Norma es la mejor amiga de mi esposa, la conocí desde antes de que me casara con Brenda, asi se llama mi esposa. Norma es una mujer alta, delgada, con unas pequeñas pero bien formadas nalgas y eso sí, unos pechos bastante apetecibles.

Cierta noche sono el teléfono de mi departamento, era Brenda, mi mujer, ella me comento que llegaría un poco más tarde que de costumbre, pues había quedado de ver ir a tomar unas copas con Norma en Sanborns, yo le dije que no se preocupara que disfrutara la velada y que nos veíamos más tarde en el departamento. Colgué y me diriji hacía mi recamara, el reloj marcaba las 20.35 horas, prendí el televisor y me heche sobre mi cama, poco a poco el sueño comenzó a ganarme, Me quede dormido.
Unas pequeños murmullos y risas ahogadas hicieron que me despertara, volví mi cabeza hacía el tocador que estaba frente a la cama y me quede mirando el reloj despertador que se hallaba justo frente a mí, tarde un poco en que mis ojos enfocaran bien la pequeña pantalla del reloj despertador, por fin me dí cuenta de la hora que marcaba el despertador, eran casi las dos de mañana, me había quedado completamente dormido y esas pequeñas risas y murmullos venían de la sala, supuse que sería Brenda y Norma a quienes se les habían pasado un poco las copas y decidieron seguirla en el departamento. Me incorporé sin hacer el menor ruido posible, deseaba sorprenderlas y recriminarles la hora de llegar, salí de la habitación y cruce sinlenciosamente el pasillo que comunicaba con las recamaras con la sala del departamento, las pequeñas risas y los murmullos habías sido cambiados repentinamente por pequeños y largos quejidos, sostuve la respiración y decidi prestar más atención a estos largos y placenteros quejidos que estaba oyendo, me quede parado justo casi a un metro de llegar a la sala, pode oir la voz de Norma suplicandole a Brenda que continuara chupandola, pequeños sonidos guturales salian de la garganta de Norma, mientras yo continuaba parado sin saber que hacer. He de comentarles que una de mis fantasías sexuales erá el ver como Brenda mi esposa, tendría sexo con otra mujer, a Brenda nunca se lo había comentado, pues no se como ella lo hubiera tomado.
Me fui acercando al final del pasillo y desde ese lugar pude contemplar como Brenda se hallaba sumergida entre las largas piernas de Norma, su cabeza llevaba un vaíven constante de arriba hacía abajo y con sus manos masajeaba los grandes pechos de Norma, esta estaba tumbada sobre el sillón una de sus brazos se hallaba justo sobre su cabaeza y con el otro acariciaba la larga cabellera de mi mujer. De pronto alargo el brazo que tenía sobre su cabeza y poniendo ambas manos sobre la cabeza de Brenda, le comenzó a pedir que la chupara más duro, note como los dedos de la mano de Brenda se prendian de los hermosos y rosados pezones de Norma, quien ya para estos momentos se había corrido varias veces, realmente Brenda siempre ha sido buena con la boca- pense. Me agazape un poco a fin de no ser descubierto, Brenda se había acostado sobre el cuerpo de Norma, quien había cerrada ambas piernas a fin de que Brenda quedara sobre ella con las piernas abiertas, ambas se besaban con pasíon, las manos de Norma se aferraban a las grandes y exitantes nalgas de mi esposa, las recorrían, las apretaban, disfrutaba de la suave piel de las nalgas de Brenda, mientras que las manos de Brenda sujetaban firmemente la cabeza de Norma, haciendo de ese beso un beso lleno de entrega y de coraje, un beso lleno de ganas de ser de entrega total. Pude apreciar como una de las manos de Norma comenzaba a recorrer con la yema de sus dedos el pequeño camino de la parte final de los labios vaginales de Brenda hasta el bello asterisco anal de mi mujer, esta ahora había
dejado de besar a Norma y le daba pequeñas mordidas en el lóbulo de la oreja derecha, no pude entender las palabras que Brenda entrecortadamente le decia a Norma, pero lo que si sabía era que esas palabras estaban llenas de deseo, pues cada vez que los delicados dedos de Norma bajaban y tocaban el principio de los labios vaginales de Brenda, esta emitia un pequeño quejido e inmediatamente besaba con mayor intensidad los oidos de Norma.
