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Historias de Oficina -5-

Capítulo 5 (Víctor)

 

Mi cuerpo estaba volviendo lentamente a la vida, no era la primera vez que llevaba a cabo este “Ritual” era algo que hacia cada vez que me sentía débil, había descubierto con el paso del tiempo que era la única manera de traerla nuevamente a la vida, aunque sea por un breve periodo de tiempo. Mi cuerpo me pesaba y no tenía las energías para levantarme del suelo ¿En qué momento me había caído de la cama? Fue entonces cuando me di cuenta que era observado, sentada junto a mi cama en un diván estilo Rococó que acompañaba el resto de la decoración de la habitación Lorena me observaba con una mirada vacía, mientras su rostro descansaba sobre una de sus manos.

 

—Déjame ver si entiendo ¿abandonaste un evento oficial de la compañía para venir a tu casa a fumar esa porquería? – dijo con cierto tono de reproche

—Tu no me entiendes…quiero estar solo. – respondí simplemente

—¡Pasaron dos años Víctor…Dos años!! Está muerta.

—¡Ya lo sé!! ¿quieres que la olvide? No puedo….

—¡Déjala descansar en paz! Fue ella la que falleció ¡¡No tú!!

—¡¡No puedo!!... no puedo – mi voz se quebró y las lágrimas comenzaron a recorrer mi rostro, mientras mis puños golpeaban fuertemente contra el suelo.

—Shh shh – Dijo acercándose despacio, acariciando mi espalda para luego darme un tierno abrazo – ya está…ya está mi amor…perdón, lamento lo que dije.

—No puedo…no puedo de verdad…— mis lágrimas continuaban apareciendo dejándome en un estado muy deplorable. — Creo que la sigo amando.

—Lo se mi niño, lo se… ahora quiero que te des un buen baño caliente, te arreglaras e iremos juntos a la compañía...— mi respiración se calmó en sus brazos, deje de llorar mirándola con una sonrisa—No la sigues amando Víctor…amas los recuerdos que tienes con ella.

Luego de bañarme salimos juntos para la empresa, los envíos a Alemania habían comenzado, las oficinas eran un caos sin Lorena, al llegar nos vimos superados por una gran cantidad de informes que debíamos revisar, el movimiento era continuo, hacía años que era presidente de toda esta locura y me seguía sorprendiendo. La mañana era rutinaria, pedidos, envíos, facturas, llamadas, necesitaba descansar, sin quererlo mi mente empezó a divagar ¿Dónde está Mariza? La había visto apenas llegue a las oficinas, ordenaba unos papeles junto con Eva… se veía tan hermosa como siempre…comenzaba a extrañarla.

 

—Vas a tragarte una mosca si no cierras la boca, niño —Lorena interrumpió mis pensamientos con algo muy clásico de ella.

—Perdón, estaba …

—¿inventaras una excusa o me dirás que pensabas en Mariza?

—¿Qué más falta revisar?

 

Simplemente se limitó a sonreír, iba a comentar algo más cuando dos suaves golpes en mi puerta anunciaron que alguien quería entrar, y si, era ella.

 

—Perdón la intromisión…Buenos días Víctor – nuestras miradas volvían a cruzarse, ese detalle tan simple había hecho que mi día fuera invadido por un rayo de luz— Lorena…me dijeron que querías hablar conmigo.

—Si Srta. Márquez pase— Respondió con un tono seco.

—Claro…permiso— dijo al momento que iba a sentarse junto a ella.

—No, no se siente, no le robare mucho tiempo, reúna sus pertenencias y entregue su tarjeta de acceso en seguridad, en el tercer piso se encuentra el departamento de finanzas, le entregaran un cheque con su sueldo de este mes completo…esta despedida y no se preocupe si piden referencias suyas diré que es una buena empleada. Gracias. – ni siquiera había levantado la vista de las hojas que sostenía enfrente a ella.

 

Mariza estaba inmóvil, su rostro se puso blanco y note como estaba a punto de comenzar a llorar.

 

—Perdón…no entiendo Lorena— su voz estaba quebrada.

—¿Qué no entiendes? Esta despedida, es simple… ¿me puedes decir quién te dio permiso para irte de la cena ayer?

—No me sentía bien…lo lamento mucho, perdóneme, necesito el trabajo— unas finas lagrimas comenzaban a recorrer sus mejillas mientras nos miraba a ambos y en especial a mí, como rogándome que diga algo.

—Si de verdad lo necesitaras, lo hubieras cuidado— Mariza comenzó a llorar, con sus delicadas manos cubría su bello rosto de nuestras miradas—

—Solo está jugando Mariza no te preocupes…Lorena nunca te despediría, así como así ¿no es cierto?

