~~Después de desayunar mi amiga se fue a la sauna, ya que más tarde tenía sesión con la masajista, allí saludo a las señoras del día anterior, especialmente a la que había estado con ella.
 Cuando entro entró en la cabina de masaje no tardó en comentarle a la masajista las nuevas relaciones. La chica le comentó a su vez que el cura era un habitual del balneario, venía varias veces al año, con diferentes grupos, incluso una vez vino con un grupo de monjas, que era uno los mejores clientes de su consulta particular, aunque esta vez no la había visitado porque ya tenía compañía, ante la nueva sorpresa mi amiga le pidió más detalles, parecía se que a pesar de ser poco agraciado físicamente el cura tenía una característica básica un miembro descomunal, de circo según expresión de la masajista, que tenía que masturbarlo con las dos manos.
 A partir de ese momento al cura lo vio con otra cara, pero comprobó que siempre le acompañaba un grupo de señoras, pero un hecho casual le vino a resolver el problema rápidamente, la señora con la que había estado el martes, le comentó que su compañera de habitación había roto con el cura y despechada le había explicado a ella el problema, parecía que le gustaba admirar los pies femeninos mientras se masturbaba y a ella la dejaba insatisfecha.
 Con estos datos mi amiga se las ingenió para ponerse delante del cura cuando su grupo estaba en la piscina, por supuesto con los pies muy visibles, no tardo en comprobar como el cura le miraba fijamente.
 La estrategia funcionó, a media tarde se le acercó el cura y le hizo una propuesta económica, mi amiga en vez de sentirse ofendida se sintió halagada, y pensó que sería una manera de aprovecharse de aquel baboso, que en cierta manera le repugnaba.
 Ella se trasladó a su habitación y su acompañante lo hizo un poco más tarde. Ella se estiró en la cama con los pies visibles y las piernas abiertas, y él se colocó sin pantalones en el sofá. Al comenzar la sesión de masturbación compartida, ella se dio cuenta que comenzaba a crecer entre las piernas de su acompañante una enorme verga, no sabría decir con exactitud el tamaño, pero superaba con creces los 25 cm, esto le hizo sustraerse de la mirada de su acompañante, al que colocó en su imaginación con la cara del hermano de la masajista (ver historia del lunes). El orgasmo fue casi simultaneo.
 Su acompañante se vistió y marchó. Ella no quedo demasiado satisfecha de cómo había transcurrido el día, parecía que las emociones iban a la baja desde el lunes, por esto se prometió que el jueves debería de ser memorable, pero eso ya es otra historia