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Categoría: Incestos

Historia de primos hermanos

Mientras conducía a la capital, al encuentro con ella, no podía dejar de pensar y revivir todos aquellos encuentros en los que su piel se había vuelto cada vez más propia. Su imagen se proyectaba en su mente y tenía la habilidad de visualizarla desde temprana edad, cuando desde niños compartían las actividades y juegos propios de su edad evolucionando con el tiempo.



A pesar que el viaje recién comenzaba y faltaban más de 5 horas para llegar, la erección bajo su pantalón era evidente, no podía dejar de pensar en todas las cosas que ya le había hecho y en todas las cosas que ya quería hacerle, la promesa de su cuerpo entregado de sus labios dispuestos, de la suavidad de su piel y de la resistencia de su cuerpo, hacían que su miembro creciera de forma única. La historia que venían arrastrando era de muchos años, y tanto el para ella y ella para el habían sido su primera vez. Él ya la vio con ojos distintos desde temprana edad, donde los juegos de niños no tenían ningún tipo de connotación pero la piel y la confianza ciertamente iban mostrándose poco a poco.



Ciertamente las distancias hacían que ellos sintieran un placer secreto por el otro, el saber que podrían verse y reencontrarse en la casa de la abuela hacia que pensaran el uno en el otro, y la sensación de la alegría del reencuentro y el juego fue evolucionando con los años, definitivamente sentían cierta atracción involuntaria, y en toda contra de su parentesco familiar, ellos secretamente iban acercándose cada vez más.



Cuando ella tenía cerca de 13 años, su cuerpo ya comenzaba a mostrar su crecimiento de mujer, y se podía ver que su belleza día a día iba en aumento, su desarrollo temprano la volvía una niña en un cuerpo desarrollado.



Si, se conocían desde siempre, quizás recordando como los bañaban juntos en la gran tina de la casa de sus abuelos, donde los cuerpos de niños jugaban en el agua sin mayor supervisión de adultos.



Era una relación única y de tiempo, y las circunstancias hicieron que ella se quedara en casa de su abuela por algunos años, y la habitación de Andrea se volvería el lugar favorito de su primo.



La timidez de los adolescentes pero el fuego de conocer, el deseo de experimentar los llevo a desear sus cuerpos y no sentir ningún tipo de arrepentimiento.



Las tres habitaciones del segundo piso estaban separadas de manera básica, lo que dejaba un pequeño espacio entre el muro y el cielo, no permitía mirar, pero se podía saber si el otro estaba despierto y con la luz encendida, y en una especie de comunicación que los dos comprendían, era tarde y el comenzó a encender y apagar la luz… el sabia, al igual que ella, que el silencio era lo más importante; las habitaciones estaban lejos del cuarto de sus abuelos, pero no podían ser tan evidentes, así que el silencio y los susurros eran parte de su acercamiento.



Luego de bastante rato enciendo y apagando la luz, ella dio por entendido que debía entrar al cuarto de su primo, el escucho que ella se ponía de pie y se acercaba, el saco el pestillo de la puerta dejando la entrada libre.



Ella sin decir nada entro en la habitación y se metió en su cama, la situación era intensa, sus respiraciones estaban muy agitadas, por un lado sus cuerpos ya tenían madurez para copular, su atractivo se había desarrollado en los dos y el secreto de una relación entre primos hacia que el placer de lo prohibido fuera más intenso y adrenalinico.



El abrazo no se hizo esperar, y las manos recorrían con cierta timidez y cierta inexperiencia el cuerpo del otro, pero con mucho deseo de aprender su propia piel.



La erección de él había alcanzado un punto máximo, y ella en una actitud más de control, se sentó a horcajadas sobre él, moviéndose sobre su cuerpo, él podía sentir el calor y la humedad que brotaban de su flor, el aroma de la habitación se llenada de un aire de encuentro sexual.



El saco su pijama y ella pudo sentir entre sus manos el pene de su primo, sentir por primera vez en carne a un hombre, y descubrir en él, sus deseos más naturales, ella se frotaba sobre el como si supiera exactamente lo que hacía, sus pechos ya desarrollados quedaron al alcance de la boca de su primo, quien ávidamente los succiono con intensidad, ella no se pudo aguantar las ganas de sentir aquella carne, firme, palpitante dentro de sí.



