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Categoría: Confesiones

La amiga de mi esposa

Hola. Mi nombre es Pablo, tengo 43 años, soy profesor de física. Mido 1,83cm tengo panza, barba prolija, pelo corto una verga de 17x6cm. Estoy casado hace 15 años y para celebrar el aniversario quise llevar a mi mujer a pasar un fin de semana a una cabaña, pero antes de celebrar nuestro amor tenía otros planes en mente. Dos días antes invite a Leticia la nueva mejor amiga de mi mujer a que me ayude a ordenar todo en la cabaña. Como era una sorpresa mi mujer no se iba a enterar. Leticia es hermosa, tiene 31 ojazos celestes, cuerpo con curvas, tiene un culo que me vuelve loco, y le encanta mostrar sus piernas. Llegó a la cabaña a las 16hs con un vestido suelto por debajo de las rodillas. Charlamos tranquilos y nos pusimos a ordenar todo, se nos pasó el tiempo y cuando nos dimos cuenta ya estaba de noche eran las 21hs le ofrecí tomar algo, primero no quería porque no había comido y le insistí hasta que aceptó un whisky luego otro y otro. Se la veía acalorada, se levantó y fue al baño, se notaba que estaba mareada. La espere en la puerta y cuando salió no dude en agarrarla y apretarla contra mi de inmediato comencé a besarle el cuello. Me decía que no pero su cuerpo no me apartaba, le subí el vestido y le apreté las nalgas, le di un beso en la boca lo acepto y me lo devolvio. Metí mi mano bajo su bombacha y le toque la concha, la tenía con pelitos pero eran muy suaves, le frote el clítoris y enseguida se empezó a mojar le metí dos dedos y la seguía besando, devorando su boca, sus labios carnosos. La lleve hasta la cama y la tiré ahí, le saqué la bombacha, ella ya estaba entregada con sus piernas abiertas para recibirme, me desnude y me tiré entre sus piernas, le hice sexo oral, tenía un tremendo papo delicioso. Me meo la cara la cochina y me excito mucho, pero igual decidí castigarla con unos buenos chirlos en el culo, así que se puso en 4 y le di varias nalgadas que la hicieron gritar. Luego me senté y la subí encima no tardó nada en acomodarse la pija en la entrada de su vagina y me montó riquisimo. Después de un rato me acomode más abajo y comencé a llevar el ritmo yo mientras le chupaba los ricos pezones. No me pude contener y le mandé todo el semen adentro. Nos dormimos al instante y al otro día me desperté primero y le hice cucharita, manoseandola, las tetas, la concha, se despertó desorientada y cuando me miró se asustó, no entendía que había pasado, se quería ir corriendo pero la frene y le dije que si se iba, no la dejaría en paz, todo el tiempo la buscaría para cogerla de nuevo. Pero que si se quedaba todo el día conmigo, no la molestaría nunca más. Acepto y me insulto, luego me confesó que yo le gustaba pero que era el marido de su amiga y estaba enojada con ella misma y conmigo por hacerle eso a su amiga. La agarré del pelo y la puse a hacerme un pete, su boca era una delicia. La puse boca abajo y le empecé a comer el culo. Me dijo que no se me ocurra meterselo por ahí porque la tenía muy gorda pero se lo lubrique muy bien con mi lengua y con un aceite que había llevado especialmente para ese momento. Se lo metí despacio, gritó no se si de dolor o placer, no me frenó así que seguí empujando despacio hasta que entró toda, la deje acomodarse y comencé a darle despacio, gemia, y me insultaba. Le di una embestida fuerte y deje caer mi cuerpo sobre su espalda, la tenía toda adentro. Le bese el cuello, me empecé a mover, lleve mi mano hasta su clítoris y lo frote al ritmo que me movía. Le empecé a decir un montón de guarangadas al oído y le daba cada vez más rápido y ella gemia más y más. Pare de frotarla y se enojó mucho, le di más y más fuerte hasta que le llene el orto con mi semen. La saque y me agache a comerle la conchita, quería que me acabara en la boca y lo hizo, ahí le meto la pija en la concha y me tiro sobre ella a besarla y me pego un gran grito diciendo que tenía la pija con semen que no se la meta por ahí y ahí le tuve que confesar que anoche se la di toda por la concha y se re enojo. Nos levantamos desayunamos y seguimos ordenando y dejando todo impecable y antes de que se vaya le hice un rapidito contra la pared.

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