Haciendo el amor con el novio de mi amiga
La primera vez que encontré a Carolin culiando con su novio en la sala de su casa, y como fue que esa rica y hermosa verga fue mía. Esto sucedió en el verano.


Un día salí hacia el mall a hacer unas diligencias y de paso pasar culiando en la oficina de un amigo, tuve que esperar porque estaba ocupado con su secretaria, cuando pude pasar a la oficina le dije que lo andaba buscando para que me metiera su hermosa verga y me dijo que no podía porque ya se había culiado dos veces a la secretaria y no daba más, estaba cansado, tuve que regresarme a mi casa con todas las ganas de sentir una verga dentro de mi vagina, mi marido tenía dos semanas de no cogerme, me regresé dos horas antes de lo previsto. Me fui directo para donde Carolin; al entrar a su apartamento Lo que vi me puso más caliente y con mi vagina bien mojada.

La excitación sexual había llevado a Carolin y a su novio a situaciones insospechadas y por demás riesgosas. Aquel día aprovecharon que ella estaba sola en la casa para darse un atracón de carne.
ya en la sala con las bocas pegadas las manos buscaban ansiosas lo que ambos deseaban, ella le frotaba la verga con tal furia que parecía querer arrancarla, mientras que sus manos le habían bajado ya las pantaletas y hurgaban en el sexo ardiente y pegajoso de Carolin que aprovechaba que su mama no estaba.
Que ya le andaba por que le dieran su tanda su conchita, que se tragaba dos y tres dedos cuando se fajaban en el corredor entre las torres de los apartamentos en las noches frias.

Ahí mismo, empinada sobre un sillón le sepultó, desde atrás, la verga en la verija entre abierta, para cuando me di cuenta todo el tronco resbalaba una y otra vez en ese pasadizo ardiente de su raja, ella gemía, el arremetía con furia, ella se vino entre gritos, el aceleró la cogida, bien agarrado a sus nalgas pequeñas, que brincaban con cada arrempujón y en el justo momento en que su leche estaba por salir, mi grito de alerta los volvió a la realidad:

--"Qué están haciendo, Carolin, por dios?!, tu mamá no ha de demorar por llegar. Mientras él apurado trataba de subirse los pantalones y esconder la tremenda erección de su verga y Carolin no sabía si ponerse los pantys o meter las tetas dentro del brasiere que andaba ya por su cintura. Loca de contenta.
pedía disculpas al tiempo que procure que se apuraran.

--"Qué imprudencia Carolin; jajajajajaja!. Así las cosas raudo salió de la casa.

Pasaron los días sin novedad, hasta que un día Carolin me llamo para que le recibiera a su novio en mi casa, porque su mamá había regresado más temprano que de costumbre.

El no sabía al llegar a los apartamentos lo espere abajo en garita, el al verme se apeno por momentos.
Le dije " ven subamos en lo que se desocupa tu novia".

Sin más remedio aceptó subir.
Muy sigilosa subimos a mi torre Abrí la puerta, pasamos a la sala, lo llevé hasta la cocina y le ofrecí algo de tomar, que rechazó.

--"Ustedes no se andan con cuentos y me eche a reír jajajajajajaja.

--"A ver, que más cuentame, le hiciste el amor a mi amiga, ¿verdad?, o sólo cogían, ¿verdad?jajajajaja, si, eso supuse. La penetraste toda Cuéntame a ella le gusta, ¿verdad?, ¿toda?, ¿verdad?, Además, ella dice que la tienes grande, pobre de mi amiga, ¡cómo debió haber sufrido!, teniendo todo eso dentro, malvado, jajajajajaja es usted un chamaco malvado!" Jajajajajaja.
El asintió. Le dije "Mire joven, tiene que mostrarme lo que la destruyó, tengo que ver con mis propios ojos esa cosa horrible que rompió el virgo de mi amiga, no se puede negar, que ella es caliente, pero si resulta dañada por eso, tendré que decirle a su mama, así que proceda, muchacho imprudente, ande quiero ver eso que penetró a Carolin..."

Por un momento se quedó paralizado y confundido, Pero su mente empezó a girar a mil por hora, tratando de encontrar una explicación a aquella extraña petición, el pensó "a lo mejor la mujerona quería echarse un taco de ojo con el pretexto de que le mostrara lo que la pepa de Carolin se había tragado", eso hizo que involuntariamente se le viera un estremecimiento en su verga, todavía permaneció quieto de una pieza, "es que Nancy, lo que usted me pide me avergüenza, no se para que quieres que haga eso, a caso quieres pipi.

