su rostro de dolor y placer mientras muerde su labio inferior con sus dientes, no puedo olvidar la forma en que su mirada por un momento se desorbitó, y con su voz agitada me dijo:

- Marcos, no lo hago con mi esposo ya hace más de seis meses, el no me toca, no me determina.

Esas palabras me retaron aun más, ella necesita una buena sesión de sexo salvaje.

Puse mis manos en su cintura y violentamente la movía hacia arriba y abajo, que sintiera toda mi verga, ella tapaba su boca pero aun asi  gemía muy duro. mi verga y su vagina estaban empapados, el sonido de sus nalgas y mis muslos parecían una sinfonía erótica.

Luego me pidió que le metiera mi verga en su culo, no lo dude por un segundo, la acosté boca abajo ella con un pie en el suelo,y empecé a meterlo muy fuerte mientras con mi otra mano le tocaba su vagina rápido, ella lo disfruta, la verdad nunca había tenido un anal así, ella lo disfruta y yo a un más, fueron varios minutos.

Me vine dentro de su culo, el semen escurría por sus piernas, ella seguía masturbándome porque la faena debe seguir.

Así mismo lo hicimos nuevamente, agarre su cuello y la folle en cuatro, le pegue en sus nalgas muy fuerte, ella me lo pedía mas y mas, la cama sonaba muy duro, esta vez me vine en su boca, se saboreaba mientras me miraba a los ojos.

Nos vestimos, recogí algunos cabellos de ella para no dejar evidencia alguna, nos abrazamos y la acompañé hasta la esquina de su casa, hablamos de lo chevere que fue todo y quedamos en seguirlo haciendo.

Fue solo esa vez, ella se hizo miembro de una iglesia y dejo de escribirme, hoy solo lo hace para que asista a su iglesia, tal vez algún día le haga caso, pero prefiero tener ese recuerdo en mi mente.