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~Mientras almorzaba luego de finalizar toda una mañana de trabajo en un viaje de negocios a la capital, vi que en una mesa al otro lado del restaurant habían tres hombres, que me miraban casi sin disimulo, los tres serían de entre 50 y 60 años, al rato vino el mesero y me dijo que los señores querían invitarme para que no almorzara sola, le dije que les dijera que muchas gracias, pero que mi esposo no tardaría en llegar, cosa que no era cierta ya que viajaba completamente sola.
Volví a mi hotel y mientras veía la televisión a eso de las 2:30 de la tarde, sonó el teléfono, era un brasilero alto ejecutivo de la empresa con la que estábamos cerrando el trato comercial por varios millones de dólares, el había estado flirteando conmigo toda la mañana lanzándome floridas indirectas y frases de doble sentido, había sido respetuosamente atrevido pero se me había insinuado abiertamente al final; me dijo que si yo quería él podía hacer inolvidable esa tarde para mí, la verdad es que entre tanta galantería y mi eterna necesidad de sexo me había despertado la curiosidad morbosa, sobre todo porque se trataba de un hombre negro muy alto y fuerte, no dejaba yo de pensar en cómo estaría genitalmente dotado dada la fama que tienen los negros, yo nunca había tenido la oportunidad de comprobarlo.
Me dijo que si me parecía bien me pasaría a recoger en una hora, que como me había dicho en la mañana, para esa tarde tenía una sorpresa especial para mi, luego me dijo como imaginaba el que era mi cuerpo desnudo, asi como cuanto y como le gustaría culearme y paso a describirme como pensaba el que seria yo en la cama, yo no le dije nada, pero mientras lo iba escuchando, mi cuerpo empezó a reaccionar, mis pezones se pusieron duros y mi conchita se encendió de deseo, me quite la ropa y me recosté desnuda mientras me hablaba, cuerpo empezó a entrar en calor, mi cuerpo pedía a gritos ser poseída, comenze a acariciarme los senos y luego siguiendo la línea de mi vientre llegue a mi rajita y comenze a acariciar mi clítoris, con ahogados susurros lo animaba a seguir seduciéndome con su voz, hasta que con un gemido tuve un explosivo orgasmo que me dejo sin aliento, al recuperame le dije que lo esperaba y tranque el teléfono.
Esa hora de espera se hizo eterna, me excitaba saberme deseada asi, quería ser culeada por una gran verga negra, la del brasilero seria mi primera y la ansiedad de la intriga por su tamaño me llenaba de morbo, era increíble el deseo que despertaba el solo pensar que iba a ser culeada por el negro brasilero. A las tres y media llamaron a la puerta del cuarto, salí a abrir la puerta, era el ejecutivo brasilero me saludo con un beso en los labios y tomandome del brazo me condujo al ascensor, afuera nos esperaban en un auto, el no manejaba, estaba acompañado por otro negro, me dijo que subiera, al verme sola con los dos tuve un poco de miedo, pero el deseo pudo mas y subí a la parte trasera. Me dijo que ese era su hermano Gersón, el como yo ya sabia se llamaba Paolo, que ellos como buenos hermanos acostumbraban a compartir todo en su vida y ambos rieron, yo estaba excitada pero asustada, entonces Paolo me dijo que me relajara, giro su cuerpo hacia mi, me tomo de las piernas y estiro mi cuerpo hacia delante, tomo mi tanguita y la arrancó, todo fue tan rápido que no tuve tiempo de hacer nada.
Paolo le entregó la tanguita a su hermano, este la tomo y le dijo que yo estaba lista para culear porque la tanguita estaba mojada y con un rico sabor a “buceta”, al escuchar esto Paolo metió su mano entre mis piernas y fue directo a mi rajita, al sentir que estaba mojadita, empezó a meterme un dedo, yo ya me relaje y empecé a disfrutar, no pude evitar gemir bajito, el empezó a aumentar el ritmo de su dedo en mi conchita, yo empecé a pedirle que siguiera que no parara de masturbarme, el asi lo hizo provocándome un fuerte orgasmo durante el cual me metió completos dos dedos que los sentí como una verga normal, recuerdo que pensé “si asi tiene los dedos como será la verga”, para deleite mio Paolo me dejo los dedos adentro todo el tiempo que duro el corto viaje.
No se por donde fuimos, solo recuerdo que entramos a una casa grande, en cuanto bajamos, Paolo me tomo de la mano, me llevó a una sala grande, me desnudo, luego me dijo que no me asustara, que confiasé en el y me preguntó si quería gozar como loca, el me hablaba sin dejar de manosearme para que no bajara mi excitacion, le dije que si, que confiaba en el y que haría todo lo que el me dijera, Paolo me tomo de la mano y así desnuda me llevo al segundo piso, abrió una puerta y al ver adentro me asuste, Gersón desnudo estaba acariciando a un perro grande, creo que era un pastor alemán, le pregunte para que era el perro, el me dijo que solo podía considerarme una perra si era cojida por un perro y ambos se rieron, yo le dije que no que con el perro no lo haria, que nunca lo había hecho con un animal, entonces el me dijo que solo lo haría si estaba de acuerdo y que nada sería a la fuerza.
