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Categoría: Confesiones

Hot wife y cuckold - Gracias Ricardo

Ese domingo a la tarde en el telo, S, mi esposa estaba montada encima mío y mientras yo le chupaba su empapada conchita ella hablaba por celular con Ricardo (colega médico y por ese entonces vecino y separado recientemente) pidiéndole de encontrarse en la semana ya que S quería hablar con él.



Conocíamos a Ricardo ya que además de colega y vecino habíamos trabajado juntos, él y yo, en el mismo hospital durante 5 años en los cuales como se da en la mayoría de los grupos, además del trabajo compartimos reuniones sociales e incluso algún viaje por el país en ocasión de congresos médicos a los que asistimos.



A S siempre le gustó Ricardo y unos meses antes de ese domingo habíamos comenzado a hablar de concretar una vieja fantasía mía (y también de ella) de iniciarnos en el cuckold, morbo que tuve siempre y que desde novios le confesé a S que me gustaba y deseaba en algún momento concretar con su ayuda, si ella estaba de acuerdo.



S siempre fue y sigue siendo una mujer muy sexy, morocha con buen cuerpo y piernas y en especial una cola muy deseable y que sabe usar y disfruta. Por ese entonces no solíamos ir mucho a telos pero toda la semana previa tuvimos sexo a diario y en cada ocasión nos excitábamos mutuamente hablando de concretar finalmente la fantasía y poniendo ya nombre al macho que los dos deseábamos que fuera mi corneador, los dos coincidimos en que fuera Ricardo y ese domingo, después de tener un intenso mañanero, decidimos a la tarde ir a un hotel de la zona y mientras yo le hacía sexo oral, ella llamaría a Ricardo para pedirle encontrarse con él en la semana, cosa que hicimos y aunque él se mostró sorprendido por el llamado y el pedido de S, aceptó encontrarla el miércoles siguiente por la tarde.



S terminó de hablar con Ricardo y me regaló un hermoso orgasmo en mi boca con una cantidad de jugo que nunca me había dado y mientras me chupaba la pija y me sacaba mucho semen, que tragó (como le gusta hacer siempre) y saboreó "pensando en Ricardo" como me dijo luego de tragar todo.



Llegó el miércoles de la cita y como todos los miércoles, yo estaba en mi consultorio trabajando, ansioso y esperando la hora de volver a casa y que la muy turra de mi hermosa esposa, me contara en detalle todo lo que Ricardo le había hecho, ya que se encontraban tipo 18 hs. y yo volvía a casa a eso de las 22. Fue llegar a casa, completamente excitado y ver a S con una sonrisa de oreja a oreja esperándome en el dormitorio, tapada con las sábanas hasta el cuello y cuando me vio entrar ¡se destapó quedando en tetas y una tanga minúscula, colaless que había estrenado esa tarde!!!



Cuando me acerqué para meter mis dedos en la conchita y comprobar como estaba, S me tomó la cara con las manos, me acercó a ella y me dio un beso de lengua profundo, húmedo y prolongado "para que vayas conociendo el sabor de Ricardo" me dijo y ahí si separó las piernas, me mostró la tanguita mojada (¡semen de mi corneador!!!!) y mientras yo le ponía dedos en la conchita, empezó a contarme con todo detalle esa primera cita con mi corneador.



Se encontraron en un bar de capital a tomar algo, pero había mucha gente y S le dijo a Ricardo que lo que quería decirle era algo privado y no le gustaba que la gente de alrededor escuchara. Ricardo le propuso ir a su automóvil y dar una vuelta para poder hablar, así hicieron y ya en el estacionamiento y antes de poner el auto en marcha, S le dijo a Ricardo que le había pedido verse porque a ella le pasaban cosas con él, que sabía que no estaba bien decírselo, ya que él y yo éramos conocidos, pero que hacía tiempo que él le gustaba y no quería guardárselo más.



Ricardo se sorprendió por un momento por las palabras de S, pero en un segundo estiró la mano y le acarició el muslo, mientras se acercaba a ella para besarla y con su mano buscaba la conchita mojada de mi caliente esposa, que abría las piernas para facilitar que los dedos de él se metieran por debajo de la tanga y entraran en su vagina ansiosa y empapada, poniéndola aún más caliente de lo que ya estaba y en tanto ella le chupaba la lengua a Ricardo y con una mano la apretaba el bulto sintiendo lo duro y caliente que estaba. Esa franela intensa siguió por unos minutos en el estacionamiento, hasta que Ricardo le propuso ir a un telo y por supuesto S aceptó caliente y entusiasmada.