—Claro… fue una broma… tráenos un café bien cargado a cada uno — Mariza solo se secó las lágrimas mientras me regalaba una hermosa sonrisa, dio media vuelta y rápidamente abandono la oficina.

—No creo que sean amigas después de como actuaste hoy— dije divertido apenas se fue Mariza.

—No tengo tiempo para amigas…tengo que dirigir una empresa internacional y a su presidente de quien me tengo que seguir haciendo cargo como cuando tenía dieciocho años, además si se trasforma en la Srta. Vask debo educarla desde ahora— respondió divertida.

—Te quiero mucho— no pude evitar reírme ante el gesto de molestia que había hecho—  Las cosas han cambiado en ocho años ¿no lo crees?

—Ya lo creo niño ya lo creo…— Mariza entro con una bandeja donde traía la orden de Lorena— bien muchacha, puedes retirarte.

—Sra. Lorena, hay una mujer llamada Lucia Bikart esperando en el corredor, dice que tiene cita ¿la hago pasar?

—Off me había olvidado de ella…Si niña, que pase gracias.

 

Fue entonces que entro, era una mujer hermosa, alta, rubia, con un rostro angelical, seguramente había cautivado todas las miradas desde que ingreso a la compañía. Su mirada tan picara me cautivo en un instante, de no haber sido que Lorena se encontraba frente a mi seguramente hubiera poseído de tan exquisita mujer sobre mi fino escritorio.

 

—Sr. Vask es un honor conocerlo, fui enviada por el Gral. Aigner en persona, como bien debe saber comenzamos a recibir sus “Productos” el día de ayer, y queremos buscar la manera de incrementar ese pedido, según nos enteramos sus industrias están desarrollando un nuevo avión invisible a todos los radares conocidos y con una ponencia de fuego que deja atrás a las otras naciones, así mismo también sabemos que está a punto de incursionar en vehículos no tripulados…queremos ser sus únicos inversores Sr. Vask

—Veo que sabe muchas cosas Srta. Bikart, pero debo decirle que ya estoy haciendo negocios con otras naciones por esa nueva tecnología.

—Estamos decididos a hacer el trato que haya que hacer…

—Ya veo…en ese caso, creo que será divertido hacer negocios con Ud. Srta. Bikart

 

Dude unos segundos sobre que decir o que hacer, acababa de despertarme y tenía a Eva frente a mi esperando una respuesta.

 

—Buenos días…ese desayuno se ve exquisito. ¿Dónde estamos? — pregunte todavía algo somnolienta.

—Estamos en mi casa… ¿recuerdas algo de anoche? — contraataco

—¿Anoche?... —mi mente solo era un montón de pensamientos desordenados e imágenes confusas…hasta que el rompecabezas se armó y sentí como el calor comenzaba a apoderarse de mi rostro…como me ruborizaba ante su hermosa sonrisa.

—Yo lo disfrute mucho— Dijo dándome un tierno beso en los labios— Aunque de igual manera no quiero que las cosas cambien entre nosotras Mariza, eres…eres la primera amiga de verdad que tengo en no se cuento tiempo, suena cursi y algo tonto, pero es verdad.

—Pienso igual— Dije sonriendo, su calidad actitud parecía que era algo que nunca se veía afectado por nada.

—Desayunemos antes de ir a trabajar— puso la bandeja en la cama y comenzó a untar mermelada en una de las tostadas— Tengo una amiguita que a pesar de ponerse juguetona conmigo anoche no me conto porque estaba llorando ¿La conoces?

—Creo que sí, es una chica sin escrúpulos— mi risa invadió todo el dormitorio y a los pocos segundos ella se unió a mí— Conocí a la novia de Víctor. – Dije tras un largo suspiro.

—Wow que cosa tan fea, eso sí es traumático— dijo sonriendo

—nada, no quiero hablar más. — Dije cruzando los brazos molesta.

—Jajá no seas tonta cuéntame…quiero saber— Dijo haciendo un puchero— me cuentas o empiezas una guerra de almohadas, te lo advierto.

—¿Qué, guerra de almohadas? ¿tienes idea de lo ton … — No acabe de hablar, el primer golpe impacto justo sobre mi nariz, solamente me miraba sonriente, tome rápidamente la otra almohada que descansaba cerca de mi antes que pudiera tomarla ella— ahora vas a ver quién gana la guerra.

