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La historia aquí contada, es la de la experiencia de vida de alguien a quien conocí, y que ahora pasa sus días en prisión.
En la familia Rodríguez la vida era una cotidianidad de comodidad y alegría, estaba conformada por el padre Luis, prestigioso empresario, su esposa Martha dedicada a velar por las finanzas de la familia, Sandra la hija mayor y el joven Andrés estudiante universitario.
Y es que en una vida de cotidianidad y alegría, todo suele estar siempre en el margen de lo establecido por la tranquilidad y lujo que se daban los miembros de esta familia.
Era final de año, aquel año del cual esa cotidianidad iba a llegar a su final o más bien iba a darle un nuevo sentido a la vida de los integrantes de esta familia.
Como todo adolecente feliz de poder hacer casi lo que desea, de adquirir casi siempre lo que anhela, Andrés pide prestado el auto de su hermana para poder salir con su novia y unos amigos esa noche a disfrutar de una reunión en donde la música y el alcohol eran invitados infaltables.
La cotidiana familia estaba preparándose para los días felices de la navidad y fin de año, Sandra accedió a prestar su coche al joven Andrés y sus padres quedaron en casa como casi siempre lo hacían todas las noches.
Noche feliz y alegre la que paso Andrés con su novia y amigos, de regreso y con destino al apartamento de su novia en donde se dispondría a pasar un momento íntimo y de euforia, se vio interrumpido todos sus planes, al dejar en medio de la vía a aquel viejo que simplemente cruzaba la carretera para poder llegar del trabajo a su casa, desafortunadamente la muerte de aquel hombre cambiaría la vida por completo del joven Andrés.
Nada pudo hacer el llanto inconsolable de Martha al ver como la policía se llevaba a su hijo, al igual que la impotencia de Luis por no poder evitar que lo llevaran retenido, al haber arrollado a una persona y estar conduciendo en alto grado de alicoramiento.
Pese a los esfuerzos de Luis y sus poderosas amistades, lo único que consiguió fue una rebaja en la condena de su hijo, irónicamente la vida de aquel viejo solo costo 7 años en prisión para el joven Andrés.
Martha estaba completamente destrozada, al ver que su único hijo varón tenía la vida arruinada, al ver que la chispa de vida que emanada de él era ahora solo tristeza y melancolía
Luis, debes mover influencias para que nuestro hijo salga de ese infierno en donde me lo mandaron
Pero amor, logre que pagara un tiempo insignificante de prisión, además lo tendrán en una habitación que en lo único que se parece a una prisión verdadera es en los barrotes de metal en las ventanas y la puerta.
No es suficiente, haría lo que fuera por sacar a mi hijo de allí – dijo Martha enfurecida con su marido.
Era el tercer fin de semana de Andrés en prisión cuando le correspondió por fin que lo visitara su novia, luego de unos minutos de charla en aquella habitación de la cárcel, Andrés y su novia se fundieron en un enorme beso de amor y ternura, ternura que se fue convirtiendo en desenfrenada pasión por parte del joven Andrés, cuando a escondidas de su novia, saco su pene e intento que ella lo chupara, este acto causo enojo en la joven mujer, la cual le reprocho por aquel acto
Pero comprende que te deseo mucho y además ya es tiempo de que por fin estemos juntos
Estás loco, lo que intentas hacer es algo inapropiado, además mira donde estas – dijo la joven novia
Es por eso, por donde estoy es que ya no soporto tanto por esperar y esperar estar contigo – insistía el joven Andrés, persistiendo mientras se masturbaba
Esto termino por incomodar a la joven y lo dejo en aquella habitación, solo y con las mismas ganas que tenía cuando sabía que ella lo iba a visitar
Ya habían transcurrido cinco meses y Sandra visita a su hermano, llevaba consigo algo de comida y algunas camisas que le había comprado con mucho cariño
Pero deja de estar así por esa tonta que no te amaba – decía la hermana
Es fácil para ti decirlo, yo me siento destrozado por saber que la mujer que supuestamente me amaba, me dejo después de que me metieron en este hueco del demonio.