Entonces para tranquilizarme y cambiar de ambiente, me llevo a otro cuarto, me hizo echar en la cama e inmediatamente empezó a mamarme la rajita, yo volví a perder el control de mi, el que me mamen la rajita me descontrola, le pedí que me metiera la verga de una vez, pero el queria realmente enloquecerme, chupaba mi rajita, luego subía besando mi cuerpo hasta mis enormes tetas y nuevamente bajaba a mi rajita, en eso entro Gerson, Paolo sin dejar de chupar mis senos ni dejarme ver la verga de su hermano se hizo a un lado, Gerson con su verga dura y lista se acomodó entre mis piernas y empezó a metermela, esta era algo extremadamente grande, así que no pude contener un gemido de dolor y placer, el fue metiendo y metiendo su verga en mi conchita, yo sentía que me partían, pero al mismo tiempo me inundaban de un gran placer.
De pronto Paolo colocó su gran verga en mi boca, estaba tan locamente excitada que solo atine a separar mis labios lo mas que pude y empezar a chuparla mientras el me la deslizaba hacia adentro y aunque intentaba, apenas podía meter la cabeza de su verga, el intentaba meter un poco mas en mi boca, pero era imposible por su grosor. Gersón me halo por las piernas y volteándome me colocó al borde de la cama, hizo que apoyara la cabeza en el colchon dejando mi cuerpo inclinado y mi trasero hacia arriba, me volvió a meter la verga en la rajita y pronto empezó a aumentar mas y mas el ritmo de sus movimientos de penetracion, yo no podía evitar emitir gemidos de placer y dolor, si bien el goce de tener su gran verga dentro de mí me provocaba un enorme placer, a momentos esta por su gran grosor y largo también me lastimaba al llegarme al fondo de la vagina y traspasarme la cervix entrándome en el utero. Estuvimos así un poco mas hasta que sentí como Gerson me halaba por las caderas y penetrándome casi hasta el fondo del utero me inundaba de su semen, no solo su verga era enorme, sino que la cantidad de semen que deposito en mi rajita era tanta que empezó a salir a presión junto con su verga, en ese mismo instante no se porque tuve unas ganas inmensas de orinar las que a duras penas podía contener, haciendo un esfuerzo me levante y con piernas temblorosas fui al baño a aliviarme de la vejiga y a lavarme.
Al regresar me encontré cara a cara con Paolo, mire su verga y esta me parecio mas grande de lo que recordaba cuando intente mamarsela, pensé que no me entraría, el se me acerco y empezó sin mas a besarme y a acariciar mi cuerpo, en dos segundos estaba sobre la cama siendo tocada y besada de arriba abajo por el brasilero, se subió sobre mi, su cuerpo cubría todo mi cuerpo, mi cuerpo se perdía debajo de su cuerpo, acariciaba mis senos con una mano, mientras con la otra no dejaba de masajear mi clítoris. Bajo su lengua por todo mi vientre al encuentro de mi rajita y empezó a chuparla, su lengua era grande como una verga, empezó a culearme con su lengua, yo empecé a gemir de placer, entonces sentí otras manos sobre mis tetas, había olvidado la presencia de Gersón, yo estaba sintiendo un placer loco, un hermano acariciaba mis senos mientras el otro me culeaba la conchita con su lengua, de pronto Paolo se levanto, yo le dije:
- No papi, ¡no!, no quiero que pares,
Pero Paolo sin decirme nada, se hizo a un lado y le dijo a Gerson que yo ya estaba lista, me colocaron al borde de la cama, yo estaba con mi cuerpo inclinado hacia delante apoyada en la cama, Paolo se colocó detrás de mí, y empezó a meterme su verga en la rajita desde atrás, me lentamente me fue entrando y entrando, dolorosamente dándome mas y mas placer, cuando me metió toda la verga paro un instante y luego empezó a moverse en un mete y saca ritmico, yo tenía la rajita bien abierta y los ojos cerrados, estaba disfrutando al máximo el glorioso placer de estar siendo culeada por tan enorme aparato, pero entonces sentí algo duro pero carnoso en mi boca, abrí los ojos y me encontré con la gran verga de Gerson intentando culearme por la boca, yo estaba tan excitada que no me importo su tamaño ni nada, simplemente abrí la boca y empecé a chupársela, esa verga era tan grande y gruesa, que tan solo una mínima parte ocupaba toda mi boca y garganta.