Y en un acto sorprendente y de convencimiento, saco sus calzoncitos y se dispuso a la penetración, el momento era único, sus cuerpos ansiosos e inexpertos iban a dar el paso tan preciado que los volvería en adultos, pero grande su la sorpresa cuando se dieron cuenta que sus cuerpos no estaban listos para ese momento, la erección de su primo era formidable y al querer ubicar la cabecita de su pene en la entrada de la vagina de su prima, una crueldad natural no permitió que el hecho se consumara, ella tomo su pene e intento reiteradamente introducirlo, pero no había forma de que el cupiera, su vagina virgen y cerrada, pequeña y delicada, no podía con el tamaño del pene de su primo, pero sin sentir frustración y forzar situaciones ambos se dieron cuenta que su pene no podría entrar en su pequeña puerta… y con el pene aun entre sus manos comenzó a frotarlo hasta que su primo sin mayor preámbulo y en un silencio controlado entrego la primera descarga que provocaría su prima…



Ya quedaba la mitad del viaje, cerca de 3 horas y seguía conduciendo con una erección entre las piernas, no podía entender porque ella le provocaba tantas sensaciones, tanto deseo, tanta lujuria.



Se conocían de siempre y sus cuerpos habían ido desarrollándose en piel y en mente, cada encuentro mostraba más experiencia de ambos y más habilidad en conocer sus cuerpos y capacidades. Poco a poco y encuentro tras encuentro iban soltándose más y entregándose más, en una sana competencia de demostrar que el otro sabía lo que hacía y se disfrutaba haciéndolo.



Los encuentros siempre tenían esa dosis de secreto, esa complicidad mutua donde en familia debían fingir cualquier tipo de interés más allá del esperado, pero ciertamente sus miradas decían cosas que los demás jamás imaginarían.



Ya ambos en finales de sus treintas habían vivido ciertos eventos juntos y conocido la piel y el desenfreno, pero hecho sus propias vidas. Se habían dejado de ver a pesar que conservaban la comunicación natural de primos que se ven esporádicamente. Ella parecía tener su vida resuelta con una familia ya establecida, por lo que la continuidad de estos encuentros se había cerrado inquebrantablemente.



Ambos aún se mantenían jóvenes y atractivos, y fue entonces cuando por una reunión familiar se volvieron a encontrar.



Él nunca había superado esta seudo relación, ella estaba en su mente por muchos años, incluso cuando tenía relación estable, seguía ocultamente pensando en su prima. Fue en tiempos de soltería de él que la vio, y todos aquellos momentos vividos volvieron a aflorar y llenarse de ideas y perversiones.



El despertó a las 5 de la mañana sobre un sueño donde él estaba desnudo atado sobre una cama, y ella vestida en látex lo torturaba sexualmente como jugando con su cuero, y lo hacía un juguete de sus caprichos. La imagen era tan real que despertó con una erección y tan caliente que decidió enviarle un mensaje, al calor de lo soñado el mensaje parecía adecuado, pero ciertamente y después de ver la hora, él se dio cuenta que había sido imprudente; quiso borrarlo pero ya era tarde, el mensaje ya había llegado a destino, pero por la hora, aun no era leído.



Se sintió estúpido y controlado por sus deseos y su calentura por ella, el soñarse bajo su control era algo que no había vivido y verla en sus sueños empoderada y dominante ciertamente causo que su mente se llenara de la imagen de su prima y de su piel.



Ciertamente había sido demasiado impetuoso y varios días pasaron sin tener respuesta de aquel mensaje, fue sutil pero incisivo.



Decía algo como uffff, soñé contigo.



Ahora la pregunta y curiosidad harían que ella quisiera enterarse del sueño, y casi 5 días más tarde ella contesto, y él se disculpó por lo desubicado, y trato de cerrar el tema.



Pero por diferentes razones ella quería saber lo que él había soñado, dando pie a volver a comunicarse de forma secreta y sin tapujos.