Yo nunca comprenderé por qué ella te dejo, nunca nos dio una explicación cuando se lo preguntábamos nuestros padres y yo, solo se quedaba callada y nos cambiaba el tema – decía la hermana desconocedora del real motivo por el cual aquella joven decidió dejar a Andrés.
En fin, así transcurrían los meses en aquella cárcel, con las visitas todos los domingos de sus familiares, de su padre preocupado, de su madre que era muy consentidora y preocupada por intentar que su hijo volviera a tener esa alegría olvidada y de su cariñosa hermana.
Nuevamente en una visita de Sandra, Andrés le pide que se siente con él en la cama, y después de esto la abraza en un caluroso abrazo de hermano, ella entendía por lo duro que era estar en aquel solitario lugar. Lucía un vestido, algo provocativo, de color salmón.
-Te quiero mucho hermanita-, decía Andrés mientras la abrazaba por detrás y le susurraba al oído
-Yo también te quiero Andrés, te extrañamos mucho-
Andrés se mecía de un lado a otro, abrazando a su hermana y ella feliz de poder estar con él ya que la prisión los había separado.
Sandra al sentir algo de agitación de parte de su hermano, voltea a tras a mirarlo y al igual que la sorpresa que recibió al ver lo que su hermano hacía, así recibió un gran chorro de semen en sus piernas, estas quedaron embarradas desde los muslos, hasta los tobillos, producto de la masturbación que se estaba propinando su propio hermano mientras la abrazaba.
-Qué es esto Andrés? Que haces?
El solo siguió masturbándose mientras cerraba sus ojos sin propinar palabra alguna
-Pero qué clase de loco demente eres-, ella salto inmediatamente a la puerta y como verdadera loca la golpeo y la golpeo hasta que el guardia le abrió y la dejo salir de allí corriendo sin decir palabra alguna, mientras el joven Andrés tapaba con una sábana el flácido pene el cual había expulsado hasta la última gota de semen que tenía.
Días y días de constante interrogatorio por parte de Martha y Luis a su hija Sandra, pero no obtenían una verdadera respuesta del desprecio y repulsión tan grande hacia su hermano.
Una mañana Martha ingresa a la habitación de su hija, llorando pidiéndole y clamando por la razón por la cual su hija ya no visitaba a su hermano preso, Sandra solo le respondió, -te voy a decir madre, pero será un secreto que lo llevaras a la tumba…
-Y es que el verdadero motivo de mi desprecio hacia Andrés es por el cambio de ser humano a bestia por el que se convirtió-
-Pero que dices niña? No hables así de tu hermano-
-Que no hable así de el? Mientras yo creía que me estaba dando un caluroso abrazo, esa bestia se masturbo y me ensucio toda mientras yo le daba la espalda-
Martha quedo callada y con los ojos desorbitados al escuchar aquella respuesta de parte de su hija
Luego de hablar con ella llegaron al acuerdo de que no iban a pronuncia nunca más esto
Esa misma noche Martha le dijo a Luis, -gordo yo sé muy bien que este domingo te toca el turno para visitar a Andrés, pero quiero que tú me concedas visitarlo a mí, a que tengo algo que hablar con él-
-Pero amor, tú lo visitaste el fin de semana pasado, yo quiero irlo a saludar, ya lo quiero ver – dijo el padre
-Solo por lo importante del asunto que quiero hablar con Andrés es que te pido que me dejes visitarlo nuevamente-, termino diciendo Martha
-Y qué es eso tan importante que le vas a decir a nuestro hijo…- pregunta Luis
-Mira Luis, te lo voy a decir, pero no digas nada a nadie, ni a Sandra, ya que Sandra me comento el motivo por el cual ya no lo visitaba, con la condición de que yo no le contase a nadie ni a ti-.