Así las cosas, ya con la idea clara de que yo quería algo más, él con lentitud se desabrochó el pantalón y ante mis ojos expectantes puso al descubierto su miembro, que pese a mis regaños mostraba una erección de tres cuartos, en otras palabras, casi estaba bien parado. Cuando lo vi exclamé: "por todos los cielos, con razón ha llorado tanto mi amiga, si usted la destrozó con esa cosa, ¡tan tremenda!, ahora me explico que ella no quiera salir, debe estar muy lastimada de su cosita al haber soportado tamaña cosa, usted debió detenerse al notar que la estaba lastimando...".

--"Es que..., no la lastimé señora...".

--"Guarde silencio, usted que sabe, si lo estoy viendo con mis propios ojos..., nunca supuse que un hombre pudiera tener el miembro de ese tamaño, ni siquiera mi..., digo, no me cabe en la mente que no la haya lastimado, mi pobre Carolin, que va a ser de ella, voy a tener que revisarla y ya determinaré si hay que llevarla al médico.

Sin despegar mi vista de aquello que me atraía, dije "y oiga..., no le causa problemas tener la cosa así de grande, de solo verla me entran nervios, no acabo de concebir que usted sea normal, si llega a casarse, no se con quien, pero con la mujer que lo haga, seguro en lugar de darle placer, la hará sufrir, tiene que hacerse revisar con un especialista, a lo mejor eso que tiene no es normal, dígame ¿no le duele?, ¿no le molesta?".

--"Ay seño..., la verdad cuando se me para bien..."

--"¿Cómo?, ¿se le pone más grande que ahora?...

--"Pues si, un poco más, y cuando no hago seguido el amor..., me duelen las bolitas...

--"Válgame el cielo, seguro que cuando te vienes..., digo, ¿eyaculas mucho?"

--"Pues lo normal...

--"No me hago a la idea de que eso pueda entrar todo en el sexo de una mujer, me parece increíble, ande ya guarde esa cosa tan horrible".

Con la seguridad de que ahora era el quien tenía el control se acomodó la ropa, yo estuve musa un rato.

Cuando caminaba él por la calle rumbo a su casa, lleno de contento por haber salido de la bronca y seguro de que yo buscaría la forma de comprobar en carne propia que una verga de su calibre si cabía en mi concha, también pensaba en que no quería que Carolin se enterara.
Dos semanas después recibió una llamada de mí, tenia una ganas locas de comerme esa verga:

"hola cómo haz estado, habla la amiga de Carolin, ya la veo más tranquila, ya no se ven ¿verdad?, eso es lo mejor para los dos, espero que cumplas tu palabra, en cuanto a mi no creas que se me ha quitado el coraje contigo, pero te entiendo, eres joven y tienes tus necesidades, además con esa cosa que te cargas..., te entiendo, a propósito, ¿ya tienes otra novia?, ¿haz hecho el amor últimamente?, ¿no?, ay pobre de ti, bueno ya no te incomodo, pero para que veas que no hay rencor, cuando quieras puedes pasar por la casa, podemos platicar y te invito un café, puedes mañana temprano?". Por supuesto que aceptó.

Al día siguiente ahí estaba el, dispuesto a cogerme, yo lo esperaba con vestido y tenía puesta una tanga hilo dental que se perdía en mis nalgas dejándolas al aire para que el me las acariciara.

Platicamos de pendejadas, le hablé de mi matrimonio: "mi marido ha sido el único hombre en mi vida le dije, a él le di mi honra y me casé", pero como toda mujer con años de casada añoraba los primeros encuentros amorosos, "últimamente ya casi no me coge.., ¿me entiendes?, él trabaja mucho y llega cansado, a mi eso ya casi se me olvidó, pero no creas a veces..., bueno una es mujer..., y tú tienes ya mucha experiencia con eso, ¿verdad?".

--"No se crea seño, si he tenido experiencias, pero no muchas, a veces si, pero no siempre".

--"Lo que no acabo de entender, es cómo puedes meter todo eso dentro de una mujer, se me hace increíble..."

--"Pues viera que no he tenido problemas, con quien lo he hecho..., bueno, ¿me entiende?, nunca se quejaron, por el contrario...".

--"¿A poco?, no te creo..., oye, no se, pero se me ocurre, podríamos hacer una prueba..., ay no, qué vas a pensar de mi, pero digo, sólo como prueba, que tu, digamos, la pusieras ahí, en mi cosa, ¿nomás como prueba eh?, en cuanto yo te diga, te detienes, ¿si?, a lo mejor ni siquiera aguanto la punta, ¿si?".

