Abstraída también cautivada adicional embebida especialmente relajada sobre todo respirando aire puro y limpio finalmente con una cara diferente que se le ha visto y conocido hasta ahora a Jay, estrechándole la mano en persona por él atento como caballeroso además amable encargado del invernadero; plagado de mucho esplendor verde natural con tal sobriedad igualmente oliendo a naturaleza a nada más, que distraiga sus emociones como su mirada e incitada por tal magna ocasión que se le ha presentado de antemano a ella.

Sonriendo al dar pasos inaugurales por primera instancia, estando rodeada de lado de muchas orquídeas como helechos colgados del mismo techo, a sus pies plantas y la hierva fresca coposa como el suelo que pisa la querida y simpática hasta divina Jay.

Volteando de izquierda hacia la derecha y viceversa por cada paso que da por la densa plantaciones que tiene el mismo invernadero, colmándola de aromas agradables inclusive esbelto follaje que producen todas las especies de plantas como flora que hay presente en este, sintiendo abrigador la temperatura calurosa pasable que entrega la mañana con un solazo pujante, a través, del mismo techo claro provisto por todo lo largo y ancho de la instalación física del invernadero. Por lo que puede visualizar e identificar la misma Jay por sus bellos e iluminados hasta brillantes como fascinados ojos negros.

Dándole curiosidad al sostenerla por la mano derecha extendida una extraña hoja en forma de trébol de la buena suerte, la huelle al gustarle entrándole una probadita con la lengua al pasarla sobre la misma levemente encontrándola sabrosa, de repente al estar mirando y escuchando al encargado se siente mareada y que le da la vuelta la cabeza finalmente cae desmayada algo adormecida por aquella hoja extraña. Bueno sonriendo y aplaudiendo el encargado la carga en sus brazos fuertes acostándola encima de unos sacos de fertilizantes y de tierra abonada especial para el invernadero, abriéndole la blusa con el saco del uniforme de ejecutiva universitaria enajenándose por el atractivo de sus senos con el brasier puesto al besarle uno con tal tranquilidad del mundo, recorriéndola ampliamente desde la cintura por los muslos avanzando por las piernas con ambas manos, a la vez y simultáneamente no tiene pantimedias besándole una rodilla mientras le acaricia una pantorrilla con sandalias de tacón alto adormecida por espacio de dos horas la misma Jay; corriéndole ágil y habilosamente toda la falda azul oscura entallada como ceñida hasta ajustada descubriéndole el diminuto y pequeño hilo dental cachetero que solamente le cubre la micha hasta la ingle y solamente el rabo, acercándose para olerla encontrándola con una frescura de esencia natural de frutales tanto en la micha como en el ano al voltearla de lado hasta en el mismo rabo.

Le mete lengua y le muerde con la punta de los labios una teta erecta y enorme que es dueña de propia autoría hasta propiedad la misma Jay, pervertido le abre un lado del hilo dental para lamerle la micha al hurgarle un poquito con la punta de la misma los sabrosos labios vaginales, encontrándolos deliciosos y excitándolo al parársele la pinga sobresaliéndosele del mismo pantalón.

Volviéndola a como estaba vestida el mismo encargado a Jay dejándola acostada ahí, esperando que despierte al quedarse apoyado en una mesa de plantaciones le pregunta Jay que me ocurrió, le explico al tener está hoja en la palma de su mano la olio hasta la lamio es un somnífero natural que utilizan como ingrediente para los mismos sedantes que conocemos y existen hoy día. Incorporándose ve la hora Jay, al despedirse y salir para irse a su trabajo quedándole justamente una hora estrechándole la mano del encargado, agradeciéndole mucho y profundamente se haya tomado el tiempo para hacerle un recorrido exhaustivo por los rincones del invernadero, finalmente alejándose en el taxi la misma Jay que le dice adiós con la mano derecha por la ventanilla de este……