-Pero dime mujer, que ya me tienes angustiado y pensativo-.
-Andrés está consumiendo drogas y Sandra lo descubrió y por eso no lo quiere volver a ver, hasta que Andrés deje ese camino que está tomando-.
-Pero por el amor de dios que estás diciendo Martha, está bien, habla con mi muchacho este fin de semana, aconséjalo por el amor de dios, evita que continúe consumiendo drogas – dijo el ingenuo padre.
Esa mañana de aquel domingo, Andrés se extrañó al ver ingresar por la puerta de su habitación en aquella prisión a su madre en vez de su padre
-Mami que haces acá, pensé que hoy me visitaría mi padre, le paso algo – pregunto angustiado el joven Andrés.
-No cariño, solo cambiamos la visita con tu padre, ya que hay algo muy serio que tengo que hablar contigo-
-Paso algo mami?
-Siéntate y hablemos…
-Tu hermana ya no te visita, tú sabes por qué?
-No mami, seguro se avergüenza de tener a su hermano en prisión y no quiere que sus amigas se enteren
-Tal vez se avergüenza de la forma en que se comportó su hermano en la última visita de ella – dijo Martha
Andrés pálido no decía palabra alguna
-Dime Andrés, lo que me dijo Sandra es cierto?
-No sé qué te dijo Sandra mami, no sé qué me quieres decir
-Ella me dijo que te masturbaste mientras la abrazabas!!!
Andrés soltó en llanto y clavo su cabeza en la almohada de la cama
-Perdóname madre, pero es que ustedes no saben que es estar aquí realmente…
-A que te refieres cariño?
-Días de soledad, humillación, encierro, maltrato de los guardias, madre esto me está enloqueciendo
Martha de igual manera suelta en llanto y le dice
-Cariño te comprendo, esto también nos hace daño a todos, pero porque tenías que actuar así con tu hermana?
-Madre desde que mi novia me dejo la única mujer que veo es Sandra y ese día y a causa de este maldito encierro, ese sentimiento de hermano se transformó en sentimiento de hombre, mami es la única mujer que veo, yo necesito de una mujer, yo sé que es mi hermana, pero no pude controlar mi instinto…
-A que te refieres con instinto cariño? Eso que hiciste está mal, muy mal
-Mami es que tú no comprendes, yo solo quería desahogar estas ganas que tengo reprimidas, no le iba hacer daño alguno…
-Pero es tu hermana cariño, como puedes decir que no le hiciste daño, te masturbaste delante de ella
-Si mami, pero solo quería eso, masturbarme mientras olía el olor de una mujer, no le iba hacer nada más, te lo juro
-Cariño, que triste todo esto que nos esta pasado, la vida se nos está dañando, tu hermana no quiere volver a verte, tu padre y yo estamos tratando de convencerla de que vuelva a verte como su hermano y no como un desconocido
-Entiendo mami
-Mira cariño, haremos lo siguiente, te prometo convencer a tu hermana, para que vuelva a visitarte, pero debes prometer que le pedirás disculpas sinceras
-Claro mami, lo hare
-También debes prometerme que no volverás a comportarte así con ella
Andrés no decía nada y bajo la vista al piso
-Andrés, respóndeme, prométeme que no te volverás a comportar así con tu hermana…
-Mami no sé si pueda, yo no sé, yo creo que pasara al igual que al principio, soportare los primeros encuentros, pero cuando estas ganas se acumulen, no sé cómo me comportare
-Pero cariño, a que ganas te refieres?
