Jugando con caramelos

Ese viernes salí en la noche con mi novio. Últimamente, cuando salimos así (los viernes), no quiero ir a comer, ni bailar, ni nada, quiero ir directo al hotel. Entonces, yo tenía en mente algunas cosas, habíamos quedado el viernes anterior en que el compraría un consolador, para ir experimentando con lo del sexo anal.

En fin llegamos y este hombre parece que quería comerme viva, es que no habíamos podido hacer nada en toda la semana por compromisos de lado y lado. Yo me sentía medio culpable por algo que pasó con mi jefe el almuerzo el jueves, así que estaba dispuesta y quería hacer de todo con mi novio.

A penas cerró la puerta comenzó a besarme, metía la lengua en mi boca de lo más rico, me besaba en el cuello, se siente como electricidad, de pronto se echa a reír porque en su desespero se enredo con mis aretes, me dice es que me vas a volver loco.

Total, yo llevaba falda corta, el se arrodilló en el piso y comenzó a lamerme estando yo de pie, sin quitarme la ropa interior, sólo la hizo a un lado, estaba chupa y chupa, parecía que quisiera tragársela, yo estaba al principio como un poco fría, pero de pronto me encendí a toda marcha, no puedo sostenerme de pie cuando tengo un orgasmo, me comencé a retorcer y el me pregunta “te gusta mi amor” (como si no lo supiera) entonces le digo cosas así más o menos, no sé porque es un momento muy intenso y pierdo el control “si papito s que rico, hay amorcito, me vas a matar”.

No aguanté más de pie y me recosté sobre la mesa, es decir, de pie pero con medio cuerpo tumbado boca abajo sobre la mesa y el mamándome desde atrás, pasaba esa lengua por mi culito y luego hasta mi cosita, a mi no me atrae tanto lo anal, pero cuando me pasa la lengua por el culito es muy rico, me excita mucho. Empecé a gemir como una loquita y a moverme como una maquinita. De verdad el me metía los dedos, chupaba, mordía y cosas así, pero no sé ni en que orden. De pronto me vine así tumbada en la mesa, este me sostenía porque es que las piernas se me van.

Me llevo a la cama y coloca acostaba boca arriba para seguir mamándome, pero yo quería que también me besara el culito, entonces me volteé, me puse en 4 pero con el pecho pegado al colchón, es decir, deje es culito bien paradito.

Luego, el sacó una chupeta (paleta) son redondas una bolita como de 1,5 cms de diámetro, entonces pasaba la chupeta por todo mi sexo, mi clítoris, el culito y todo por allí, me llenaba de caramelo y luego lo lamía, yo estaba echando chispas, de pronto me metió la chupeta, yo me dejé hacer completamente, a este punto sé que me lamía pero no sé dar detalles porque pasé de los gemidos a los gritos y desesperación. Tengo que aferrarme a la almohada o las sabanas para contenerme, es que me siento desfallecer de tanto placer.

Yo estaba retorciéndome, demasiado desesperada, hay papito, de pronto este ocioso, me mete la chupeta en el culo. Me dio un poco de miedo y le pedí que me la sacara. Allí si me dolió, pero nada de detenernos, el siguió mamándome de lo más rico y enseguida retome el rito. No sé amor cuantas veces me vine, si fueron varias o una larga, la verdad no puedo decirlo con certeza.

Entonces sentí de nuevo algo en el culito, más pequeño, era un caramelo de menta, se siente como frío por dentro, bueno como cuando te pones mentol, era un caramelo llamado Mentos, son redonditos, así es que éste sadiquito, sabe hasta que caramelos buscar para que no me maltraten. Total introduce ese caramelo en mi ano y sigue mamando de lo más rico.

Luego, se acuesta boca arriba y yo a cabalgarlo de frente a el, me gusta así, me inclinó hacía el y puedo besarlo, el tiene a su alcance mis nalgas y mi culito. Empiezo a moverme como una loca, el estaba tranquilo porque ni siquiera se lo había mamado, a veces, está así, con ese pene duro a reventar pero tranquilo. Yo arriba dale y dale, de pronto siento intenso y me paro, pero el se mueve.

Así veo que toma el empaque de caramelos (estaba nuevo) y comienza a metérmelos en el culito, primero uno, luego otro y así, yo siento la sensación de llenura en mi ano junto con una especie de frío por el mentol, y es que con la presión del pene adentro de mi vagina, como que se siente más, de pronto ya no sentía la sensación de frío y luego me vine súper intenso.

Normalmente no pido, pero como estaba en deuda tenía que hacerlo. Luego le pedí por favor que me lo hiciera con las piernitas en sus hombros, yo boca arriba y el arrodillado en la cama, me lo empujó que me sacó el aire, comenzó a darle y yo estaba lejos del orgasmo, pero estuvo dándole muy fuerte y profundo, de pronto me incomodaban un poco las piernas pero no dije nada, así empecé a sentir que me venía nuevamente, fue muy intenso, empecé de nuevo a gemir y acabe retorciéndome y rogándole que por favor me soltara, es que sentí que me iba a orinar o hacer encima, no sé si por los caramelos dentro de mi.

Total le pedí el 69, pero es que quería como descansar un poquito, le di una mamada que el robot rainbow que sale en TV se queda corto, se lo chupaba con una fuerza, le bese esas bolas, me lo hizo tan rico, que en agradeciendo si hubiera podido me lo hubiera tragado todo.

El a pesar de todo empezó a darme así con la lengua movimientos cortos pero rápidos, quería hacerme acabar pronto, luego, empezó con la mano, así ese movimiento muy rápido, yo mamaba como loca, pero mete y saca en la boca, sin pajearlo con la mano, quería hacerlo venirse a el antes que yo, pero que va, el usando su mano y yo mi boca no pude competir, me hizo venir de nuevo, chupe duro para compensar un poco mi desesperación pero no pude, tuve que sacarlo de mi boca y volví a venirme.

Así ya rendida, cuando me recupere, le pedí que por favor, parará que era momento para el disfrutar, entonces seguí mamando de lo más rico, le besaba la cabeza (del pene), lo pajeaba un poco, lamía a lo largo del pene, de pronto lo escuche decir algo como “hay bebe” o algo así, y se vino completito en mi boca, súper abundante, me lo trague completito, bueno si soy una bebita así tiene que ser. El no sé, después que acaba, le da como cosquillas y se mueve como si le diera corriente, así le quite la boca un momento y luego volví. Nos quedamos así un ratitos, exhaustos los dos.

No sé que pasa conmigo, hay días (como ese viernes) que me vengo una y otra vez, tanto que hay un momento en que no quiero más, no es que me sienta mal, es como cuando te ríes tanto que ya no quieres.

Esa noche luego lo hicimos de nuevo pero es otra historia.

Espero que te haya gustado y me regales tus comentarios.

Paty