Falda cortita campana de cuero con algodón con una  chamarra del mismo material en negro ambas piezas de ropa con botas de tacón alto negras y lentes oscuros en persona como en vivo y a todo color Eulalia Hemingway Grant. Qué anda paseando a su perro sabueso en un parquecito en la misma área de la barreada donde vive hoy día. Qué se dobla de pie al acariciarle en el lomo al chachicha que se le ve todo el hilito dental cachetero negro muy diminuto en la raya de la vagina y rabo, que pasa por ahí a su lado un hombre que le da sus buenas nalgadas y piñizcadas que le llama oye puta de dónde vienes y estas insinuándote para que te vengan a coger hasta follarte cualquiera que tenga el bolsillo harto dinero cuantioso para pagarte tu tiempo de sexo a tutiplén. En qué Eulalia Hemingway Grant le da está fuerte garnatada que le pasa pendejo y estúpido soy una mujer decente, seria, respetuosa, honesta, honrada, educada, hecha y derecha para que lo sepa así visto cuando estoy libre de mi trabajo y soy de aquí y ando paseando a mi chalchucha en fin soy toda una belleza natural de mujer de cuento de hada en pocas palabras soy la misma Blanca Nieves de los siete enanos no le he dado la confianza ni tengo el placer de conocerlo incluso no le aguantare ofensas, tergiversaciones, irrespeto y sobre todo para rematar infundios como perversiones de usted la sugiero que tome portante y camino hacia la zona roja por allá en la ciudad donde hay pensiones y prostíbulos donde puede desahogarse como tener esas fantasías con prostitutas en que se me pierde de la vista por que le llamare a la policía de la zona en que anda molestándome, acosándome, obligándome, sometiéndome, violándome, incomodándome, asqueándome, fastidiándome, maltratándome, humillándome, pervirtiéndome, incitándome, insinuándome, coqueteándome, en fin todos los adjetivos que se me vienen a la mente por estas ve gemaciones que soy objeto ante mis propias narices por sus necedades y atrevimientos hasta locuras ahora déjeme seguir paseando a mi sabueso lárguese de mi vista en que le hace caso este, caminando Eulalia Hemingway Grant se ríe que efectivamente a sabido disimular y disfrazar que verdaderamente este atuendo es de prostituta que se lo puso para conocer las reacciones masculinas de los hombres mientras anda por el parquecito que saca a pasear a su perro chalchicha en está mañana de sábado en persona como en vivo y a todo color.