En 5 minutos estaban entrando al telo y ya en la habitación ella le sacó el saco, empezó a desprender el nudo de la corbata mientras Ricardo le sacaba la ropa a ella y sin dejar de besarse con lengua en pocos segundos estuvo él totalmente en bolas y al palo y S sólo con la tanguita y en 4 patas en la cama mostrándole y ofreciéndole a él, su hermoso culo. Ricardo empezó a comerle la conchita y después de unas lamidas, se acostó y S se puso encima de él para un 69 espectacular (según palabras de mi puta esposa que además aprovechó para comentarme "la buena pija" de él y lo bien que se la hizo sentir) que duró un buen rato, hasta que él, muy caliente, le descargó una cantidad de semen (mayor obviamente a lo que S estaba acostumbrada), que mi putona esposa recibió y tragó "hasta la última gotita" como a ella le gusta hacer siempre.



Ricardo no pudo aguantar la calentura y le llenó a S la boca de semen, le preguntó si le había molestado y por supuesto ella le dijo que no, que le encantaba eso y que siempre le gustó tragar, pero que nunca le habían dado "tanta lechita junta", él le comentó que lo excitaba y le gustaba mucho acabar en la boca y que lo volvía loco que se tragaran su semen pero respetaba a las que no les gustaba, "conmigo entonces vas a estar siempre contento, soy adicta al semen" le dijo ella y se río pícara y putona.



Mientras hablaban, S empezó a masajearle la pija a Ricardo diciéndole "yo no acabé todavía, estoy muy caliente", él la montó de frente con ella abajo, pero la pija de él no terminaba de ponerse dura entonces S le dijo, ¿querés la cola? a lo que Ricardo abrió grande los ojos y con una sonrisa enorme le dijo "Seeeeeeee, date vuelta guacha, que te hago el ortoooo" y ahí sí, la pija bien al palo y bombeándole el culo a full mientras ella se pajeaba ¡y acababa como una perra mojando las sábanas!!!!



Ricardo le echó otro polvo, pero afuera, entre los cachetes y la lechita chorreaba hasta la conchita empapada de S por la acabada que ella también se echó. Ricardo le dijo que tenía que irse porque sin saber que tendrían ese encuentro, ya había programado cosas para hacer. S le dijo que si, que ella también tenía que irse porque "mi marido va a llegar a casa y yo tengo que estar ahí como una buena esposa" a lo que él le preguntó si ella me había hecho cornudo antes y ella le contó que no, que era la primera vez, lo que no le dijo (ni esa vez ni nunca durante el año y medio que fueron amantes), fue que yo sabía de su relación con él y que ella misma me contaba todo, con detalle, después de cada encuentro, incluso de la vez que la esperó en su casa con un amigo y la enfiestaron, pero eso lo contaré en otra ocasión.



Ricardo se duchó, S no para cumplir con el pedido de su macho, se dieron un beso de lengua profundo y muy húmedo y él la alcanzó hasta una remisería, donde S tomó un auto que la trajo a casa, no sin antes prometerse seguir encontrándose y teniendo sexo cada vez que quisieran.



Mientras me contaba esto yo comía la conchita mojada de mi esposa, pasaba mi lengua por el ano inflamado por los pijazos de Ricardo y saboreaba los restos de leche de mi corneador. S me pajeaba y cuando acabé se tragó todo mi semen "así se hacen hermanos de leche dentro mío" 



Esta historia es real y quería contarla, mi esposa y mi colega corneador, siguieron encontrándose durante un año y medio (se cortó la relación cuando él volvió a casarse y se mudó a la capital) y él nunca supo o al menos nunca estuvo seguro de si yo sabía o no de su historia con S. Ricardo, me gustaría mucho que leas esto y que finalmente tengas la seguridad de que yo sabía todo lo que hacían con S y no sólo lo sabía, sino que me excitaba saberlo y me gustó mucho que fueras mi corneador (no fuiste el primero, pero si el mejor!!!) y que gracias a vos, S se fue liberando cada vez más y desde esa historia tuya hasta aquí hemos tenidos muchos encuentros con parejas y con solos que ambos disfrutamos mucho y que es justo reconocer se dieron en gran medida porque vos hiciste de S una hot wife hermosa y muy puta y yo conseguí cumplir mi fantasía de ser un esposo cornudo consiente y disfrutar de mis deseados cuernos.


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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