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INTERCAMBIO DE PAREJAS

"Vivía con mi novio y ya habíamos platicado de hacer un trío, pero al asistir a una entrega de diplomas, hicimos intercambio de parejas con nuestras compañeras Martha y Monse que no sabíamos que eran lesbianas."

 

Vivo con mi novio Carlos, nos amamos mucho, en la cama es muy intenso, hacemos nuestros juegos sexuales, nos disfrazamos, asumimos otros roles, como si no nos conociéramos, hemos platicado de hacer un intercambio de parejas, de un trio, pero solo invitando a una mujer, no a un hombre, porque a él no le agrada la idea de compartirme, yo reía.

  • Solo quieres gozar tú, eres un machista que no me deja experimentar otros horizontes.
  • Eres muy hermosa y no soporto compartirte con otro hombre.

Un día fuimos a casa de Monse y Martha, para asistir a una entrega de diplomas de la Escuela donde trabajamos, la casa de ellas queda cerca del Salón donde sería el evento y nosotros vivimos al otro lado de la ciudad, por lo cual nos quedaríamos a dormir en la casa de ellas, amablemente nos proporcionaron un juego de llaves.

Por la logística del evento, ellas dos salieron mucho antes que nosotros y se adelantaron a la casa, Carlos y yo salimos del salón como una hora y media después que ellas, al llegar a casa, nos llevamos una sorpresa, Martha estaba desnuda recostada en el sofá y Monse también desnuda hincada en el suelo con las piernas de Martha en los hombros haciéndole sexo oral, ellas al vernos solo se rieron.

  • ¡Sigan, sigan!, por nosotros no se preocupen. – dije inmediatamente.

Carlos se quedó inmóvil viendo la escena, Martha es una mujer de piel blanca, de senos grandes, bien redondos y firmes, no tiene nada de cintura, pero tampoco es gorda, nalgas planas y sus piernas… simplemente están bien, su cabello es castaño ondulado a media espalda. Monse es morena clara, delgada, senos pequeños, cintura pronunciada, nalgas pequeñas, pero bien redonditas y piernas largas y bien torneadas, cabello ondulado un poco más debajo de los hombros. Vi que a Carlos le excitó, dos hermosas mujeres haciendo el amor.

  • Si quieren, pueden hacerlo igual o se pueden unir a nosotras – Dijo Martha tendida en el sofá.

Yo sonreí parándome frente a Carlos, para besarlo en la boca, pero noté que no quería perder detalle de la acción que había en el sofá, así que le desabroché los botones de su camisa y me hinqué para bajare el cierre de su pantalón, desabroché su cinturón y le bajé el pantalón, su pene estaba bien duro, se notaba enorme el bulto debajo de su trusa bikini, Carlos no reaccionaba, creo que estaba en shock, le bajé la trusa y su pene saltó bien erecto que me sorprendió y también a Martha.

  • ¡Ay Carlitos, estás muy bien dotado! – dijo con asombro.

Cuando comencé a mamársela, él reaccionó acariciando mi cabeza con sus dedos entre mis cabellos y empujando su pene hasta lo más profundo de mi boca. Le quité lo zapatos y terminé de quitarle su pantalón y su trusa, él se quitó la camisa y su playera interior, quedando desnudo por completo, enseguida Martha protestó.

  • ¡Ay Karen! ¿Te piensas comer todo eso tú solita?, no seas envidiosa y convida.

En ese momento las dos se pusieron de pie y se hincaron frente a Carlos cada una al lado mío, Monse sujetó el pene y se lo metió a la boca poco a poco hasta casi llegar a la base, y se lo ofreció a Martha que muy animada hiso la misma acción, ofreciéndomelo a mí, que volví a metérmelo a la boca casi hasta la base, Monse lo agarró y volvió a mamarlo y Martha a lamerle los testículos, me puse de pie, siendo la única todavía con ropa, llevé mis manos a mi espalda apara bajar el cierre de mi vestido negro ajustado y me lo saqué por encima de los hombros, quedando únicamente en una diminuta tanga negra de encajes y mis medias negras, no traía sostén, mientras me desvestía, Martha y Monse habían llevado a Carlos al Sofá y lo recostaron, las dos estaban sentadas a cada lado de Carlos, pero cuando Monse me vio dijo.