 

No sé cuánto tiempo perdimos en esa tonta guerra, lo que, si se es que le conté todo desde el principio, mi entrevista de trabajo, mi sueño con Víctor, el baile de Alemania…nuestro hermoso y tierno primer beso…todo, ella solo sonreía ante cada uno de mis recuerdos y escuchaba cada una de mis palabras, terminamos el desayuno y me dijo que entre en su guardarropa y elija lo que quiera, no podía ir a trabajar con un vestido de noche, lo que vi al entrar fue algo maravilloso, todo mi pequeño monoambiente entraba en él, había todo tipo de ropa, telas, zapatos, sandalias, de todo, me decidí por algo muy clásico unos Jean  con una camisa blanca, lo que me llevo encontrar cerca de dos minutos, bajamos en el ascensor riéndonos y hablando trivialidades cuando al llegar a planta baja vimos a mismo encargado de la noche anterior.

 

—Otra vez ese tipo, ya no sé cómo sacármelo de encima— dijo algo intranquila.

—Yo si se cómo puedes sacarlo de tu camino— la mire sonriente, ella solo se limitó a mirarme y por su rostro…sin entender que tenía pensado— Tú sígueme la corriente.

 

Caminamos lo más cerca posible de el para estar seguras que escucharía y vería todo con total claridad.

 

—¡Ay mi amor, es hermoso el dpto.! ¿Cuándo podre mudarme contigo? — dije tomándola de la mano, mostrando mi mejor sonrisa.

—Cuando tú quieras princesa, no quiero que nos separemos más— respondió sonriente.

—Yo tampoco amor – Tomándola totalmente desprevenida la bese apasionadamente mientras mis manos revolvían su cabello.

 

Continuamos nuestra marcha rumbo al auto de Eva mientras nos reíamos y seguíamos en nuestro papel de novias y al subirnos ella seguía tentada de la risa.

 

—Fue un buen plan, no me lo esperaba, tienes que tener cuidado o Víctor se pondrá celoso.

—No creo que debas seguir preocupándote por el encargado mi amor, solo fue un juego.

—¿Era necesario usar lengua? — pregunto risueña.

—Ya deja de hablar y vámonos a la compañía o vamos a llegar tarde. — respondí alegre

 

Pero a pesar que intentaba arrancar su Porsche, no pudo lograrlo, la batería estaba descargada totalmente, intentamos que arranque empujándolo, pero después de varios intentos nos dimos por vencidas

 

—¿Qué hacemos ahora?... Soy una estúpida, seguramente deje las luces encendidas o no sé qué paso. – dijo ocultando su rostro entre sus manos.

—No sé qué hacer…— fue entonces que recuerdo que en mi bolso todavía está la tarjeta del Taxista, la busco y leo contenta… Lucas Montero— voy a llamarlo

—Dile que se apresure. —dijo sonriendo contenta.

 

Diez minutos después su auto estaciona frente a nosotras, sin perder un solo segundo más nos dirigimos rumbo a las empresas Vask, la alegre melodía de mi celular anunciaba una llamada…Lorena, ¿esa mujer no dormía acaso?

 

—¿Dónde estás niña? Quiero que apenas llegues te encargues de la documentación que esta sobre tu escritorio ¿está claro?

—“Buenos días, como estas, un simple H—O—L—A… ¿Qué clase de educación se supone que tiene esta mujer?”— Si claro Lorena, apenas llegue a la empresa me encargo de eso, estoy por llegar junto con Eva.

—Ok…

 

Corto sin decir ni un simple adiós…Lorena era una persona muy rara no terminaba de comprender como Víctor podía tenerle tanto cariño.

—Ey chicas Vask, estamos por llegar…—dijo Lucas mirándonos por el espejo— ¿voy a tener alguna oportunidad contigo hermosa? — dijo dándose vuelta para cobrar cuando por fin nos detuvimos.

—Lucas yo…

—Lo lamento bombón, está reservada— dijo Eva al momento que me abrazaba y me daba un tierno beso en los labios.

—No soy para nada celoso chicas…— respondió el sonriente, no sé exactamente que morboso pensamiento abra pasado por su mente, pero solo nos reímos y luego de pagar el viaje bajamos del vehículo para comenzar nuestro día de trabajo.

 

La mañana había comenzado de mal en peor, lo primero que me paso fue llegar y encontrarme con una pila enorme de trabajo, correos que se debían responder, documentación que se debía archivar, llamadas por responder…en segundo lugar el hecho de que Lorena intento despedirme y de no ser por la intervención de Víctor quien arreglo todo con una simple jugada hubiera tenido que conseguir otro trabajo, era obvio para mí que aquel despido no fue una simple “broma” y por último en tercer lugar se encontraba ese sueño tan horrible algo que creí que ya estaba superado volvía para atormentarme, decidí concentrarme en mi trabajo y no darle más importancia, hacía ya una hora que Víctor estaba reunido con esa misteriosa mujer, una mujer hermosa, de su mundo, su categoría, entro a su oficina haciéndole ojitos…¿tan poco se valora esa mujer? No es que esta celosa es decir… ¿porque debería estarlo? Solo porque me beso de una forma que nadie nunca me había besado y…porque no puedo dejar de pensar en el…porque sueño con el…porque espero pacientemente a que tenga que estar a su lado… no tengo motivos para ponerme celosa de una mujer hermosa, con un mejor cuerpo que yo, más dinero que yo, más clase que yo y más… bueno ¡MAS!!

