El viaje fue cansador,largo,quince horas en un micro que parecía que no llegaba más a destino.
La estaba esperando en la estación,bajó primero que nadie para abrazarse a ese hombre,que había estado ausente tanto tiempo.
Se fundieron en un largo abrazo,en un beso interminable,sin importarles que la gente los miraba.Sólo importaban ellos.
Llegaron al hotel ansiosos por tenerse,por entregarse,por amarse.
Fue tan tierno como siempre,sus besos tan esperados,estaban ahí,sus caricias ausentes,ya se hacían sentir en su piel.La desvistió lentamente,acompañando el momento con caricias nuevas,esperadas,soñadas durante la ausencia.Estaban desnudos,mirándose,recorriéndose nuevamente,volviendo a sentir lo que tanto sentían antes de esa separación.
La besó una y mil veces,con esos besos tan deseados,la acarició tantas veces pudo,no quedaba un lugar sin sus besos,ni caricias,toda ella estaba cubierta de esa pasión que emanaba de esos labios deseados.
Se dejó recorrer toda,se entregó a ese momento sublime donde sólo ellos sabían lo que deseaban,fueron internándose en un mundo conocido,esperado.
La tomó con fuerzas,apretó su cuerpo contra el suyo y se introdujo muy suave en ese caudal de espera,jugó con sus pechos,mientras sus cuerpos se hacían uno.Separándose un instante,buscó besar todo,sus manos la apretaban con una fuerza extraña,temblaba ante esas caricias,vibraba,su cuerpo se estremecía ante el mínimo roce de los labios ardientes de su hombre.
Se entregaron a esa pasión sin límites ni horarios,sentían que necesitaban más de ellos mismos,querían entrar más de lo debido uno en el otro,así pasaron un tiempo que no precisaron.
El descanso no llegó,sus cuerpos tan ardientes,siguieron fundidos en un abrazo que no llegaba a su fin.Fueron momentos de inmensa excitación,de deseos guardados,de necesidades compartidas,de un amor que sólo ellos conocían y necesitaban.
Volvieron a amarse con la misma pasión de siempre,de todos sus días,mirándose a los ojos,sintiéndose en cada caricia,en cada beso.
El la recorría con su mirada,la apretaba con más fuerza,mientras llegaba a su interior ansioso de dejar en ella su sabia,su vida.
Ella recibió cada gota de esa vida,que sabía suya.