Ni siquiera me contestó, solita yo me paré de la silla y apoyándome de espaldas en la mesa de la cocina le ofrecí mi nalgatorio. Sus manos acariciaron la carne abundante de mis nalgas levantándome al mismo tiempo el holgado vestido, ya con el vestido enrollado en la cintura me bajó la tanga hilo dental , me sentí temblar de placer anticipado, paré más el culo, casi pegando la cara sobre la mesa. Su verga parada se deslizó lentamente entre la raja de mis nalgas buscando la entrada de mi vagina por atrás.

Sus dedos exploraron mi palida y depilada vagina y los gordos labios de la vulva embarraron sus dedos de jugos vaginales, ahí colocó la punta, yo la sentí: "huy, ya, ya espera, la siento, tienes la cabeza de la verga muy grande, espera, déjala ahí, así, aprieta, ya, ya, ay me duele, ya entró, la siento, me abres mucho, más que mi marido, otro poquito, hummm, si, ya, ya, espera, ¿falta mucho?, humm, sólo un poco más, un poco más, hummm, me llenas toda, me abres, hummm, más, más, un poco más papito, ¡que vergota!, más, más, huy, ¡toda!, si toda, la quiero toda...".

Para entonces ya me la había metido toda, sus gloriosos 20 centímetros y medio me removían la vagina, me empezó a coger, metiendo y sacando todo el tronco, haciéndome suspirar, "ya, ya sácala, sólo quería hacer la prueba, hummm, que rico te mueves,

así, toda, huy, me cabe toda, toda la vergota, muchachito imprudente, ya, ya, no..., ya no no no..., no la saques".

Sus arremetidas se acrecentaron, ya su verga chapaleaba en un mar de jugos viscosos, el chaz, chaz, de los cuerpos al chocar, la verga pringosa de líquidos y mi ardiente caverna distendida emanando el penetrante tufo del amor, al poco tiempo yo gritaba de placer, mi orgasmo me hacía gemir y mis jugos escurrían ya por mis piernas temblorosas, entonces me la dejó ir toda, me atenazó con furia mis nalgas y sus chorros de leche me inundaron mi abierta vagina, sentí como todo su semen me la inundaba ricamente y pegué varios gritos de placer al sentir esa hermosa y rica verga atravesándome. Terminamos exhaustos, sudando a chorros, apestando ambos a sexo, la rica verga del novio de mi amiga; también me había echo disfrutar, me dí cuenta que yo podía disfrutar de una buena verga a pesar de mis 36 años. Me sacó la verga y mis piernas se llenaron de su leche, Me bajé y me puse a mamarle la verga, a pesar de que ya había perdido erección sentía que me llenaba toda mi boca, le mamé la punta de su verga y esta se paró nuevamente, traté de introducirmela lo más que pude y no me alcanzó toda, comencé a lamerla de arriba abajo, me coloqué de espaldas a él y me saqué el vestido, no traía brassier y mis tetas que son hermosas quedaron al aire bamboleantes, me inclino en la mesa y el se coloca por detrás y poco a poco me va metiendo toda su verga, en esta posición; siento que me la mete toda, el comienza con su vaiven de mete y saca despacio, conforme su verga se va lubricando de mis jugos vaginales esta se resbala ricamente y el apura el paso logrando que mi vagina se adapte perfectamente al tamaño de su verga. Yo jadeo "sigue papi, que me destrozas toda, soy toda tuya" ahhhh que rico culeas" "no me dejes con ganas que tienes una buena y rica verga" "ahhh, me vengo, metemela más rápido" "dame toda tu leche que ya no aguanto". El otra vez me está disparando dentro de mi vagina todo su semen que me hace estremecerme. Que buena culiada.

Minutos después, mientras se limpiaba la verga con el borde de mi vestido, yo recuperada de la buena culiada le decía: "ya comprobé por que es que Carolin anda asi, mejor saberlo cuando tengas muchas ganas..., yo te puedo ayudar con esa cosota, ¿quieres?, me llamas y vienes cuando no esté mi marido, culiamos como hoy, siempre estaré esperando esa vergota que me hace disfrutar mucho...".

--"Si cómo no!", pensó el. Ya encontraría la forma de cogerse a Carolin, y por que no..., removerme la matriz, a mi, de vez en cuando.