El sueño se fue contando y ella fue soltándose, y poco a poco las provocaciones de él tuvieron respuesta a sus ideas, pero fue el hecho que su prima le confesara que ella tenía depilación a lo brasilina, la que llevo su vaso de deseo y no se pudo contener, la idea de ver su hermosa entrepierna, libre de vellosidad hacían que su deseo por lamerla fuera incontrolable, el imaginarla libre y descubierta disparo toda su calentura, generando una erección potenciada, y una acción algo provocadora pero indiscutidamente adecuada. Su calentura era tal que sin pensarlo bajo sus pantalones y fotografió su verga, de tal manera que se podía observar con lujo de detalle la gran erección, las venas marcadas y la forma rígida y robusta, mostrando el grosor que lo hacía característico, listo para ser utilizado como una herramienta de placer, ella a pesar de su negativa de este tipo de imágenes, no pudo controlar el darse cuenta de lo que provocaba en él, la imagen era clara, nítida y osada, en un acto de extrema calentura su primo le había enviado una foto de su verga en su máxima expresión, producto de la conversación subida de tono que ambos iban alimentando, luego ella de forma sutil pero evidente, manifestó su atracción y habilidad de dilatación, algo que en realidad ellos nunca habían vivido, y a lo que ella dijo; vieras como dilato. Sus palabras fueron como bencina sobre sus ideas y ardieron más llamas en el deseo, de adolescentes nunca habían realizado cosas más allá de las normales, pero ya no eran niños y la vida les había dado mucha experiencia, por lo que saber que aún se podía llegar más lejos era un aliciente para encontrarse.



Ella siempre fue controlada, de hecho esta relación siempre fue ella quien llevo las riendas de todo, sabia como seducir a su primo y lograr que el viajara quinientos kilómetros con tal de tener su cuerpo una vez más.



Mi camioneta se acercaba a Santiago y envié mi primer mensaje, avisando de la proximidad de mi llegada, la idea era juntarnos directamente, sin preámbulos, yo pasaría por ella y nos iríamos a nuestro encuentro esperado, habían pasado más de 5 meses sin vernos, y sabíamos lo extasiados que podíamos sentirnos, las vivencias y experiencias juntos nos habían llevado a paraíso sexual, donde todo está incluido y nada queda fuera de alcance.



Estaba demasiado excitado y aun no la veía, debía controlar mi calentura para cuando estuviera con ella, llevaba algunas cosas que quería usar con ella, y debía durar lo suficiente para gozarla.



Llegue al punto de encuentro casi 15 minutos antes, estacione y trate de relajarme, sabia que en pocos minutos su piel, su cuerpo y sus orgasmos serian míos, Debía controlarme para que ella no notara mi evidente erección.



Entonces su llamada me saco de concentración, llegue dijo, donde estás?



Encendí el motor y me puse en marcha, allí la vi, esperando, con su figura de amazona, con su cuerpo torneado y mantenido en perfección.



Su sonrisa entre nerviosa y excitada me dio la bienvenida, se subió a la camioneta, me saludo y salimos en camino a nuestro destino.



Era temprano, 10 de la mañana y cada uno había recorrido bastantes kilómetros para estar junto al otro, el deseo era mutuo y en un grado Max. Los primos estaban nuevamente en dirección a un encuentro esperado y deseado, donde ella lograría llenarse de orgasmos mientras el satisfacía toda su libido mientras la hacía suya todo el tiempo que fuera físicamente posible.



Entraron en la habitación, moderna, limpia e iluminada, y se pusieron cómodos, dentro de esta comodidad está el gusto de fumar un poco en orden de envalentonar los sentidos y ciertamente condimentar algo que ya de por si es delicioso.



En la televisión se podía ver una chica aguantando una penetración.



Luego de fumar unas bocanadas se metieron en la cama, en un preámbulo delicado y sostenido, donde el casi no podía aguantar.



Grande fue la sorpresa de ella cuando él se dirigió a su bolso y saco de entre sus cosas unas muñequeras que cumplirían la función de inmovilizar y dejar expuesta a su tan deseada prima; el astutamente y en un aire de astucia le dijo a ella que se las probara, cosa que ella accedió sin pensarlo, y sus manos quedaron atadas por detrás de sus rodillas, casi como un corderito listo para trasquilar.



