Esta es una historia que comienza a muy temprana edad , tenía yo como 10 años , mis amigos Juan , Rene y Antonio de igual edad a la mía eran mis compañeros de juegos , me estoy remontando 30 años atrás , no existian en esos tiempos juegos de computador ni menos play station nuestras jugarretas eran de mucha imaginación.
Principalmente jugabamos a vaqueros e indios , muy de moda en nuestros tiempos , tipos recios y duros , de armas tomar , bueno el juego se repartía de a dos , o sea dos vaqueros y dos indios , elaborabamos planes de estrategia para no dejarse atrapar , pero siempre vencían los vaqueros , en esta primera parte me tocó ser indio y fuí arrestado y amarrado a un tronco para el castigo , mi compañero indio también recibío la misma suerte , nuestras casas eran de grandes patios y por tanto nadie nos molestaba teniamos espacio suficiente para nuestros juegos , que en la teoría eran de niños , pero en la práctica se convertían en orgías de juegos sexuales y muy eróticos.
Recuerdo muy bien nuestro tratamiento al estar amarrados de manos y pies , Juan y Yo , eramos flagelados por Antonio y Rene ,comenzaban por sacarnos nuestros pantalones y dejarnos solo en pantaletas , al momento de bajarnos los pantalones nos acariciaban nuestros penes y sus dedos buscaban nuestros anos , nosotros los indios eramos muy valientes nada reclamabamos , los dedos de Antonio y Rene ya habían penetrado más de una vez nuestros culos y comenzaban nuestros penes a ponerse muy duros , nuestros cuerpos se retorcían de placer , sin darnos cuenta los vaqueros nos mamaban nuestros penes sin sacar sus dedos de nuestros culos ,la sensación era sólo de continuar prisioneros , todo nuestros sentidos se desvanecían por el castigo impuesto , hasta que empezabamos a arrojar nuestra leches en sus bocas , a esta altura del castigo nuestras intenciones eran de poder escapar y vengarnos.
Estuvimos amarrados cerca de una hora y nuestros cancerberos mientras tanto se masturbaban en nuestra cara y para obtener la libertad debiamos mamar sus penes y tragarnos ese nectar que sólo nosotros los machos poseemos, al estar muy cerca de nuestros labios , nuestra lengua comenzó su trabajo , subía y bajada a lo largo del pene de los vaqueros , un calor especial emanaba cerca de nosotros , el olor a pene joven y nobel es muy especial , luego ya poseídos por nuestro subir y bajar , los vaqueros se deciden a introducir sus penes en nuestras bocas y aquí comenzó nuestra venganza , comenzamos a succionar muy fuertemente y escapan gemidos de placer, ellos seguían un entra y saca muy suave mientras nuestros labios aprisionaban cada vez con más fuerza , de repente sentimos que se hinchaban sus testiculos y una explosión de espermas y leche muy calientita inunda nuestras gargantas , dejando un sabor de venganza cumplida.
Luego hicimos la paces ya que habiamos cumplido con el castigo impuesto , debíamos fumar la pipa de la paz , pero como eramos niños no nos dejaban fumar nuestros padres , pero eso no era impedimento para no tener algo en nuestras bocas ,nuestras miradas eran cómplices de nuestras travesuras , sentados en redondo uno al lado del otro ,nos tomabamos nuestros penes con las manos del compañero más cerca y empezabamos a unir nuestras fuerzas con pequeños y suaves masajes de nuestras pequeñas manos , todo era muy tierno y dulce , eramos verdaderos amigos de batallas , una vez erectos nuestros penes , inclinabamos nuestros cuerpos uno al lado del otro y comenzabamos a fumar la pipa de cuero , cada mamada era una verdadera aspirada, nuestras lenguas subían y bajaban , Rene gemía de placer , Antonio le metía un dedo en el ano a Juan , y yo mientras mamaba le metía los dedos a Antonio y Rene, nuestras aspiradas fueron tomando cada vez más fuerza y en un momento de gloria hubo una explosión de leches que inundaron nuestras gargantas y terminamos besandonos unos a otros como buenos hermanos.
Moraleja: Hagan el amor y no la guerra.