~~A pesar de lo surrealista y atipica que os pueda parecer la historia que os voy a contar, os juro que es cierto que me paso hace un par de años. Es curioso que solo lo sabemos dos personas, (yo jamas se lo he contado a nadie), y ahora me apetece tanto contarlo a todos. Mi nombre es Sandra y tengo 29 años, hace dos estuve ingresada en uno de los hospitales mas grandes de Madrid, era la primera vez que estaba en un hospital y tenia mucho miedo a la operacion, aunque no era demasiado importante, pero me daba panico y me solia pasar las horas fuera de la habitacion, tomando cafe y llorando alternativamente.
Me resulto curioso que siempre coincidia con el mismo chico en la maquina del cafe, el sabia que yo estaba en la habitacion contigua a la suya, pero yo solo le veia por los pasillos sin saber de que habitacion era el.
Una de las multiples veces que yo estaba llorando, note como Pablo, (que asi se llamaba el), me miraba fijamente mientras sacaba un cafe de la maquina; de repente el se acerco y me pregunto si me importaba que se sentara a mi lado, yo le dije que no aunque reconozco que me dio un poco de corte la situacion. Empezamos a hablar de nuestras operaciones, la mia de un tendon en una muñeca y la suya de un dedo en el que se corto abriendo una lata de sardinas, me hizo gracia y se me escapo una sonrisa por lo de la lata, luego me dio miedo por si se enfadaba, pero el atajo la situacion diciendo que yo era mas guapa sonriendo que llorando.
Desde las diez de la noche nos dieron mas o menos las dos de la mañana, y yo no me queria ir, estaba tan a gusto con el, era el primer chico que me habia hecho olvidar a mi novio en cuatro horas. ?l estaba casado hacia cuatro años, tenia dos años mas que yo y era un encanto; yo me casaba en diciembre de ese año y por primera vez en casi seis años de noviazgo tenia dudas acerca de mi relacion.
Me acoste pensando en Pablo y deseando despertar para volver a verle por la mañana, cuando esta llego y desperte, sali corriendo hacia la maquina del cafe, de repente pare y dije en voz baja Sandra, pareces una jovencita, no queria aparecer corriendo ni nerviosa por si el estaba alli, cuando llegue me lo encontre con dos cafes y dos bollos para desayunar juntos segun dijo el, aquello me lleno una barbaridad.
Por la tarde vino su mujer y el me la presento, pero me empece a sentir mal cuando ella empezo a hacerle cariñitos, me sentia celosa de alguien con quien ni siquiera me habia dado un simple beso, pero ni yo misma me entendia. Aunque su reaccion el dia que conocio a mi novio no fue muy diferente, un escueto os dejo solos, dijo. Asi pasaron casi diez dias, viendonos cada vez mas, siempre juntos a todos los sitios y yo, una persona que siempre habia sido fiel y habia exigido fidelidad estaba a punto de caer y ademas era consciente de ello.
Una noche despues de tomarnos el cafe de la cena me puse a llorar por la operacion otra vez, el me cogio la cabeza y la acerco a su pecho, animandome y dandome besitos por la cabeza y la cara, me encantaba, me sentia tan protegida por el. Asi seguimos hasta que de repente el me levanto la cabeza, me miro a los ojos y me dijo que los cerrara, yo sabia lo que iba a hacer y lo deseaba, entonces le dije que el tambien los cerrara, acercamos nuestras bocas suavemente y nos dimos un beso que yo creo que nuestros corazones pedian y nuestras bocas certificaron.
Nuestra relacion iba a mas cada vez, me daba miedo porque sabia que cuando salieramos de alli bajariamos de la nube y cada uno volveria con sus respectivas parejas, pero estaba claro que cada vez nos gustabamos mas. Siempre quedabamos despues de cenar y la noche siguiente decidi ponerme un poco guapa para Pablo. Esta claro que alli no puedes ponerte minifaldas ni tops y el pijama del hospital no es muy sexy que digamos, pero me pinte un poquito con las pinturas que me trajo mi novio y me peine diferente, lo justo para que el viera otra Sandra.
Empezamos charlando de musica, algo en lo que no coincidiamos demasiado, porque su grupo preferido es Cafe Quijano y a mi me encanta Cristian, seguimos con nuestros trabajos hasta llegar a como fueron nuestras respectivas infancias, cuando nos dimos cuenta eran casi las cuatro de la mañana, pero teniamos claro que ninguno de los dos se queria ir a dormir, de pronto el me cogio las manos y me dijo que le siguiera, yo me deje llevar hasta un pasillo oscuro y estrecho donde me dijo que solo lo usaban por la mañana para hacer pruebas, que por la noche no pasaba nadie por alli.
Comenzamos a besarnos apasionadamente, de repente senti su mano dentro de mi pijama, me estaba acariciando el culo con una suavidad que me encantaba, yo deseaba que el fuera salvaje conmigo, pero Pablo era muy cariñoso y cuidadoso con las caricias y eso me gustaba igualmente.
Algo que jamas olvidare es cuando introdujo su dedo en mi vagina y empezo a juguetear, al mismo tiempo empezo a lamerme los pezones con un ansia casi de animal, tuvimos que parar porque yo me estaba excitando tanto que me estaba poniendo un poco escandalosa y en el silencio de la noche en un hospital se debe oir todo, de repente oimos pasos pero no vimos a nadie, estabamos los dos medio desnudos y nos dio miedo, nunca supimos si fue un medico o alguien que nos estaba espiando cerca de aquel pasillo, supongo que nunca lo sabremos. Estaba claro que los dos queriamos lo mismo pero no sabiamos donde, es paradojico que en un sitio con tantas camas no puedas hacer el amor en ninguna.
De repente a mi se me ocurrio el cuarto de baño, fuimos corriendo mientras Pablo acariciaba a veces el culo de mi pijama, a veces los pechos, ibamos los dos muy subidos de tono, pero cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos al cuarto de baño y habia alli una familia durmiendo en los sofas de la puerta, decidimos coger la escalera y bajar una planta, nos encontramos abajo con el guardia jurado, que mala suerte teniamos, bajamos otra planta y por fin nos metimos en el servicio de las chicas, sin dudarlo le baje los pantalones y los slips a Pablo y mientras el solo repetia que que le hacia empece a chupar su miembro con suavidad hasta que crecio lo suficiente como para darme placer, me desnude completamente y me sente encima de el, primero de frente para que chupara mis pezones mientras movia mi culo encima de el y mas tarde de espaldas para que me acariciara la oreja mientras me tocaba los pechos al mismo tiempo que haciamos el amor.
Nos dieron las seis de la mañana y supongo que habia cambio de turno en el hospital porque ya empezabamos a oir mucho ruido, nos vestimos y yo asome la cabeza a la puerta del servicio a ver si Pablo podia salir del servicio de las chicas. Solo nos quedaba una cosa a los dos, vernos vestidos de calle y no con ese horrendo pijama azul del que yo guardo muy buen recuerdo.
despues solo puedo decir que a el le dieron el alta antes que a mi, el dia que se fue vino su mujer a buscarle y entro un momento en mi habitacion, me dio un beso en la mejilla de despedida; eso me gusto pero me ruborizo, porque estaba ella delante.
A los diez dias vino a quitarse los puntos y me vino a ver, pero yo no estaba, me habian llevado a hacer unas pruebas y no le pude ver vestido de calle, solo le dejo a mis compañeras de habitacion un disco de Cristian que yo le dije que me iba a comprar en cuanto saliera de alli, ahora cada vez que lo oigo me acuerdo de el, aunque jamas he vuelto a saber de Pablo.