En no tomo reparo y rápidamente saco su verga a escena, ya dura, venosa y palpitante, la acerco a su boca y le dijo; esto era lo que querías…? A lo que su prima abriendo la boca contesto. Siiiii.



Rápidamente la cabeza de su verga se perdía dentro de la boca de su prima, disfrutando de tenerla entre sus labios, succionando y lamiéndola.



En que no se pudo aguantar, la tomo por las caderas y la dejo en una perfecta posición a lo perrito, aun atada e indefensa.



Lentamente bajo su ropa interior, ya algo húmeda por la situación, y fue ahí cuando se encontró con el hermoso culito de su prima, increíblemente depilado y pequeño, casi inmaculado y notoriamente sin uso.



Tomo sus nalgas entre sus manos y su boca se fue directa en un beso, donde su lengua jugaba tratando de entrar, estaba tan apretadito que podía sentir la resistencia que ofrecía, y su piel firme y caliente, de igual manera su zorrita estaba deseosa de mi lengua. Y en un arranque de perversidad y poder, tomo la cámara de fotos, se alejó de la cama, logrando ver esa espectacular imagen de su prima atada mostrando sus partes íntimas, indefensa y ciertamente en descuerdo lo que ponía a su primo aún más caliente…



El noto la incomodidad de aquella posición en la que su prima estaba inmovilizada, y en un gesto compasivo, la libero, a lo que ella pidió rápidamente sentir su verga adentro.



Y una vez más, como tantas otras, su verga se fue abriendo camino dentro suyo, y de manera increíble y después de tres hijos, esa primera entrada en el cuerpo de su prima, costaba como la primera vez, se podía sentir su vagina apretada y la verga gruesa entrar poco a poco, llenando todo los espacios interiores en un placer que los dos podían darse cuenta y disfrutar.



En pocos minutos el cuerpo de su prima y en respuesta a su excitación se pudo percibir la explosión entre sus piernas en un orgasmo húmedo, donde el placer alcanza sus máximos niveles.



El hábilmente la subió sobre su cuerpo dejando que ella cabalgara a su ritmo, la verga de su primo estaba por completo dentro de ella, llegando de forma profunda por completo, sus movimientos eran intentos y golpeados y rápidamente se fue en otro orgasmo prolongado.



Entonces su primo le pregunto si había traído el diamante, aquel pequeño objeto diseñado para ser introducido por el culito, dejando una especie de joya, ella respondió que sí, señalado la cartera. En la giro y comenzó a besar el culito de su prima frenéticamente, era algo que había venido pensando las casi seis horas de viaje previas al encuentro.



Su prima era hermosa y tenía un cuerpo privilegiado, piernas firmes y suaves y de caderas formadas y de pechos prominentes. Muchos hombres la querrían y muchos la desean, se podría decir que cumple sobrepasando cualquier deseo de un hombre.



Y lo mejor es que su primo la conocía muy bien y tenían la confianza para hacer cosas que solo el tiempo y el afecto entregan.



Su primo tenía una obsesión con su culito, no podía entender como ella lograba que volverá a cerrarse de manera tan increíble, como si nunca hubiera sido utilizado, y de la misma manera al penetrarla por su v, se sentía siempre como que costaba, como si ella se virginizara y sus músculos recordaran su forma de adolecente.



El llevo el diamante metálico a lavarlo y le dio temperatura con el agua caliente, para que su prima se sintiera lo más cómoda con aquella joya dentro de su colita.