  • ¡Mira nada mas esta preciosura de mujer!, ¡Ven mi amor!, al fin se hará realidad mi fantasía.

Levantándose, me tomó de la mano y me dirigió al sofá junto a Carlos, separó mis piernas y haciendo a un lado mi tanga, recorrió con la lengua mis labios vaginales haciéndome sacar un gemido, que al momento tomé la mano de Carlos y nos dimos un beso en la boca, Martha se acercó a la cara de Carlos para ponerle sus enormes senos, que Carlos no dudó en chupar y acariciar, Monse aprovechó para alternar entre mamar el pene de Carlos y mi vagina, Martha jaló a Carlos para acostarlo en el sofá y colocó su vagina en la cara de Carlos que comenzó a mamársela, Monse me llevó al piso, acostándome en paralelo al sofá y se puso en posición de 69, no puse resistencia a mamar por primera vez una vagina, ya la deseaba.

  • ¡Ay papito, que rico me la mamas! – expresó Martha – pero necesito esa verga dentro de mí.

Los gemidos de Martha al meterse el pene de Carlos nos hicieron voltear a verlos, Monse se puso de pie y le puso su vagina a Carlos en la cara, mientras se la mamaba Carlos, ellas se besaban apasionadamente, yo me quedé viendo ese triangulo amoroso, pero Monse me jalo para que le chupara los enorme senos a Martha mientras saltaba sobre el pene de mi novio, apreté y chupé esos hermosos y delicioso senos, sin darme cuenta que ahora Carlos era el espectador ya que Monse estaba atrás de Martha y le dijo al oído.

  • ¡Déjame gozar esa enorme verga!

Martha se levantó, se hincó en el suelo a un lado de ellos sujetando el pene y dirigiéndolo a la vagina de Monse, que se sentó en el de un solo empellón y soltando un gran gemido, yo me iba a subir para que Carlos me la mamara, pero Martha me detuvo.

  • ¡Ven mamita!, déjame disfrutar de esa cosita que tienes entre tus piernas.

Se colocó atrás de mí, besando mis nalgas, delicadamente me empujó para que me inclinara y apoyando mis manos en el respaldo del sofá, con mis senos colgando frente a la cara de Carlos, Martha lamió mi vagina y mi ano, Carlos acariciaba y chupaba mis senos, gemía a mas no poder, era delicioso lo que me hacían, gozábamos de lo rico. Monse se puso de pie, Martha dejó de mamarme y nos hicieron que nos pusiéramos de pie, me sentaron en uno de los brazos del sofá, recostándome sobre el asiento dejando mi cadera en alto y poniendo a Carlos entre mis piernas que enseguida se puso a mamarme mi vagina, Martha se puso sobre mi cara para que le mamara su vagina y Monse le mamaba el ano, mientras ella también me daba lengua en mi vagina alternando con Carlos. Sólo sentí como Carlos me la metió y me daba duro, de pronto me la sacaba y Martha se la mamaba, Carlos comenzó a gruñir, las tres nos apresuramos a hincarnos en el piso, a mí me dejaron en medio y Carlos apuntó su pene a nuestras caras, soltando su leche en las tres, mientras Monse limpiaba con su lengua el pene de Carlos, Martha y yo nos limpiábamos mutuamente la cara con nuestras lenguas, después hice lo mismo con Monse y Martha se la mamaba a Carlos, por último yo le mamé un poco a Carlos y nos sentamos a descansar sofocadas y acaloradas.

A partir de ese día, las visitas a su casa han sido muy frecuentes, haciendo múltiples combinaciones. Carlos y Martha, Monse y yo, Carlos y Monse, Martha y yo, Carlos con Martha y Monse, Carlos con Monse y conmigo, Carlos, Martha y yo, pero los cuatro juntos aún no lo hemos vuelto a hacer, pero todas estas combinaciones han sido muy muy satisfactorias.

 

*** FIN ***

Datos del Relato
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