-A las ganas de satisfacerme como hombre, cuando Sandra me visita es la única mujer que veo después de tanto tiempo, y como hombre necesito desahogar las ganas de estar con una mujer
-Cariño pero es tu hermana, no debes hablar así
-Si madre, pero yo no le haría daño, yo la quiero mucho porque es mi hermana, yo no le haría daño…
-Como que no le harías daño, con esa forma de pensar y de hablar le harías mucho daño y yo no quiero que mis hijos estén peleándose y disgustados
-Cómo te dije mami, yo no le hago daño, solo me desahogo y ya, no le hago más
-Eso que dices es horrible, prométemelo que no lo volverás hacer
-Lo siento mami, no sé si pueda
-Cariño, tu padre y yo estamos haciendo lo imposible por que Sandra te vuelva a querer, tu deberías hacer algo de tu parte
-No sé qué responderte mami
-Mira cariño, desahógate de otra manera, pero no con tu hermana
-A que te refieres mami?
-Si deseas te traigo a escondidas revistas de muchachos y así te desahogas, en tus momentos de soledad
-No es lo mismo mami, no es lo mismo tener unas hojas con fotografías, a tener una mujer cerca
-Pero hijo, es tu hermana
-Ya te dije mami, yo no le haría daño, solo me desahogaría y ya
-Porque dices que no es lo mismo, si tú me dices que lo que te impide controlarte es la acumulación de tiempo sin estar con una mujer, con las revistas no estarías tan desesperado por desahogarte
-No mami, no es lo mismo sin una mujer
-Cariño, pero si entre tu hermana y tú no vuelve a surgir ese sentimiento de hermanos, yo me destrozaría
-Lo siento mami, no es voluntad mía
-Andrés tú dices que no le harías daño a tu hermana cierto?
-Si mami
-Explícame muy bien a que te refieres con que no le harías daño
-Solo necesito estar al lado de una mujer y sentir su olor, lo demás me encargo yo solo
-Como así que tú solo cariño?
-Si mami, yo solo necesito que este una mujer a mi lado, sentir su olor y yo me masturbaría para desahogar estas ganas que se acumulan, por eso fue que lo hice a espaldas de ella, para evitar la pena que siento por lo malo que estoy haciendo
-Hijo no puedo creer lo que me dices
-Mami no es voluntad mía
-Andrés, y si en vez de usar a tu hermana para eso, me usas a mí?
-Qué???? Madre que estás diciendo?
-Mira Andrés, si lo que necesitas es solo estar al lado de una mujer y sentir su fragancia, pues puedes hacerlo conmigo, al fin y acabo en este momento estamos juntos con la única diferencia que tendría que saber que te estas masturbando
-Mami no sé qué decir
Aquellas palabras salían de la boca del joven Andrés, al mismo tiempo que iniciaba una erección muy excitante en medio de sus piernas
-Si cariño, si solo quieres sentir la fragancia de una mujer y sentirá al lado, eso sin nada más, podrías hacerlo conmigo, todo porque te reconcilies con tu hermana y no te vuelvas a comportar así con ella, pero como te digo, no harías más…
-Como así que no haría más??? No te entiendo mami
-Que solo te masturbarías y ya
-No entiendo lo que dices, yo solo quiero masturbarme y nada más, solo que con la motivación de una mujer
-Está bien cariño, entonces así haremos, cuando te vuelva a visitar te desahogaras y así no tendrás por qué sentir que se acumulan tus ganas de hombre
-Mami…
-Que cielo?
-Puedo masturbarme ahora
-No corazón!!! No estoy preparada psicológicamente
-Pero mami, estoy con muchas ganas de desahogarme, estoy muy acumulado
-Corazón que dices??? Hoy no
-Tu no me entiendes – dijo Andrés mientras su rostro dibujaba una tristeza inmensa
-Está bien, pero no quiero ver – dijo su madre con vos temblorosa
-Ven mami, acércate yo me ubico a tus espaldas, tu solo quédate quiete sentada
Ella se acercó sin pronunciar palabra alguna, con la mirada fijada al piso, pero con la plena convicciones que aquel sacrificio como madre, lograría que sus hijos se reconciliaran
Andrés recostó su cabeza en la espalda de su madre y hundió su nariz en su cabello liso y negro que llegaba hasta la mitad de su espalda, mientras el sentía la hermosa y dulce fragancia del perfume de su madre, con una mano tomo el hombro izquierdo de su madre y con la otra bajo la cremallera de su pantalón, saco su pene y empezó a masturbarse apretándolo con bastante fuerza, parecía que iba a reventar su pene por tanta fuerza con la que lo apretaba
Mientras él se masturbaba a espaldas de su madre le pregunto a ella…
-Mami?