Luego de lamer, succionar y jugar con su lengua en su culito, tomo el diamante y su avente lo ubico en su anito, ayudado con el lubricante hizo que la joya entrara



Aquella imagen ponía a su primo a mil revoluciones, su prima en el centro de la cama, desnuda, en cuatro, curvando la espalda y mostrando su hermosa cola adornada con el diamante y sus labios marcando una línea vaginal perfecta, él no se pudo aguantar, tenía que fotografiar aquel espectáculo, no solo era hermoso de ver, su cuerpo obediente en la posición de perrita, la joya metida en su culito, y ella mirándome con cara de extasiada, drogada y vulgar… uffff… siiiii era mi prima, la misma que jugaba de pequeño al doctor, ahora recibía mi verga peladita dentro de todos sus orificios. La que sabía succionar mi verga como una mujer que la conoce y sabe. La misma prima que veía en reuniones familiares tan señorita y educada. Ahora estaba dispuesta como una cualquiera para su primo.



No se pudo aguantar y con la joya en el culito, su primo procedió a penetrarla por su zorrita. El diamante, dentro de su culito, ejercía una presión directa sobre su zorrita, por lo que la señalación de apreté era mayor y le dio así en cuatro mientras su prima gozaba de su verga hasta llegar a otro orgasmo.



Ella, que disfrutaba mucho de cabalgarlo, no dudo un segundo y se subió sobre él, esta vez, con el diamante puesto, logrando que la sensación interna llegara a un orgasmo explosivo, y fue tan intenso, que el diamante atrapado en su culito se liberó al momento de la eyaculación femenina, dejando en claro, que una vez alcanzado el orgasmo, su culito se abría solito



Su primo quien estaba a las puertas de la eyaculación, la giro y dejo su cola al aire, donde como con cierta desesperación busco el culito de su prima, saco el diamante, beso y lamio con voracidad si anito listo dándole a entender que pronto, su verga estaría entrando por aquel pequeño rincón.



Fue ahí donde él le pregunto… ¿qué te estoy haciendo? Y ella respondió, me estas chupando mi culito. Sus ganas eran muchas, pero decidió ir una vez más en su vagina. La giro y en cucharita procedió a penetrarla en un ritmo tan armónico, simultaneo y compenetrado, donde no sobra nada ni falta nada. Que ella consiguió llegar a un nuevo orgasmo y sobre el mismo subió a otro, quedando con esos tiritones de un cuerpo electrificado desde dentro.



Fue entonces cuando ella extasiada estaba lista para entregarle la colita a su primo, el que sin mayor preámbulo ubico la punta de su pene anchado en la puerta del anito de su prima, ella al sentir el tamaño en proximidad, le pidió sutilmente agregar lubricante, cosa que su primo hizo de forma casi instantánea, una vez su culito con lubricado, su primo procedió lentamente a entrar, él podía sentir como centímetro a centímetro iba entrando resistentemente en el culito de su prima, hasta que la cabecita entro por completo, luego firme pero suave fue moviéndose para que pudiera albergarlo por completo, una vez dentro se quedó quiero para el su culito se acostumbrara a su grosor y dilatara para aguantar sus arremetidas. La tomo del cuello y comenzó a moverse, podía sentir las venas de su verga en el borde de su culito completamente dilatado.



Su prima ya sabía recibir la verga de su primo, e increíblemente se sorprendía de cómo podía aguantar tamaña verga dentro suyo, ya que esta llegaba tan adentro que podía tener orgasmos anales.



Su primo ya listo hace mucho, le pregunto si estaba lista para llenarle el culito de su leche, a lo que su primita respondió, lléname. Fueron esas las palabras que mágicamente hicieron que la velocidad aumentara e inexplicablemente el culito de su prima aguantaba la violencia con la que su primo se movía hasta que la venida se hizo inminente. Él podía sentir como los chorros de su leche iban inundando el culito de su prima, y ella justo al momento de que el acababa, comenzó a moverse con mayor intensidad, concertando así un orgasmo simultaneo y prolongado, hasta quedar rendidos en un abrazo.



Su primo aún tenía espasmos y movimientos eléctricos, pensó en salirse, pero ella lo detuvo, su verga dura y palpitante aún estaba dentro y ella quería sentirla un poco más.



Luego y al pasar los minutos, hubo la necesidad de soltarse, a lo que lentamente el procedió a salir, aun duro y sensible.



Fueron al baño indistintamente, se asearon y se recostaron juntos, con esa sensación de saciedad completa y se relajaron mientras abrasados sentían el calor del otro.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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