Patricia es esa rubia espectacular, de unos 40 años. Muy bella, alta y con buen cuerpo. La termine llamando Pati.
Resultó que mi compañero de trabajo, Carlos, de 20 años viendo que Pati se iba a su casa antes de terminar el trabajo la había chantajeado para que se acostase con él. Y así fue. Un día, el cabrón de Carlos me contó como se la había follado por detrás. Y que ella jadeaba de placer. Y se corría.
Mi relación con Pati era de que yo le pagaba dinero y ella accedía a tener sexo conmigo.
En esto que había en el departamento de Pati, una chica morena, escultural y sumamente atractiva que me miraba y que cuando salíamos del trabajo ella se ponía delante de mí y yo iba detrás y ella me provocaba meneando el culo. Pero era muy inaccesible. No hablaba con ningún tío porque era fiel a su pareja. Le propuse a Pati que si su amiga quería le daría también dinero por hacérselo conmigo. Así Pati y su amiga Isabel fueron a mi casa.
Allí se desnudaron y Patí me parecía más guapa, pero Isabel tenía un cuerpo estupendo. Que pechos y que caras. Me la chuparon entre las dos. Así Isabel se cortaba menos. Antes que nada les dí un sobre a cada una.
- ¿Por qué lo haces conmigo si te pago? - le pregunté a Pati.
- Porque así me da morbo.
Esa respuesta me enervó.
Las chupadas me volvían loco. Con los labios, la lengua y los dientes. Dos beldades.
Les dije que me las follaría por detrás. Primero a Pati. Los dos jadeábamos como locos. Ellá me pedía más y más. Luego se la metí a Isabel ¡Que gozada! Ella gimoteaba.
Isabel no hablaba pero me dijo algo.
- Por favor, no te corras dentro.
- Sí, que puede ser maravilloso, le dije.
Llevábamos un buen rato de tacataca y no la saqué de ella sino que me corrí dentro con un gran orgasmo.
Le dije a Isabel que podía irse. Tras una hora de reposo quería guerra con Pati.
- Sé que eres amante del sinvergüenza de Carlos.
- Porque me chantajea.
- Quiero metértela por el culo.
- -Vale- me contestó.
Me volví a poner cachondo perdido.
- ¿Lo haces con tu pareja?
- Alguna vez.
Se la metí despacito. Mi polla entraba y salía de su ano limpito. Hasta que eyaculé dentro. Fue una tarde gloriosa.