Estando juntos Yessenia con su queridisimo esposo en una avenida concurrida y transitada de la urbe capitalina esperando un transporte en toda una vuelta de una calle convulcionada en un asalto a un local cercano a donde estan parados, escuchando un disparo perdido que mata al queridisimo esposo cayendo hay mismo, no le da tiempo de raccionar quedandose mirando horrorizada y muda temporalmente por el chock de presenciar aquel suceso que la dejo viuda sin que ella pudiese hacer nada, pidiendo al destino que ocurriera algo de tal magnitud que decidiera el esposo pedirle rotundamente el divorcio a ella al dejarle todo sus bienes materiales inclusive, la casa que compartian en la barriada a donde se establecieron al casarse.
Pasando el funeral y la misa del novenario de la sensible, imbargable, desgarradora, dolorosa, agonía como inevitable hasta triste finalmente desgarradora partida del esposo de Yessenia; incorporada al trabajo en la facultad de derecho anda de unos animos que todavía no sale de su pena y de la impresión producida por aquella tragedia que la tiene acongojada en una absoluta tristes como depresión que actuando y andando como un zombi. Aunque tiene a su amante es te esta imposibilitado para poder reanimarla inclusive, consolarla hasta se a alejado como separado por un tiempo de este no practican nada de sexo ni quiere llevarse a su lugar predilecto que tanto le apetecen a ella. Dejando el tiempo pasar a ver si se reanima y continua su vida como la tenga antes de lo que sucedio en carne propia estando presente aquel terrible como inolvidable día que le provoco la tragedía que nunca precintio que la iba a destrozar y desbastar a lo hondo de su alma, ser y corazón irremediablemente aunque no queria a su esposo no le deseaba un final tan maldito a su parecer no se lo merecia por ser bueno y puro de sentimiento como de alma querido por todo el mundo a su alrededor llorando interminablemente todas estas noches desde el día en que fue enterrado en el santo campo.