-Que quieres?
-Te puedo hablar mientras me masturbo?
-No veo porque no, así me imagino que estamos hablando y dejo de pensar en que estas masturbándote atrás mío
-Ok, mami, te quiero mucho
-Y yo a ti corazón, termina rápido por favor, no es agradable estar en lo que estoy
-Mami, me encanta tu olor, nunca me había fijado en él, sabes en que no me había fijado más?
-En que Andrés?
-En lo hermosa que eres, eres guapísima – decía Andrés mientras se masturbaba
-Deja de hablarme así y termina de una vez, por favor
-Tampoco me había fijado en el cuerpo que tienes mami
-Ya basta, no es agradable como hablas y peor aun teniendo en cuenta que soy tu madre
-No me había fijado, pero ahora que lo hago tienes un trasero lindo, me encanta como lo sacas cuando estas sentada
-Ya basta Andrés
-Mira mami, tienes unas tangas muy sexis, se te alcanzan a salir por el bordecito de tu pantalón, desde acá atrás las veo, son blancas
Martha con una mano se subió los pantanos y se lo acomodo para tapar el borde de su tanga
-Andrés cállate ya
El joven Andrés retiro su mano izquierda del hombro de su madre y volvió a bajarle el borde de los pantalones, diciendo
-Déjalo así mami, al ver el borde de tus tangas me éxito más y mas
Ella no pronuncia palabra alguna
-Que hermoso trasero tienes madre, y esa cintura aun bien conservada, en gusta lo que veo mami. Pero más me encanta la cadera tan grande que tienes, pareces una reina, ese culo tan grande no sé cómo haces para meterlo en estos pantalones – mientras pronunciaba aquellas palabras le apretó con la mano izquierda una nalga a su propia madre, ella grito y le dijo
-Cállate Andrés, termina ya
-Mira que rica cintura-, ahora con su mano izquierda tocaba la cintura de su madre – y estas tetas tan ricas y aun duras…- el pronunciaba esas palabras y al mismo tiempo con su mano inquieta apretó el seno izquierdo de su propia madre
Ella se sacudió
-Que haces Andrés, no me toques, no me toques que no me gusta
-Mami, tienes unas tetas grandes, déjate te las toco
-No, termina ya!!!
El joven Andrés con un ágil movimiento metió su mano izquierda y derecha por debajo de la blusa blanca de su madre y tomo sus senos y los apretó firmemente
-Suéltame hijo!!! Que haces, estás haciendo algo que no acordamos
Con la misma agilidad el joven con un poco de fuerza y destreza le quito la blusa a su madre y alcanzo a sacarle del sostén el seno izquierdo, como Martha tenía unos senos grandes ella no podía volver a meterlo en el sostén, así que dejo aquel seno por fuera y seguía torpemente intentando zafarse de su hijo, pero aquella mujer de 43 año no podía con la fuerza de su hijo
-Andrés para!!! Para!!!
-Mami déjate consentir…
El joven Andrés como pudo aprovecho del gran tamaño de los senos de su madre y saco el otro seno del sostén, ahora su madre estaba sin blusa y con las tetas al aire
-Para Andrés, para!!!