Norma le comento al oido algo que no escuche a Brenda y esta se incorposo levemente, lo cual aprovecho Norma para quedar justo a la altura de los pechos de mi mujer, comenzó pues a besarlos, a morderlos, a chuparlos. Mientras que con ambas manos continuaba acariciando la vagina, las nalgas, el ano de mi mujer. Habilmente Norma tomo de la cintura a Brenda y se escurrio hacía abajo, quedando su cabeza justo a la altura de la bella vágina de Brenda, sus manos aprisionaban las nalgas de Brenda obligando a que esta no se moviera, unicamente observe como las manos de mi mujer se aferraban al pequeño y lacio cabello de Norma, Brenda comenzó a lanzar pequeños quejidos de placer, le decía a Norma que nadie se la había chupado como ella lo estaba haciendo, que le encantaba que metiera su lengua por su vágina, que la recorriera toda, yo estaba absorto viendo como Brenda llegaba una y otra vez, en un climax por demás agradable y lleno de pasión, hasta ese momento no me había percatado que debajo de mi pants mi verga se hallaba completamente parada, no resistia más, lentamente me acerque y me hinque justo entre las piernas de Norma, estire mi mano y comencé a frotar su vagina, rapidamente quito a Brenda de arriba suyo, pude notar como ambas me miraban con una cara de culpa, nadie decia nada, Brenda unicamente me míraba, en su mirada se reflejaba un sentimiento de culpa, yo le envíe una sonrisa y aprovechando la posición en que se encontraba Norma sumergí mi cara entre sus piernas, comencé a chupar su vagina, ella se hallaba completamente mojada, yo absorbía sus jugos, pude notar como de repente una de las manos de Norma comenzaron a a acriciar mi espalda, mientras con la otra se encargaba de
frotar mi espesa cabellera. Oí como Norma llamaba a Brenda que creo hasta este momento seguia absorta de la escena en que se hallaba incluida, ella primero oí que se negaba, pero Norma comenzó a tranquilizarla diciendole cosas como que su hombre estaba tambien disfrutando de ella y que ella continuaria haciendola disfrutar. Yo deje por un momento de lamer la conchita de Norma y voltee a ver a Brenda, ella me lanzó una mueca, se que se sentía culpable, yo le extendí mi mano y ella la tomó, la atraje hacía mí y le dije al oido que deseaba más que nada poder disfrutar de ambas por esta noche, ella paso uno de sus brazos por mi cuello y me beso, despues me dijo que ese trabajito ella lo terminaria, pero que deseaba que se lo metiera por detrás. Dicho esto de puso a lamer de nueva cuenta la bella oscuridad de Norma, mientras que yo, me hincaba justo detrás de mi mujer y comenzaba a cogermela, estire unos de mis brazos y comence a frotar uno de los pezones de Norma, quien se hallaba con los ojos cerrados, unicamente disfrutando el incesante ir y vennir de la lengua de mi esposa por todas las partes de su vagina. Lentamente me salí de Brenda y le comenté que ahora me gustaria meterselo a Norma. Brenda se quito y me acomode de rodillas justo frente a Norma, esta se hallaba con los ojos abiertos y me miraba sin parpadear, estiro uno de sus brazos y con su mano comenzó a acariciar mis pezones, yo coloque mi verga justo entre sus pieernas y comencé a cogerla, Brenda que estaba justo detrás de mi acariciaba mis nalgas, mi cuerpo, besaba mis oidos y no dejaba de decirme que me queria, que me amaba, yo no quitaba la mírada del rostro de Norma, ambos manteniamos fijas nuestras míradas, mis manos estrujaban sus caderas invitandola a que se moviera de cual o tal forma, para despues que se empezaba a mover justo como yo quería, las dirijia a sus bellos y grandes pechos. Así estivimos unos cuantos minutos, me salí de Norma y me tumbe en el suelo, boca arriba, mi verga se hallaba en todo su esplendor, estire una de mis manos e invite e a Norma a montarme, ella volteo a ver a Brenda quien le dijo que se aprovechara, que disfrutara de mi, Norma se levanto lentamente del sillón y se sento arriba de mí, mi verga se introdujo rapidamente en ella, ahora era ella quien llevaba el ritmo de la relación, yo pasaba mis manos de sus pequeñas y delicadas nalgas, hacia su diminuta cadera y de allí hacía sus exhuberantes pechos, Norma comenzó a cabalgarme cada vez más rápido sus quejidos ahora habían incrementado su intensidad, dejaba de pronto escapar pequeños y fuertes gritos intercalados de frases como- si, chiquito, si así, o dios mio que rico coges- si asi mi vida- mi mírada se desvio por un moemnto de la cara de Norma y pude apreciar como Brenda quien se hallaba sentada en el sillón se estaba masturbando, le estire mi mono y le dije que se hincara sobre mi rostro, ella inmediatamente lo hizo, suponia que esas frases de Norma la habían calentado aún más, Norma recibio a Brenda con un largo y humedo beso, yo la recibi chupando lentamente su vagina. Ambas se habian abrazado, Norma volvio a incrementar el ritmo de su cabalgata, por lo que incremente el ritmo de mis lamidas sobre la conchita de mi esposa. Pude oir a Norma lanzar un fuerte grito, así como tambien a Brenda, ambas se abrazaron y comenzarón a besarse, yo tome a norma por la cintura y comenzé a moverme más rápido, ella empezo de nueva cuenta a lanzar pequeñas frases entrecortadas como- si, amor llega, llega, llega papacito, asi, así mi rey, ay que rico, me gusta sentirte, Brenda ya se había quitado de mi sobre mi rostro, ahora se hallaba de pie justo detrás de Norma sobando sus ricos pechos, de pronto un estremecimiento recorrio mi cuerpo chorros de semen se estaban depositando dentro de la mejor amiga de mi esposa, Norma se dejo caer hacia delante, me dio un beso en la mejilla y me dio un gracias. Brenda se sento a mi lado y acaricio mi rostro, solto un Feliz Cumpleaños y hecho a reir, al igual que Norma. Ahora los tres vivimos juntos, hemos creado una relación bastante sólida. Ese fue el mejor regalo que me han dado.