Deteniéndose Jayner en una gasolinera pide el servicio completo al despachador mismo.

Entre tanto Jayner en vivo y a todo color anda maquillándose y peinándose cómo acomodándose un poco el uniforme de administrativa que está mañana lleva puesta nada menos que falda ajustada, entallada y ceñida de ahí marcada por los contornos y silueta que de la cintura hacia las piernas tiene cartucheras, muslo tés, nalgona, y así culona.

Se le corre la falda que no lleva pantimedias para nada que abre sus entrepiernas dejándose ver su hilo dental cachetero entre tanto tiene al pobre despachador en un desvivir y sobre todo nervioso especialmente excitado con la pinga que mientras termina de hacerle los servicios y termina de llenarle el tanque de gasolina del automóvil de Jayner.

Sonriéndose Jayner le pregunta al despachador finalmente cuanto es lo que le debo por todo amable y fabuloso despachador de la gasolinera que para rematar las casualidades tiene desabrochada la blusa al dejarse exhibirse y mostrarse coqueta, cautivada, provocadora, seductora, deleitadora, deseadora, incitadora, insinuadora, calentadora, excitadora, lujuria dora, etcétera que el despachador le habla en total son 65 dólares, que Jayner pone una carita de preocupada solamente cargo justamente 15 dólares y no puedo echar para tras a un cajero bendito para sacar el resto del dinero en que se apoya con un seno en la ventanilla de la puerta de la conductora al mostrarle casi el pezón donde el despachador de la gasolinera le dice bueno acepto lo que tiene en dinero el resto lo pongo de mi bolsillo alegrándose y mandándole un besote Jayner le agradece la amabilidad y dulzura cómo cortesía al echarse andar y marcharse de la misma gasolinera en dirección a la universidad. Qué ya lego manejando se ríe al tirarle la carnada que cayó redondo en su trampa el despachador de la gasolinera ya que no quería soltar tanto dinero en persona en la mañana de hoy la vanidosa y manipuladora de Jayner y mucho más hoy por hoy.