Mi morbo y goce sexual fueron aumentando y aumentando al sentir la rajita y mi boca usada por los dos hermanos para su satisfacción y la mia, yo estaba enloqueciendo de lujuria, al llegarme el primero de una serie de orgasmos mi vientre empezó a convulsionar de placer y mis caderas se movían en un remolino de pasión haciendo que Paolo me llenará de su ardiente y espeso semen, el sentir su eyaculación dentro del utero me produjo un orgasmo tan potente que tuve que soltar la verga de Gerson para poder gemir de placer. Paolo se quedo dentro de mi acariciando todo mi cuerpo, empezó besando mi cuello y fue recorriendo toda mi espalda de arriba abajo enervándome sexualmente como si no acabara de tener los orgasmos que tuve, yo estaba como drogada de deseo y excitación sexual.
Le dije que me culeara de una vez, Paolo no dejaba de decirme que era “uma boa piraña”, sacándome la verga cargo mi cuerpo, me acostó sobre la cama, levantó mis piernas sobre sus hombros y colocó la punta de su verga a la entrada de mi conchita, el riendo se quedo así, no hacia nada solo me miraba sonreido, yo sabia que si no tenía otra vez su verga dentro mió nada me calmaría, mi deseo de ser penetrada por esa verga era tal que le pedí nuevamente que me cojiera de una vez, el se reía al ver mi excitación y desesperación por tenerlo bien adentro, yo intentaba clavarme su verga empujando mi rajita a su encuentro, pero el se movía y no lo permitía.
- Por favor papi metemelo, que no aguanto las ganas de tenerte adentro de mi, le suplique casi llorando,
Entonces su rostro cambio, acercó su verga a mi conchita y empezó a meterme su verga, era tan grande y gruesa que parecía que me estaban metiendo un tronco y no una verga, empecé a pedirle que me la metiera despacio que me estaba haciendo doler, el me decia que no me preocupase, que pronto solo me daría placer y nada de dolor, mientras su verga se abría campo en mi conchita, el placer iba aumentando, era un placer loco, diferente a todos los que había sentido antes al culear, era un tipo de placer que solo estos dos hombres me han dado, el sentir su gran verga en mi conchita me producía una mezcla alucinante de dolor y gozo sexual.
Fue metiendo su verga en mi conchita lentamente, haciendo que yo vibrara de lujuria y le pidiera que me partiera en dos, que me diera mas duro, con todo, que me culeara bien culeada, Paolo sabia moverse con su gran verga, dándome placer que iba aumentando y aumentando en la medida que sacaba su verga hasta la enorme cabeza para volver a enterrármela y meterme cada vez un poco mas, siguió así hasta que me metió toda la verga, ahi paro unos instantes y luego empezó a moverse, despacio pero a un ritmo exquisito de locura. Yo ya estaba a esta altura totalmente entregada de gusto, entonces el paro me saco su verga haciéndome gemir por el corte, Paolo se acosto en la cama de espaldas con su verga dura y colosal apuntando hacia arriba, me agarro por la cintura y alzandome como una pluma me llevo a sentarme sobre el clavándome la gruesa cabeza de su verga entre los labio de mi rajita.
Nuevamente sentía que su verga me estaba partiendo en dos, quise levantarme, pero me tomo de la cintura y con fuerza pero despacio empezó a empujarme hacia abajo, si bien sentía rico, en esa posición también sentía que su verga era mas gruesa, mas grande, mas dura, nuevamente intente levantarme, pero al impedirlo, Paolo me jalo mas fuerte hacia abajo y esta vez de un solo golpe me ensarte completamente en su verga, solté un alarido por el dolor, que en segundos se convirtió en placer.
Paolo con su verga totalmente clavada en mi conchita y mi cuerpo a su disposición empezó a masajear mi clítoris para que el gusto apagara el dolor de la clavada de su verga, mi cuerpo comenzó a reaccionar y yo a gemir, el empezó a mover mi cuerpo de arriba abajo, que locura, yo misma no lo podía creer, mire al espejo del tocador frente a la cama, estaba como una perra caliente, con esa verga descomunal clavada dentro mío y moviéndome de arriba abajo buscando mas y mas placer, en el espejo podía ver su negra verga entrando y saliendo de mi rajita, el verme así, traspasada por esa enorme verga negra aumentaba mi deseo y mi excitación. Paolo me pregunto si ya me habían cogido por el trasero, riendo le dije:
- No, hoy no y además no estoy loca para dejar que tú me la metas por ahí,
El ya presumía que me daba miedo y que por el culo no quería hacerlo con él, el no me dijo nada, volvió a aumentar el ritmo, me tomo de la cintura y me subía y bajaba como él quería sobre su verga clavada en mi conchita, Gerson se colocó detrás de mí y empezó a acariciar mis pezones y enormes tetas y a besar mi cuello, yo volví a gemir de placer y les pedía que siguieran, que no parasen que quería mas y mas verga, en medio de esa locura, no me di cuenta de sus intenciones, en un momento Gerson hizo que me acostara sobre Paolo, este tomo mi rostro entre sus manazas y empezó a besarme, saco más de la mitad su verga de dentro de mi rajita sin dejar de besarme y sujetar mi cuerpo contra él, entonces sentí como Gerson estaba untando algo húmedo en mi trasero, era una crema o algo así, quise levantarme, pero Paolo me sujeto y me dijo que era mejor para mi relajarme y disfrutar.
