...Iluminada con la luz de la luna que se filtraba por la pequeña vantana, encontré...¡Completamente desnuda! a Isabel, que subía y bajaba resoplando, montada sobre la verga de Jesús, que estaba acostado con las manos aferradas a las preciosas caderas de ella. ¡Era una vista deliciosa!. Su cintura era tan breve que Jesús casi la rodeaba entre sus manos jalandola con fuerza hacia él para que se devorara todo el pito en cada arremetida. Ella echaba su cabeza hacia atrás, mientras que con sus dos manos pellizcaba sus pezones temblando de excitación. Mi verga se endureció de inmediato y el corazón me golpeaba con fuerza en el pecho; Intenté retirar la mirada de esa escena, sentí que estaba violando la intimidad de aquella pareja tan amable, pero no pude hacerlo y... continué mirando.
Enseguida ella se separó de él y giraron para ponerse en posición de "perrito"; pude ver entonces la tranca de Jesús que brillaba bañada por los jugos de Isabel y tuve que aceptar que era por mucho, mas grande que la mía (aunque yo me siento satisfecho con mis 17 cms). Isabel estiró su mano y tomando aquél vergón lo colocó entre sus nalgas. Yo contuve la respiración al ver que ella se disponía a ser atravezada por el culo con aquella tremenda broca de carne. Mi sorpresa llegó al máximo cuando, contrario a lo que yo esperaba y sin la menor consideración, Jesús de un violento movimiento incrustó hasta el fondo de la estrecha cuevita todo su miembro. ¡Ella gruñó de forma casi animal al sentir la estocada y enderezó su cuerpo hasta tocar con su espalda el pecho de él!. Jesús la estrechó entre sus brazos y comenzó a meter y sacar en un vaivén desesperado; los cuerpos sudaban copiosamente y los gemidos se escuchaban tan fuerte que temí que Estela se despertara, pero al voltear verifiqué que seguia totalmente dormida.
En la posición en que se hallaba la pareja, sus rostros quedaban en dirección a donde yo estaba. Casi podía jurar que en una de las veces que ella entreabrió los ojos me había descubierto, pero como no hubo reacción, di por hecho que no fué así. Jesús seguia entrando y saliendo agitado del precioso par de nalgas, hasta que lanzó un gemido y enseguida comenzó a llenar de leche el trasero de su mujercita.
¡Era suficiente!...En ese momento decidí que era tiempo de volver a mi "cama". Cuando estaba a punto de girar, una voz...¡Me dejó HELADO!!
-¿Eres tú Ruben?...Acércate hombre ¡No te preocupes!- Era jesús quién hablaba. Yo me quedé inmovil; sin acertar a hacer o decir nada, cuando una tibia mano me tomó del brazo...¡¡Era Isabel!! y estaba aún ¡¡Completamente desnuda!!-¡Tranquilo!...ven, ven conmigo-Susurró mientras me conducía suavemente hasta su cama, en donde esperaba Jesús. Yo había palidecido y temblaba nervioso; no olvidaba que el hombre tenía un rifle y yo estaba ahí, EN SU CASA y asaltando su privacidad.-¡Perdonenme, e-este...en verdad yo no quise...-Trataba de justificarme cuando súbitamente Isabel se prendió a mi boca con la suya ahogando mis palabras y aumentando mi nerviosismo.
-¡Eso es mi amor!-Dijo Jesús y llegó al limite mi sorpresa-¡Tranquiliza a nuestro huesped...hazlo sentir bien!.
-Mira amigo-Continuó- Por estos rumbos tan solitarios, hay muy pocas emociones y aquí mi mujer y yo tratamos de disfrutar el sexo en todas sus formas, asi que...¡Relájate!. Nosotros no tendríamos inconveniente en compartir nuestra cama contigo y con tu esposa si así lo desean. La verdad se nos hicieron una pareja atractiva y agradable. ¿Que opinas?.
Sin pensarlo un instante contesté:-¡Disculpenme. yo respeto mucho sus ideas, pero Estela y yo no practicamos el sexo en grupo y ...no quiero parecer grosero con ustedes pero mejor me retiro a dormir!.
-¡Heey...Espera! ¿Acaso no te atraigo un poco?-Preguntó Isabel...





CONTINUARA...
NOTA: Espero no se impacienten los dos o tres lectores que pueda tener este relato. Es un poco extenso y, por eso tengo que ir por partes.
Por lo pronto me despido....Hasta pronto.