No se necesitó que gritara mucho, para que el guardia escuchara y se dirigiera a la habitación, antes de que se asomara por los barrotes, Andrés escucho el ruido de los pasos del guardia y soltó a su madre y se sentó en la cama asustado, Martha al oír que venía el guardia, corrió y tomo una sábana y la coloco en la puerta para que el guardia no la viera desnuda, en ese movimiento Andrés observaba como las tetas de su madre se meneaban de arriba para abajo, la cintura seductora de su mami y la gran cadera y piernas largas de aquella mujer. Martha con las dos manos apoyaba la sabana por encima del borde superior de la puerta, logrando con ello tapar la ventanilla de la puerta para que el guardia no viera que su hijo estaba abusando de ella.
-Señora se encuentra bien? Pasa algo – preguntaba el guardia, mientras introducía la llave para abrir la puerta
-No señor guardia, no es nada, no abra la puerta por favor, acá no pasa nada…
-Señora entonces quite esa sabana para ver que todo está bien!!!
Si ella quitaba la sabana, el guardia le vería los senos enormes y al mismo tiempo se enteraría de lo que estaría pasando
-Señor guardia, lo que pasa es que mi hijo se está midiendo unos pantalones que le traje y no quiero que lo vea desnudo, ajajay tranquilícese señor guardia, todo está bien
Andrés mientras escuchaba como su madre trataba de convencer a aquel guardia para que este no se diera cuenta de lo que estaba pasando, miraba aquella silueta de su madre, ese redondo y paradito trasero, empinándolo para poder sujetar la sabana por encima de la puerta, el cabello liso y negro de su madre le tapaba hasta la mitad de la cintura y el dorso desnudo de su madre volvieron a causar la erección que había perdido por el gran susto
Rápidamente Andrés se paró de la cama y aprovecho que su madre hablaba con el guardia y al mismo tiempo sostenía con ambas manos la sabana por encima de la puerta, y se ubicó detrás de ella, desabrocho el pantalón negro de licra de su madre, lo bajo rápidamente dejando a la vista ese trasero redondo y esa tanga que se le perdía en medio de las dos grandes nalgas
-Andrés no!!!! – grito su madre
-Pasa algo señora? Volvió a preguntar el guardia
-No señor guardia, es que mi mijo dejo caer algo acá
-Está segura señora que no pasa nada, si desea déjeme ver, quite esa sabana, no me interesa ver a su hijo midiéndose pantalones, solo quiero comprobar que todo está bien
-Tranquillo hay… señor hay, guardia, todo está, suélteme, todo está bien, acá no más!!! acá no pasa nada, todo no hagas eso, todo está bien…
Andrés aprovechaba que su madre estaba estirada completamente sosteniendo aquella sabana, y con las dos manos ocupadas, para después de bajar el pantanos de licra de su madre hasta los tobillo hábilmente con los pies abrir las piernas de su madre, como cuando la policía va a requisar a alguien, Andrés comenzó a sobar la vagina de su madre por encima de la tanga, mientras que con la otra mano seguía masturbándose, Andrés paro y con una mano fuertemente corrió para un lado la diminuta tanga blanca de su madre mientras escupió una mano, y restregó su saliva en medio de las piernas de Martha, en toda su vagina.
Ella le seguía hablándole al guardia intentando esconder lo he estaba pasando allí adentro y esforzándose porque aquella sabana no se fuese a caer
Andrés después de llenar la vagina de su madre con saliva, teniendo con su mano izquierda la tanga de su madre hacia un lado, con la mano derecha corrió la nalga de su madre hacia el otro e introdujo fácilmente el pene en la vagina de su propia madre, lo metió y saco con fuerza, a su madre le temblaban las piernas, Andrés soltó la nalga de su madre y se detuvo un momento, saco su pene y se separó de esa mujer, su madre pensó que su hijo se había resignado, y un suspiro la colmo de paz por unos segundos.