Yo no quería que me obligaran a dejarme coger por el culito, no es que culear analmente no me guste, solo que unas vergas tan desproporcionadas con mi agujerito me producían terror y pensaba que hasta podrían dejarme inútil, quería salir de ahí, pero sabía que sin dejarme culear por ellos como quisieran sería imposible, entonces Gerson desde atrás me mantuvo en la posición que estaba con una de sus manos y con la otra empezó a masajear mi clítoris mientras me mamaba el hoyito del culo, esto me cambio la perspectiva de lo que se me venía encima, la increíble sensación erótica que esto me produjo más la morbosa situación de ser sometida por la fuerza en que me encontraba y mi inmovilidad, extrañamente generaron en mi el oscuro deseo de ser usada como una puta, como una como perra callejera tomo control de mi, el deseo de ser cogida por el culo también, así que me relaje y les pedí que me lo hicieran despacio, Paolo me soltó y dejo que me acomodara, saco su verga de mi rajita y me prepare en esa posición acostada sobre su cuerpo a recibir la verga de Gerson en mi trasero.
Gerson empezó a meterme muy despacio la verga en mi hoyito trasero, mientras iba entrando, yo iba sintiendo más dolor que placer, al ver mis gestos, Paolo empezó a besarme y a acariciar mi cuerpo, mientras masajeaba mi rajita con su verga. La verga en mi trasero entraba de a poco hasta que la sentí toda dentro, entonces Gerson le dijo a Paolo que podía metérmela, así con la verga de su hermano clavada en mi trasero, Paolo levantó despacio mi cuerpo, colocó su verga en la entrada de mi rajita y por el peso de mi cuerpo unido al de Gerson empezó a entrarme en la dolorida rajita la descomunal verga, parecía que mi cuerpo se iba a partir en dos, creí que no iría a aguantar, pero estaba equivocada, la verga de Paolo entraba y entraba en mi rajita, era increíble, tenía la verga de Gerson clavada en mi culo y la verga de Paolo ya estaba terminando de entrar en mi rajita.
Al fin, la verga de Paolo me entro casi toda, entonces los dos dijeron algo que no entendí y empezaron a moverse. Se movían con tal ritmo que mientras uno empujaba su verga dentro mío, el otra la sacaba hacia fuera y nuevamente hacían lo mismo una y otra vez, y aunque me dolía mucho al principio, pronto comencé a gemir de placer, nuevamente estaba como drogada de placer, era una culeada increíble, una locura de lujuria y goce sexual. Ellos manteniendo su coordinación en sus movimientos de mete y saca empezaron a aumentar el ritmo de sus vergas dentro de mi concha y culo, yo empecé a temblar de placer, tras un largo tiempo de agonía orgásmica que me hacia estremecer cada vez que alcanzaba un orgasmo, sentí el semen de Gerson inundando mi trasero y casi al mismo tiempo sentí a Paolo llenarme el útero con su leche caliente y espesa, esto me produjo un último orgasmo que fue como una intensa eclosión de placer nunca experimentado por mi antes, ambos me abrazaron al terminar y Paolo termino la cogida dándome un beso increíble.
Se levanto de mi espalda Gerson y se retiro al baño, Paolo pese a haber terminado, aún mantenía su verga dura dentro de mi rajita, yo todavía temblaba de placer, el me preguntaba si me había gustado, yo le decía que si, él como si fuese mi enamorado, me acariciaba el cuerpo, el cabello y me besaba, yo correspondía agradecida por todo el placer que había recibido de él y su hermano. El brasileiro sin sacar su verga de dentro de mi conchita empezó a moverse y a moverse, entonces sentí que su verga comenzaba a crecer y a endurecerse dentro de mí, yo ya estaba nuevamente lista para que el me culeara, así que tomando su rostro entre mis manos comencé a besarlo con mi lengua bien metida en su boca y jugando con la suya, pronto me di cuenta que su verga había alcanzado su plena dureza y tamaño dentro de mí, el sentir esa colosal virilidad tan dura llenándome a reventar todas las entrañas y ensartándome hasta el útero, hizo estremecer mi cuerpo, yo no sé si estaba ninfomaníaca pero ya deseaba ser culeada por el nuevamente.
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