Jay anda de compras en el súper que viene de salir de la universidad que anda vestida con una falda tubo combinada efecto polipiel con una blusa de manga larga color azul pálida con botas negras de tacones altos. Deteniéndose en las cavas de vino se agacha al buscar y al escoger su favorito que hoy cenara carne al carbón tranquila anda viendo las variedades como las marcas incluso los precios de estos, en que le pasa rosándole toda la parte baja de la propia carretilla por todo su culón en que se detiene al virarse con cara de sumamente molesta hasta seria como fastidiada a punto de mandarle esta bofetada a un hombre que también anda comprando aquí en el súper que con cara de apenado y abochornado le pide un billón de disculpas por lo de la parte baja de la carretilla, poniéndose de pie Jay escuchando las disculpas le dice por mi parte no hay ningún problema al respeto en que sigue comprando al poner el vino que ha escogido de antemano para su carne al carbón que cenara hoy haciéndose agua a su boca con solo pensarlo e imaginarlo.

Se detiene en las canastas de frutas doblada escoge unos jugosos melocotones igualmente albaricoques para su desayuno en que otra vez le pasa al rosarle por segunda ocasión todo su culón a Jay pero está vez el lado de la carretilla en que otras vez se voltea con cara de seria, molesta, fastidiada, jodida, en que está a punto de mandarle y aventarle su merecida bofetada a este hombre que otra vez le pide un billón de disculpas por lo de la carretilla es que ando sumamente distraído con muchas cosas en la cabeza que me tienen preocupados como estresados incluso le digo que tengo más de un mes que me ocurren unas cosas sorprendentes en que le cuento he estado a punto de morirme por accidentes automovilísticos y otros en mi propio trabajo y mucho más en que se lo acepta de buenas maneras Jay las disculpas por segunda ocasión en que escoge sus albaricoques y melocotones al ponerlos en la carretilla de compra en que sigue su súper.

Deteniéndose hasta haciendo fila de ahí esperándola que la llamen por el numero de turno que tomo hace poquito la misma Jay en que anda específicamente viendo las variedades de carnes que tienen para hacerla al carbón que lo tomara con el vino que escogió acercándosele por tercera ocasión el mismo hombre en que esta vez pegado por detrás al tomar un numero de turno en que le rosa su trasero con el móvil metido en un bolsillo trasero en todo exactamente en el propio culón de Jay en que otra vez poniéndose muy seria también muy molesta sobre todo muy fastidiada además muy jodida pero muy brava que ahora si no se contendrá para mandarle al punto esta garnatada que la ha controlado pero ahora sí le rebaso toda su tolerancia de ahí escucharle reiteradas veces los billones de disculpas que este le ha dado como excusa en que se lo toma del brazo alejándose de la gente frente a la carnicería en que le avienta esta garnatada en que le deja la marca en toda la cara y luego con sus dos manos agarrándosele la cintura le reclama déjeme de acosarme, sobrepasarse conmigo, hostigarme, perseguirme, alterarme, perturbarme, incluso le digo algo no le he dado la confianza, ni tengo el placer de conocerlo ni siquiera de tutearlo para que sepa le levanta la mano al mostrarle y al exhibirle un anillo que el hombre está enterándose que es una mujer casada y comprometida hoy día la propia Jay que se lo parqueo de un buena vez aquietándolo y rellenándolo profundamente en que lo deja al irse hacia su carrito de compra del súper en que le llama por su número de turno en que pide B/.8.50 de carne de cóstillon en que se lo entregan envuelto al ponerlo en el carrito al dirigirse hacia la caja al pagar y empaquetarle al salir hacia su auto al meterlo todo en el mismo maletero de su automóvil en que Jay va abriéndolo para abordarlo en eso la intercepta el hombre que le llora instantáneamente al arrodillarse en que la entrelaza y abrazándola de sus entrepiernas en que Jay lo pone de pie que le pasa hombre solo le hable fuerte para que me respetara y dejara tranquila al respeto no era para denigrarlo ni ofenderlo, le confiesa el hombre entre llantos es que me diagnosticaron un cáncer terminal en que me queda solamente 6 meses de vida y necesito del cariño como atención hasta el amor de una mujer ya no tengo novia ni esposa hoy día.

Escucha esto Jay se conduela y entristece repentina como profunda hasta atinadamente en que le dice al hombre bueno sígame para que estemos cómodos en la intimidad de mi hogar para que hagamos el amor y el sexo para reanimarlo y limar asperezas que le parece mi propuesta encantándole de inmediato al cambiarle el semblante de la cara de este hombre por una sonrisa maravillosa, espectacular, sensacional, emocional, fascinante, fabulosa, entre muchas otras cosas marchándose del mismo parqueadero del supermercado en la noche de hoy. Continuara.