La primera ocasión que llevo en mis recuerdos como en mi mente cuándo sin decirle nada a Jay, me la ligue en plena oficina de expedientes. Luciendo como modelando hasta vistiendo a petición mi su atuendo de uniforme de ejecutiva universitaria, que por los mil coños en la figura de sus contornos anatómicas realzando sus muslos como sus entrepiernas y qué decir de sus senos que me hacen agua a la boca al imaginarme todas aquellas vainas, que nos involucran al rondarnos especialmente las miradas y las tremendas ganas que le tengo en vivo a todo color. Hoy día a voz populi, a esa mujer que es mi compañera de trabajo en la oficina de registro y para rematar las cosas, mi mejor amiga con hija y esposo todo junto el combo.

Jay me avisa que no tiene planes algunos, luego de que salimos de trabajar con la suerte que le viene como anillo al dedo, que su queridísimo esposo en que le es infiel y adultera conmigo estará de viaje exactamente por unos seis meses fuera de la ciudad, y que su hijita está disfrutando y pasando las vacaciones de verano en el interior de la república con la familia de Jay. Sin perder tiempo marcamos nuestras salidas bajando por el estacionamiento, que da al mismo sótano del edificio de la sede principal de la universidad, donde laboramos los dos hoy día, siendo las 5 con 2 minutos y 35 segundos dentro del automóvil nos marchamos al salir a disfrutar de la tarde soleada, que tenemos muchos planes planeados anticipadamente con un fino reloj yo y Jay. Mi pasajera deslumbrada con el grueso que se vuelve proporcional sus piezas con tal naturalidad las entrepiernas y los muslos coño, que le encanta ser traviesa conmigo al correrse la falda hasta las meras ingles. Carajo, se acaricia como manosea también toca además sobárselas, igualmente abrírmelas para que le vea el hilo dental diminuto como pequeño y que le cubre básicamente su clítoris como su ano hasta su mero rabo, con todos los glúteos enaltecidos en que es una tentación muy arriesgada cuando manejo pero controlo el timón del barco y deja que le pase la mano para probar la carne fresca que es la bellísima y coquetísima hasta picara finalmente ardiente como provocativa y atrayente Jay.

Nos metemos a un pushbotown que conoce Jay en que frecuentaba con su actual esposo cuándo andaban de novios para mayor intimidad y tener un ambiente diferente más apasionado como romántico por ambos, entrando por el garaje de la suite dejando su cartera en el mostrador no espero nada me la abalanzo en abrazadas y tocadas directamente recorriéndole totalmente su cuerpo como su cuello y su boca en que se chupa mi dedo pulgar derecho con todos los apetitos merecedores y que la calientan divina, fascinante, colosal, poderosa hasta excitantemente a la misma Jay en que se sube la falda del uniforme al quitarse y tirar lejos el saco junto con la blusa y el brasier al tomarse como apretarse con todo el gusto apetitoso como deseado hasta deleitada finalmente ardiente y arrecha como ardida los senos rozándose los pezones finalmente jalándose levemente de las puntas las tetas rojitas de Jay. Me la cojo al apoyarla sobre la mesa de ejercicio jadeando como gimiendo, con suma locura al hurgarse al mismo tiempo ella con su mano derecha la misma vagina en que está enteramente enloquecida como endemoniada hasta desquiciada, pero reiteradamente con un clímax que la inunda instantáneamente a pedir de boca a manos llenas, en que yo estoy encaramado en la misma mesa de ejercicio agachado bombeándole mi maquinaria sanguinaria y sensual gozando y desquitándome por todo ese tiempo que lo deseábamos pero no hay un día libre sin meternos en problemas ni estar presionados los dos. Gritándome no pares, sigue metiéndome tu coño profundo por mi verga, que está enardecida como enajenada hasta entre nos emocionada por el dominio que ejerzo dominantemente encima de ella al tenerla frotándole como fuera una lámpara mágica los muslos y las nalgas apetitosas como deliciosas y divinas para la edad que tiene actualmente Jay lo sabe hacer como toda una profesional y experta en el sexo parecida a una prostituta que le pagas lo que se te pegue la gana para que te complazca y se acueste contigo.

Fornicándola parados, pegada contra la pared con mi palote al tenerla entretenida y espectacular en que se pasa acariciándole los hombros, los antebrazos y peñizcandome mis pezones y mirándome exhortad sima pero feliz por entregarme a ella en cuerpo y alma, mostrándole lo bravío de macho levantón que no le importa involucrarse y meterse con una mujer casada con familia; me vengo en esa misma postura y pose en que no lo piensa dos veces agachándose al frotarme con las palmas extendidas de su mano mis muslos, nalgas, espalda, entrepiernas, mis testículos finalmente mi cintura limpiándome como toda una sexy sirvienta mi pinga que masturbo toda la leche caliente emanada y cocinada como preparada internamente de mi glandes, subiendo por el cuello de mi miembro hasta salir disparado como chorro de cañón por la cabeza de mi pene…