Sentado el colega frente a la computadora procesando información de suma importancia. Entrando por la puerta Jayner Jenkins Peterson, le habla sonriéndole muy buenos días tengas Elliot Harrison, entonces Elliot sonriéndole idénticamente le saluda al preguntarle en que puedo servirte querida Jayner; entonces con un sobre grande en la mano derecha, efectivamente Elliot Harrison le habla día tras día estás más buenona asimismo más coqueta incluso más sexy igualmente más deliciosa como más deleitosa.

De pie frente a frente en persona como en vivo y a todo color, se queda fijamente mirándolo la misma Jayner Jenkins Peterson algo callada con rostro iluminado como sonriéndole siempre, jugando con los dedos de la mano derecha con el lapicero constante en que se contonea de las caderas como de los muslos que anda vestida con botas negras de tacón alto luciendo por supuesto, a su talla una falda azul oscura con camisa de manga larga celeste con saco del mismo color que la falda azul oscura; se pone de pie y sale del escritorio Elliot Harrison, al caminarle detrás cómo delante y de perfil al no quitarle los ojos de encima de caliente como lujurioso hasta incitado especialmente atraído sobretodo fascinado igualmente deseándola finalizando en que le excita completamente Jayner Jenkins Peterson.

Subiéndose la falda azul oscura se agacha al instante hacia los pies de Elliot, pegado a más no poder, le baja el zipper del pantalón sacándole completamente y exhibiendo el enorme como gigantesco hasta duro asimismo poderosa pinga en que no se hace esperar Jayner ni tampoco hace esperar a Elliot, entrándole a besarle como lamerle hasta saborearle precisamente desde abajo de los meros huevos subiendo y avanzando continuamente inspirada por el glande de ahí, dirigiéndose a poseer como dominar hasta aferrarse inclusive agarrarle la cabeza que le entra a lamérsela como chupársela también devorársela finalizando al mamársela con todo el gusto empedernido como pervertida siendo hoy día la prostituta ejecutiva universitaria por excelencia en la persona de Jayner Jenkins Peterson.

Mientras lo tiene con la pinga metida en la boca está acariciándose como tocándose hasta hurgándose inclusive jugueteándose también emocionándose asimismo cautivándose con una mano en la ingle como vagina hasta por debajo de las mismas entrepiernas Jayner Jenkins Peterson, Elliot no puedo evitarlo ni resistirse ni aguantarse al tener atrapado en una mano un seno de Jayner Jenkins Peterson que se pasa agarrándoselo como pilliscandoselo y por supuesto jalándoselo suavecito y leve hasta superficialmente la teta divina y sabrosa como buenísima hasta riquísima que le antecede como corona hasta vitorea a la misma Jayner Jenkins Peterson.

Quitándose de pie el saco junto a la camisa terminándose así de soltarse el brasier quedándose solamente con la falda azul oscura puesta y levantada en la cintura, se pasa manoseándose como tocándose hasta acariciándose a lo largo de arriba hacia abajo las piernas como los muslos inclusive las nalgas y la raja del culote que tiene tan exquisito, doblada con los codos apoyándose sobre el mismo escritorio de Elliot Harrison al ponerse las dos manos apretándose y abriéndose los glúteos mostrándole al exhibirle la raja del culo.

De ahí Elliot no se espera haciéndosele agua a la misma boca en que la penetra y mete la cara al lamérsela como comérsela hasta besársela de ahí, zaceársela; que jadea igualmente gime con todas sus fuerzas, ganas, ánimos y deseos incontrolables e incontenibles a su paso por la misma Jayner que es sumamente dominada en el acto sexual en horas laborales con un colaborador que desde hace tiempo le está tirando los mismos perros sobretodo coqueteándole descarada y sinvergüenzamente siempre cuándo la ve y la saluda el mismísimo Elliot, al complacerlo como cumpliéndole hasta consintiéndole especialmente haciéndole realidad lo que tanto pregona finalizando le ha pedido reiteradas veces a la mismísima y queridísima como deleitosa y deliciosisima Jayner Jenkins Peterson.

La folla y coge hasta le mama como hurga continuamente al venirse este, se agacha abriendo la boca para que el dispare los polvos al masturbarlo y tragárselo ricamente por parte de la eufórica como plena hasta excitada prostituta ejecutiva universitaria de empresas con mucha excelencia personificada con los meros hombres que deambulan a su alrededor a tutiplén por doquier actualmente tanto en el trabajo como fuera de su hogar.