Andrés tomo la tanga de su madre y tiro hacia abajo de ella, una vez estando en los tobillos junto con el pantalón, Andrés volvió a separar las piernas de su madre y ahora con ambas manos separo las nalgas de ella, y en un movimiento ágil, metió de nuevo su pene de un tirón, su madre apretó los labios y cerrando los ojos contuvo un grito/gemido, Andrés siguió bombeando a su progenitora, mientras que con un dedo recorría el interior del ano de ella, no tardo mucho y en un segundo lleno el interior de su madre con semen, con ese semen que tenía acumulado de varios días
Su madre se mordía la lengua y los labios por no quejarse y decir nada, mientras el guardia decía que se retiraría, pero que si necesitaba algo que lo llamara.
Una vez que el guardia cerró la ventana de la celda y se escucharon los pasos de su retiro, la madre de Andrés se separó de su hijo, se giró y observo a la bestia en la que su hijo se había convertido, ahí estaba parado con el pene flácido y lleno de fluidos y su dueño con una mirada que ella jamás vio, su madre se dejó caer en el suelo y soltó en llanto, Andrés comprendió lo que pasaba, sin embargo algo dentro de él le decía que esa oportunidad jamás se repetiría, así que le dio una palmadas a su pene, el cual poco a poco iba creciendo nuevamente.
Su madre se encontraba en el suelo, tomando sus rodillas con sus brazos y su cabeza recargada en las mismas rodillas, sollozando, Andrés sabía que a partir de ese momento había perdido a otro ser querido, así que tomo los tobillos de su madre y los jalo bruscamente hasta el, abrió las piernas de su madre y la volvió a clavar de un solo tiro, Martha solo lloraba y de vez en cuando balbuceaba
-Por qué hijo??? en que te has convertido
Lloraba y lloraba, pero su hijo ya no lo era más, con rapidez Andrés giro a su madre en el suelo y abriéndole las nalgas a su madre, puso la punta de su pene en la entrada del ano y comenzó a empujar hacia adentro, Martha se retorcía en el suelo suplicando a Andrés que no hiciera eso, sin embargo Andrés saco la punta de su pene y abriendo al máximo las nalgas de su madre, le ensartó todo su pene en el ano de su madre, esta estuvo a punto de gritar sin embargo Andrés arranco y metió la tanga de su madre en su boca, esta solo hacia sonidos guturales, Andrés nalgueaba a su madre, jalaba de sus pelos, incluso metía las manos por debajo de ella y pellizcaba los pezones de la misma, cuando iba a terminar nuevamente dentro de su madre, este se detuvo, y dio una última embestida, la cual hizo retorcer a su madre.
Andrés una vez más había acabado dentro de su progenitora, se separó de ella y saco la tanga de la boca de su madre, la embarro de aquello que salía de la vagina y ano de su madre, la tanga se llenó de jugos de su madre, sangre, excremento y semen, guardo la tanga bajo su almohada y se sentó en la cama.
Martha yacía en el suelo, tirada, bañada en lágrimas y sudor, con un dolor inmenso en el ya abierto ano, y con ardor en los pezones y nalgas, producto de los golpes y pellizcos, trataba de levantarse pero no pudo, un tercer intento y lo consiguió, al hacerlo noto que por sus piernas un chorro de sangre corría, combinado con un espeso semen, ella se subió los pantalones de licra, los cuales comenzaron a transparentar las piernas de su madre debido a la cantidad de fluidos, tomo su blusa del suelo y se la mal puso, ni si quiera se molestó en acomodar sus enormes pechos en su sostén, se abrocho tres botones y se acomodó los tacones, giro su cabeza en la dirección de quien antes era su hijo, agacho la mirada y escucho
-te quiero mami
Golpeo la puerta y el guardia la abrió, este al ver a la señora volteo en dirección al recluso y saco su macana, su madre no supo ni escucho lo que le paso en ese momento a su hijo, solo corrió hasta la salida.
Después de aquel día, el único que visitaba al joven Andrés ahora era su padre, y el señor Luis siempre se pregunta
-Porque será que la novia de Andrés, mi hija y ahora mi esposa no quieren visitar a mi hijo, será por las drogas que estará consumiendo???
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