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Categoría: Primera Vez

Jugadas peligrosas

Esta historia que les voy a contar, ocurrió hace mucho tiempo en aquella época en que yo aun no comprendía los cambios que mi cuerpo estaba experimentando.
Tenía 14 años cuando esta aventura ocurrió, vivía en un pequeño pueblo junto a mi mama solas en una hermosa casa junto a la playa. Como mis padres se había separado y mi hermana se había ido a estudiar a la ciudad, para mantener los gastos y las cuentas, mi mama tuvo que arrendar las piezas que quedaron desocupados, y un día como hoy llego un joven recién egresado a trabajar a la ciudad.
Era muy tarde en la noche y escuché que tocaban el timbre, mi mama corrió hacia la puerta y cuando abrió, vió a un joven angustiado, converso un rato con él y luego lo hizo pasar.
Como la curiosidad mató al gato yo de inmediato me voltee para ver quien era esa personita que fue a irrumpir tan tarde en la noche, y cuando nuestras miradas se cruzaron fue como si el tiempo no existiere sino tan solo los dos, no supe reaccionar, sus ojos pardos atravesaron mi interior para ver mi alma desnuda. No se si el sintió lo mismo, pero cuando mi mama rompió el silencio diciendo lo hermosa que era yo, mientras sentía como ardía mi cara por completo, y el sonriéndome asentía con la cabeza. Para que no se queden con la duda, él es el hombre más espectacular que he visto en toda mi vida. Tenia 25 años, era alto, de piel morena por sus rasgos orientales, tenía los ojos pardos, y pelo negro. Le comento a mi mama que antes de estudiar había estado en la armada, y eso explicaba por completo sus facciones físicas, su enorme espalda, brazos, y piernas, y quien sabe algunos dotes que jamás imagine conocer (pero eso mas adelante).
También le contó que venia por una pasantita por un año, y si por ese tiempo podía darle alojamiento, y como mama decía, el chico parecía muy bueno así que le acepto.
Yo no podía creer que aquel joven tan guapo estaría viviendo en mi propia casa.
Al poco tiempo fuimos ganando confianza y hacer muy buenos amigos, o bueno eso pensé yo, que a mi edad con mi inocencia no sabia que los amigos no se miraban como nos mirábamos ni se deseaban como los dos nos deseábamos.
No fue sino hasta un día de verano, en que literalmente caían los pavos asados del cielo, yo estaba en mi habitación con una polerita muy ajustada y una faldita cortita cuando todo esto sucedió, no es por tirarme flores ni nada por el estilo, pero para mi edad yo estaba bastante desarrollada, lo cual me gustaba y lo hacia notar a los demás.
Mi mama ese día tuvo que viajar a la gran ciudad a atender unos asuntos de trabajo y nos dejo solos a los dos, como decía yo estaba tirada en mi cama cuando el se asomo por la puerta y me vio, como la falda era cortita se me alcanzaba a ver parte de mi calzón, el me miró unos segundos atontado, y cuando yo le pregunte que le pasaba el se sonrojo me pidió perdón y bajo corriendo las escaleras a la cocina. Fue así como las cosas se dieron.
Esa misma tarde mi mama llamó porque se había quedado sin transporte así que tendría que pasar la noche allí.
Ignacio y yo nos alegramos, pero nadie se dijo nada y esa noche, que aun seguía muy calurosa, yo me acosté con una camisa y nada más. Eran cerca de las dos de la mañana, cuando sentí como mi puerta se abría, y mi corazón acelero sus latidos a mil, cuando sentí sus pasos acercarse hacia mi, lo sabia, era el y lo estaba esperando. Seguí con los ojos cerrados cuando sentí su respiración en mi cara, no se atrevía, pero estaba completamente encendido, y su instinto cada vez mas fuerte le pedía mi cuerpo transpirado, me tomo la cintura y bajó sus manos por el muslo y la pierna, yo tirititaba en mi interior y pedía que aquellas traviesas pero seguras manos siguieran con su recorrido a un lugar prohibido, muy escondido de mi ser, no conocía aun ese placer, pero pedía con un grito callado que aquellas manos pasaran alrededor de mi entrepierna.
Aun así tendida en mi cama ardiente por él, la razón le ganó pasión y se retiro de mí, y salio de mí cuarto.