Me siento frente a mi computadora a revisar mis redes sociales en el poco tiempo libre que tenía cuando siento que alguien se acerca muy despacio a mis espaldas y suavemente coloca sus manos sobre mis ojos.

 

—Adivina…— dijo divertida

—Mmm hablas, te ríes y suenas exactamente igual a Eva…— siguiendo su juego— por favor amiga necesito despejar mi mente…

—Y Eva tiene la solución— dijo dando vuelta mi silla y mirándome con una sonrisa de oreja a oreja— adivina ¿Qué dicen las malas lenguas de la empresa?

—No sé ni me importa… de verdad no me interese ningún chisme que pueda rondar por ahí Eva…

—¿Tampoco que Víctor está soltero? — dijo mientras miraba cada una de mis reacciones— de verdad… según parece ayer termino con ella, una empleada dice que la vio llorando en el baño de mujeres.

—Es muy raro anoche parecía que todo estaba bien entre ellos, hasta me invitaron a salir en parejas con ellos.

—¿En pareja con quien linda? Estas fantaseando con su novio nena…bueno su ex— dijo ella riéndose

—Basta deja de decir eso alguien puedo oírte— al que ella solo continuaba riéndose, me levante y comencé a forcejear con ella mientras trataba que se callara— deja de reírte… basta

 

Fue entonces que Lorena salió de la oficina de Víctor y nos encontró discutiendo en medio de la recepción.

 

—¿Acaso no tienen nada mejor que hacer señoritas? — su fría mirada hizo que nos quedáramos inmóviles— ¿terminaron con todo el trabajo que les fue asignado? No deberían comportarse de una manera tan ridícula en una empresa tan seria como Industrias Vask además…

—Pero Sra. Lorena…ya terminamos con todas nuestras tare…

—Ni siquiera piense en volver a interrumpirme una vez más Srta. Márquez… Víctor podrá ser mucho más suave con las empleadas, pero quiero que sepa que mi autoridad aquí es total y si vuelve a contradecirme o actúa una vez más de forma imprudente no solo que la despediré, sino que me asegurare que ninguna gran firma del país piense siquiera en contratarla… ¿Le quedo lo suficientemente claro?

—Sra. Lorena si me permite hablar, debo decirle que ayer nos fuimos de la cena de la compañía debido a que no me sentía bien y Mariza se ofreció a llevarme a mi casa eso fue todo, discúlpenos.

 

Lorena solamente la observo y se fue sin decir una sola palabra...nuevamente sentía ganas de llorar, me senté en el sillón frente a mi computadora y comencé a llorar, mientras Eva trataba de consolarme con el típico “todo va a estar bien” me sentía muy triste y al mismo tiempo muy asustada… ¿en qué momento Lorena se había convertido en mi enemigo? ¿Porque me trataba así? ¿Porque las cosas habían cambiado tan rápido?

Mi día había sido agotador, me sumergí mi trabajo, ya no quería seguir llamando la atención de Lorena, solo quería ocultarme tras una pila de informes y números realmente no importaba. El reloj marco el fin de la jornada laboral, me dirigí a la salida en compañía de Eva, caminábamos juntas conversando de muchos temas realmente no importaba, solo estábamos distrayendo nuestras mentes con lo primero que se nos ocurría, fue entonces que vimos a Víctor a punto de subir a su auto, Lorena lo seguía con una carpeta en sus manos, lo que ocurrió a continuación nos dejó inmóviles, un hombre en una moto se acercó rápidamente a ellos… “adiós basura” sacando un arma efectuó dos disparos de los cuales uno impacto en el cuerpo de Víctor….gritos, ruidos, la moto que aceleraba huyendo a toda velocidad mientras la seguridad privada de la compañía trataba de alcanzarlo, sirenas de policía a lo lejos…cuando caí en lo que estaba pasando solo vi un gran amontonamiento de gente alrededor del auto de Víctor, deseaba que todo aquello fuera una simple pesadilla, ansiaba despertarme, no podía ser que eso este pasando, me acerque temerosa… lo vi ensangrentado tirado en el suelo… solo sentí un gran vacío en mi pecho y una profunda angustia me invadió antes de caer en una gran oscuridad, desmayándome al instante.

Datos del Relato
  • Categoría: Hetero
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