Soy de Tijuana, México. Lo que les voy a contar es mi experiencia real, sin mentiras ni invenciones. La escribí con el fin de contactar gente por internet y que pudieran entender qué es lo que busco, sólo que me pareció interesante publicarlo aquí.

De niño, a los 11, un amigo de mi edad me inició en esto, yo no hacía nada, sólo obedecía sus órdenes y me quedaba pasivo. Le gustaba encuerarme y chuparme desde el centro de mi culito hasta la punta de mi verga. Al final me ponía a mamársela. Nunca terminamos porque estábamos muy chicos y lo hacíamos a la carrera para que no nos descubrieran. Según él me cogía, pero medio me restregaba la puntita toda seca y no sentía nada. La cosa es que yo no quedaba satisfecho, mi amigo me lamía un rato y luego yo se la mamaba. Un día vi unas fotos de un cabrón metiéndosela a una puta por todos sus hoyos, y luego luego supe que eso es lo que me hacía falta, lo malo es que mi amigo no lo hacía y me dejaba cada día con más ganas.

Un Sábado, en la habitación de mi amigo, enfrente de 3 primos suyos (como de 16 años) empezó a tocarme y a desvestirme. Me dio mucha vergüenza pero no pude resistirme, me hacía como quería. Ahí pude entender que fueron ellos quienes apadrinaron a mi amigo. Quedé desnudo, a gatas sobre la cama mientras sentía su lengua jugueteando en mi hoyito. Agarré una almohada, recosté en ella mi cabeza dejando levantado mi trasero. Cerré los ojos mientras oía risas y comentarios. Quitaron a mi amigo y me agarraron entre los 3 cabrones. Se las chupé a todos, pero ninguno terminó en mí porque estaban desesperados y se peleaban por mi boca, de manera que cambiaba de verga como cada 15 segundos. Yo no abrí los ojos en todo el rato, pero estaba tan senible y tan consciente que podía saber de quién era la verga que tenía en la boca y de quién la lengua que me relamía el culo. A mi amigo lo pusieron como becerro abajo de mí y me la mamó todo el rato. Yo me exité como nunca, pero me puse al límite cuando oí que uno dijo que me la iba a meter: "le voy a meter hasta los huevos" dijo riéndose, me acarició las nalgas y me dijo que se veía rico mi culo, chiquito y apretado; le preguntó a mi amigo si ya me la había metido pero el pendejo no decía nada, tenía ocupada su boca con mi hinchadísima verga, así que yo contesté a pesar de que era mala educación hablar con la boca llena, traté de decir que no pero sólo podía balbucear, pero me quedé callado al sentir la cabecita de su verga pegada en mi culo. Ahora sí voy a ver qué se siente, pensé. Estaba dura y bien lubricada, resbalosa y gorda, muy diferente a la de mi amigo. Por fin!!! Por fin!!! pensé yo mientras sentí como se me empezaba a dilatar el ano. Me empezaba a sentir en las nubes y todavía no tenía adentro ni la puntita, ¡¡¡y todavía faltaban los otros dos cabrones con sus deliciosos miembros que me llenaban la boca!!! Por vez primera en mi vida se me reventó la verga con un chorro de leche que cayó directo en la garganta de mi amigo. Se levantó de golpe a toser y me dejó ahí a medio venir, sentí frío en mi verga y sentí otro chorro de leche que ya no pudo salir. En eso tocaron bruscamente la puerta, era el papá de mi amigo!!! Ahora sentí frío en mi culito que nisiquiera se había alcanzado a abrir. Se subieron los pantalones y como yo estaba todo encuerado me metieron debajo de la cama. Mi amigo seguía tosiendo por el atragante de leche pero los primos supieron distraer muy bien al tío y no nos descubrió.

Abajo de la cama pude sentir cómo se me escurría despacito el segundo chorro de leche. Me quedé frustrado y desde entonces no he hecho nada con un hombre. Me muero de ganas de poder revivir ese momento y de concluírlo sin límites, quiero sentir una verga dura y bien lubricada, resbalosa y gorda como aquella que casi me penetra, quiero sentir que me meten "hasta los huevos..."