Lo que seria una salida de hermanos termino en una cogida tremenda.
Era un viernes y me encontraba aburrida en casa, mi marido no llegaría hasta muy tarde ya que después del trabajo sale con sus amigos, mis hijos estaban con mi mama desde un día anterior, me puse a pensar en alguna amiga para poder salir a tomarnos un trago cuando sonó el teléfono.

-¿Hola Vero Que haces?
-¡Hola! Y ese milagro?.
-Oye Claudia no esta y hoy recibí un aumento te invito a cenar?
-En serio? No me estas vacilando? Ya tenia ganas de una invitación tuya, claro que si voy.
-Bueno te recojo a las cinco de la tarde.

Me fije y faltaban dos horas para la hora y me puse a buscar la mejor de mis ropas, yo se que a el le molesta salí con pantalon y encontré el vestido adecuado, estuve por mucho tiempo haciendo cosas y cuando menos acorde ya se acercaba la hora y me metí a la regadera, cuando salí y pensando que aun faltaba tiempo salí así desnuda y me encontré con el en la sala y ya tenia una cerveza en la mano, me quede sorprendida sin saber que hacer.
-¿Como entraste?.

-La puerta estaba sin el seguro y entre, que forma de recibirme.
-¡Dios mio!
Y cubriéndome corrí hacia el cuarto, yo tenia mi cara de mil colores, pero me repuse y me vestí, me maquille y salí donde el estaba aun sentado tomando su cerveza.
-Carlos, perdóname que me hayas encontrado así, en verdad no te esperaba tan pronto.
-No te preocupes, eso si me sorprendió verte desnuda, es la primera ves que te veo así y estas lindisima.
-Cállate sangron, ya vámonos.

Y nos subimos a su carro, yo iba contenta por ir con el, ya que desde que nos casamos no habíamos tenido la oportunidad de salir, no me di cuenta que el vestido se me había subido hasta que vi sus ojos mirándome e hice el intento de bajármelo, llegamos al restaurante y al bajar de nuevo me fije que trataba de verme, entramos y pidió una botella de vino y con la comida nos la terminamos y salimos.

-Bueno y ahora donde quieres ir aun es temprano. O quieres que te lleve a tu casa?
-No, aun no, es temprano todavía, vamos a pasear, vamos donde tu quieras.
Y cuando regresamos al carro, yo ya había perdido mis inhibiciones y me sentía valiente así que cuando subí al carro abrí de mas las piernas, el entro y arranco, anduvimos por la ciudad sin rumbo y llegamos a un lugar apartado de donde se podía ver gran parte de la ciudad, viendo el panorama paso el tiempo y decidimos regresar a casa.

Cuando llegamos el se sentó mientras yo me fui a cambiar de ropa, mientras me cambiaba pensé en el por primera ves como hombre al pensar que el trataba de ver mis piernas cuando entraba al carro y me excito, me quite mi ropa interior y salí con una falda mas corta y una blusa escotada, al mirarme en el espejo veía mis pezones duros y así regrese, el ya me esperaba con otro trago de vino y me senté junto a el.

-Carlos. ¿Que pensaste cuando me viste sin ropas?
-que eres muy linda y apetecible y que fuera una lastima que fuéramos hermanos.
-¿Y si no lo fuéramos? Sabes que sentí celos cuando las mujeres te veían?
-Yo también los sentí cuando te miraban a ti y es que eres muy bonita.
-Que pensaste cuando me miraban. En verdad me encuentras bonita?.
-Mucho y mas cuando te vi sin ropa, estas hermosa.
-Entonces Porque mi marido ni me toca? Ya tiene mucho que ni me hace caso, gracias por ser tan amable.

Y me acerque para darle un beso en la mejilla y nuestros labios se encontraron y ya no nos despegamos comenzamos a besarnos como hombre y mujer yo le tome su verga ya dura y se la comencé a masajear y el puso una mano en mis pechos, me levanto y me sentó en sus piernas, pude sentir la grades a de su miembro en mis nalgas, me levanto mi blusa y saco mis pechos y me los comenzó a mamar, me mordía mis pezones y eso me volvió loca de pasion, movía mis nalgas para que se me metiera pero aun estaba vestido.

-Vámonos a la cama te necesito, la necesito dentro de mi.

Y nos levantamos y caminamos para la cama, nos dejamos caer y abrasados nos entregamos, sentí su verga en mi raja, yo me movía el seguía pegado a mis pechos, le baje su cierre y con dificultad le saque su verga y me levante la falda y me la pasaba por todos lados, hacia el intento por metérmela pero el no se dejaba, puso una mano en una de mis nalgas y me la acariciaba, yo levante una de mis piernas y la puse en sus caderas y con una mano trataba de meterme su verga dentro de mi pero lo único que lograba era aumentar mas mi calentura ya que me la pasaba por mi botoncito, me le solté y fui besando su cuerpo hasta llegar a su verga y me la metí en la boca el dio un Ah! y se comenzó a mover comiéndome la boca, era tan grande que no me cabía toda pero le hacia el intento por hacerlo y se la mame por un buen rato hasta que sentí como se venia y me lleno la boca con su semen, normalmente me la saco cuando se lo hago a mi marido pero con el sentí las ganas de tragármelos y así lo hice y me sorprendió que cuando termino de venirse no se le ablando sino que siguió dura, me moví y me monte en el y me la metí, el me la saco y se puso condón, uno muy arrugado y cuando me senté en el el condón se rompió y no me importo, seguimos cogiendo, yo disfrutaba de su cogida que me daba y no tarde en venirme y creo que me vine unas tres veces sin parar, nunca me había pasado esto, nos movimos sin sacármela y el arriba de mi se movía me volvía loca con sus embestidas y cuando se venia la saco de mi raja y jalandosela se vino en mi vientre.

-Porque no me los diste adentro?
-Creí que no te iba a gustar. A Claudia no le gusta, siempre tengo que usar condón, dice que le parece grotesco la venida.
-Quiere decir que nunca te lo ha hecho oral?.
-Tu eres la única que me lo ha hecho.
-Tampoco le has dado por el ano?
-Estas loca? Eso ni pensarlo, ni me deja tocárselo.
-Pues yo te lo voy a dar, tu seras el primero en meterla ahí.

Y ya descansados volvimos a comenzar y cuando la tuvo dura otra ves, me puse de perrito y le pedí que me la metiera por el culo, cuando lo hizo el placer que recibí fue tan grande que si sentí dolor ni me acuerdo, eso si fue tan grande el placer que hubiera deseado que nunca terminara y mas fue cuando sentí su semen inundarme el intestino.

Vimos el reloj y supe que ya no tardaría mi marido en llegar así que nos vestimos y nos fuimos para la sala y apenas nos sentamos cuando el llego, lo saludo y se sentó un rato con nosotros y se levanto y se fue a dormir y nos quedamos solos y antes de que se fuera nos dimos otro calentón pero sin coger, se fue y antes de irse.

-¿Cuando llega tu mujer?
-El domingo.
-Espérame en tu casa como a las dos de la tarde.
-Te espero.

Y nos despedimos. Al día siguiente a las dos ya estaba yo en su casa y a las dos con un minuto estábamos en la cama cogiendo.