Esta es una historia que ya se la relaté a un amigo, este me aconsejó que la publicara.
Era una siesta de un verano caluroso, aún no era hora de presentarme a trabajar, no estaba nadie en la casa, así que busque en un periodico alguién con quien pasar un buen rato.
Yendo a la página de los avisos clasificados, me llama la atención uno que decía: joven, atlético, activo-pasivo,disponible a toda hora, y el número de teléfono. Lo llamo, me atiende una voz varonil, quien muy amablemente me invita a visitarlo.
Con aquella conversación ya empece a calentarme tanto, que me tuve que hacer una paja antes de irme, o de lo contrario al conocerlo me iba a venir en mis calzoncillos.
Subí al auto, lo arranqué, y en 20 minutos ya estuve al frente de un edificio centrico de departamentos, no muy elegante que digamos, pero el vecindario era bueno.
Subí hasta el 3er. piso, dpto. B, golpeé la puerta, luego de un instante me habre la puerta un joven de unos 25 años, alto, atlético,moreno, se le notaban los musculos por debajo de la remera y el jean ajustado que vestía no dejaba mucho para la imaginación pues se notaba un gran bulto en las entrepiernas.
Me recibió con una sonrisa, una cara muy linda por cierto, aunque no se trababa de un modelo, amablemente me dijo que pasara y así lo hice.
Lo seguí por un pequeño pasillo hasta una sala exóticamente decorada, con las lamparas cubiertas con unos lienzos celestes y verdes claros, el sofá tenia una cobertura de lo que parecía una piel de leopardo o algo por el estilo, parecía un burdel.
Me dijo si quería tomar algo, yo solo le pedí agua fría, por que tenía sed, no se si por el calor o por lo nervioso que estaba.
Me trajo el vaso de agua y nos sentamos en el sofá, al principio algo separados, pero luego el empezó a acariciarme el muslo izquierdo.
Me preguntó mi nombre y edad, me llamo Carlos le dije, tengo 35 años. Y vos le pregunté, me dijo que se llamaba Ivan y tenía 24 años.
Me preguntó si el me gustaba, yo asentí con la cabeza, porque estaba tomando el agua.
Lentamente empezó a cariciarme el pecho y luego el abdómen, yo ya sentía como se me iba endureciendo la pija.
También empecé a acariciarle el pecho y luego ya fui directamente a aquel bulto que le estaba echando ojo desde que llegué.
Se levantó y se bajó el cierre del jean, luego se sacó la remera, se sacó totalmente el pantalón y quedó con un sabroso slip negro, que claramente dejaba ver la erección que empezaba a tener.
Tambien yo por mi parte me empezé a desvestir hasta quedar solo en calzoncillos, se me acercó y empezó a besarme los labios , primero despacio, luego mas salvajemente. Yo le metía la lengua lo mas que podía, se sentía una agradable sensación al entrar en su boca, y saborearla.
Luego me tomo por el culo y me empezó a apretar las nalgas, me apretaba contra su pubis, que ya lo sentía bien grosso. Así tambien lo hice yo, nos abrazabamos y besamos por un rato.
Luego me dijo que me sentara, se puso delante de mi cara, se bajó el slip, y salio un enorme pedazo de carne morena, con la punta del tamaño de una manzana, entre roja y violácea, que se bamboleaba lentamente.
- Chupa! me dijo. Sin que me lo repitiera empecé a besar y lamer aquella fruta de la pasión, porque me pareció sabrosa. El me decía:
- que bien que chupás,miemtras gemia de placer y yo metia mas aquella cosa en mi boca, apenas pudiendo respirar, pero saboreandola cual manjar mas delicioso!
Al rato empecé a sentir un gusto ente salado y acído, la retiré de mi boca y vi que se estaba largando, sin dudarlo emepecé a chupar mas
y mas hasta tragar todo su sémen.
- Carlos, me dijo,- que bien que me mamaste, nunca antes me llegue en la boca de alguien.
- Está bien le dije, pero yo sigo recaliente.
Ahí nomás me baja los calzoncillos y empieza a chuparme la pija , luego me chupa los testiculos y al rato nomás me levanta las piernas con sus manos y enfila hacia mi culo.
Que sensación mas placentera aquella, sentir su húmeda lengua tratando de abrir mi agujero.
Parecía que tenía baterías, como un vibrador. No estoy diciendo que antes me metí un vibrador en el orto, pero algo así debe ser la sensación.
Estubo con su lengua bañando mi culo por mas de 10 minutos, al rato se retiraba para poder respirar y luego la metía nuevamente.
Tenia ya el ojete entreabierto por tanta saliba, que ya no aguanté mas y le dije:
- Ivan, métemela, métemela.
- Lo que tu ordenes, me respondió.
Se colocó un condón, que no sabía que habían tan grandes, y empezó a lubricarme el agujero con un gel transparente.
Le pedí que pasemos al dormitorio, para estar mas cómodos y me acoste en la cama boca abajo, con el culo algo levantado como el me lo pidió, empezó a cercarme aquella descomunal pija, que en ese momento no me puse a calcular cuanto tenía de proporciones, lo que solo quería es que no me doliese.
Primero sentí como apoyaba aquella cabezota contra mi agujero, primero suavemente y luego mas firme, la fue metiendo muy despacio.
Por momentos yo reprimía un grito, porque realmente me dolía, por otro gemía de placer.
Iba sintiendo como me partía en dos, al rato ya siento las bolas pegadas a mis nalgas.
¡ Me la metió toda !
Se quedó así por uno rato, besandome la espalda, yo también me volteaba para poder besarlo en la boca y poder meterle la lengua.
En eso hizo un movimiento bruzco y me la enzarto toda. Ya no reprimí el grito esta vez, me tapó la boca con la mano, y me pidió disculpas.
Se me escapó un lagrimón por la mejilla, por supuesto que por el dolor, o piensan que fué de la emoción!
Comenzó a menearse suavemente, como en circulos, ya casi no sentía dolor,y si, sentía mas placer, aquello ya era indescriptible, al empezar a sacar y meter aquella monstruosa pija en mi culo, sintiendo como sus bolas enmbestían contra las mías.
Entre placer y dolor sentía como mi culo se iba ensanchando por aquel baile del mete-saca.
Creo que me estuvo penetrando como media hora, que para mi se hicieron interminables, pues de pronto sentí como que ya se me agrietaba el culo.
De pronto me pidió que cambiaramos de posición, yo acepté, pero le dije que ni se le ocurra sacarla.
Hizo como una maniobra de malabarista de circo, y yo quedé boca arriba y el encima mio, con mis pies en sus hombros. Le mire a la cara y me sonrió, diciendome que ya se venía, luego de un rato de estar batiendola nuevamente en mi agujero, sentí como le temblaban los brazos y las piernas, y luego gritó, se habia largado dentro mío.
Antes de sacarlo, le pedí que me haga la paja y al rato largué sobre mi abdómen, nos quedamos un rato así, pegados uno a otro, escuchandonos jadear como perros, que sensación mas placentera.
Luego de darme un baño, nos despedimos con un beso muy apasionado.
Seguimos con nuestro encuentros casi durante un año, luego no lo pude ubicar mas.
me parecio muy exitante tu relato , muy vivido , pero no dices cuanto le pagaste o si fue gratis , pero eso no importa fue muy calientes los encuentros