Al otro día, en el desayuno no me dirigió la palabra, y aunque sabia cual era la razón de su silencio le pregunte, el me dijo que no era nada, pero yo insistí, me acerque a él con cara de pena pero muy coqueta y le pregunte que si ya no me quería, el muy nervioso me miro a los ojos, y me dijo que me quería mucho como a ninguna mujer, me tomo de los brazos, miró mis labios luego mis ojos profundamente y acercó lentamente sus labios hacia los míos, en un beso final. Podía sentir ya su respiración en mi cara, pero cuando nuestros labios se rozaron llego mi mama sin aviso.
Los dos nos separamos casi por instinto, yo tiritaba y seguro que el también, mi madre llego desde la entrada a la cocina contando como la había dejado el bus y como tuvo que encontrar un hotel de mala muerte para dormir, cuando nos pregunto que nos pasaba, si es que habíamos visto algún fantasma o algo así por lo pálidos que estábamos, nosotros nos miramos y al unísono y con la voz entrecortada dijimos que no pasaba nada.
Como nos vio con cara de enfermos nos envió a la playa a tomar un poco de sol y a bañarnos en el mar, a lo que ella se recostaba un momento para descansar.
Los dos caminamos por la arena sin habla, cuando el rompió el silencio, me dijo que le disculpara por “aquello” que había sido un momento de debilidad, no era correcto y por ningún motivo quería perderme el respeto a mi ni a mi mama, que me quería mucho como la hermana menor que nunca tuvo y que si era necesario se arrodillaba con tal de recibir mi perdón.
Yo no sabia que decir, ambos sabíamos lo que sentíamos y no era un amor de hermanos sino un amor de hombre y mujer, con ira le grité que lo amaba y que deseaba ese beso como a nada en el mundo, que sabia que había ido a mi habitación para tocarme y que al menos fuera hombre y reconociera que sentía algo por mi. Sin darme cuenta por mi disgusto el estaba delante mío y me abrazó dándome un apasionado beso, mi primer beso.
Sentí como metía su lengua en mi boca y jugueteaba con la mia, sentí como sus brazos subían de mi cabeza a mis muslos y sentía como lentamente me sacaba el sostén de mi bikini, los dos cuerpos semidesnudos se rozaban en un intenso beso, me recostó en la arena y su beso bajo cubriendo cada parte de mi cuerpo desnudándolo al son de las olas, primero mi cuello, luego bajo por mi pecho a mis pequeños senos, lamió delicadamente mis pezones mientras yo me extinguía en un fuego de placer, mis cinco sentidos estaban prendidos y alertas, luego como si este incesante placer recién comenzara bajo por mi obligo y a mi calzón. Me miro, y yo sabiendo que preguntaba asentí con la cabeza, y pude ver en ese instante el gran bulto que ocultaba su traje de baño a punto de estallar.
Bajó delicadamente mi calzón, separo mis piernas, y recién allí comenzó el verdadero placer, metió su lengua por mi clítoris y mis labios vaginales tomando todo el jugo que secretaba mi virgen conchita que lo deseaba.
Cuando nuestros cuerpos en contacto ya no aguantaban tanta presión, se bajo sus pantalones y saco su enorme pene, y de verdad no es porque fuera inexperta ni nada pero eso era gigante, yo me asuste al verlo, nunca habia visto uno, pero me dijo que no tuviera miedo, me iba a doler un poco al principio pero luego me iba a acostumbrar, el lo iba a hacer despacito, y sin nada más que decir metió la cabeza de su pene en mi conchita, comenzó la penetración, primero solo la mitad, porque tuvo que romper mi himen que representaba mi primera vez pero luego todo de una vez, fue tanto el dolor que me llegaron a salir lagrimas, y siguió luego lentamente a compas de las olas adentro y afuera, me apretó hacia el fuertemente hasta que le comencé a tomar gusto y todo ese dolor se convirtió en placer y mas placer, a gritos y gemidos le pedía que no se detuviera que le diera mas y mas fuerte, hasta que en un grito final descargó toda su leche dentro de mí, sentí su liquido caliente en todo mi ser y como una gran explosión que viajaba por mi cada centrimetro de mi cuerpo nos quedamos allí abrazados, con nuestros cuerpos sudorosos, en la arena junto al mar.
Este juego recien comienza, mas adelante para los interesados les puedo contar como termina esta historia
Datos del Relato
  • Autor: Valentina
  • Código: 15940
  • Fecha: 05-02-2006
  • Categoría: Primera Vez
  • Media: 5.42
  • Votos: 72
  • Envios: 8
  • Lecturas: 3980
  • Valoración:
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