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Historia Chile

~~Ni Magda
 ni yo nos imaginábamos que nuestras vidas se aproximaban a
 un giro decisivo. Por esos días Claudia la chilena que mencione
 antes dio un fiesta de ?sabor latino?, los chilenos no tienen nada
 de caribeños así que aquello tomo el aspecto de un baile
 de disfraces. Pero Claudia si supo hacerlo y apareció con la
 parte alta de un bikini que dejaba contemplar gran parte de sus generosos
 pechos y un pareo atado muy bajo. Había tenido dos hijos y
 estaba un poquito entradita en carnes pero el conjunto era explosivo.
 Me lance a bailar con ella apretándola y diciéndole
 al oído lo sexy que estaba y lo que me apetecía. Ella
 se dejaba y me escuchaba apretando su cuerpo al mío cuando
 no la veían. Cuando mas caliente estaba y me había olvidado
 de Magda vi algo que me dio la vuelta a la noche.
 Magda se había vestido un poco mas sexy que de costumbre y
 yo no me había dado cuenta hasta ese momento. Se había
 puesto un vestido blanco y había estado tomando el sol esos
 días. El vestido era de una tela muy ligera y se colgaba de
 sus atributos marcando maravillosamente su culo. Un tipo al que hasta
 ahora no me había fijado estaba bailando con ella y Magda tenia
 una expresión que hacia tiempo que no veía en ella.
 Yo perdí interés en Claudia momentáneamente y
 me dedique a espiarles discretamente se miraban a los ojos cuando
 hablaba y era evidente que había flechazo. Movido por la curiosidad
 y algo extraño que crecía dentro de mi me acerque y
 forcé una presentación. Después de una breve
 charla baile un par de veces con ella me dijo que era un español
 soltero que estaba de paso en Santiago por negocios. Volví
 con Claudía que empezaba a estar muy cariñosa por el
 efecto de un par de caipiriñas y vi como mi mujer volvía
 a bailar con su tipo. La noche transcurrió sin mas novedad
 que en un momento en que Claudía y yo nos quedamos solos la
 abrace e intente besar en los labios. Ella me dijo si estaba loco
 aparentando resistirse, entonces le eche mano a las tetas y se las
 dejo tocar un poco. Un poco blandas para mi gusto pero excitantes,
 aquello prometía mas.
 Al regresar a casa yo estaba fuertemente empalmado y al llegar a la
 habitación eche a Magda sobre la cama y comencé a besarla
 esperaba un rechazo pero para mi sorpresa la encontré también
 muy excitada la toque las bragas y estaba mojada cuando solo llevaba
 un minuto magreándose conmigo, aquello fue demasiado le subí
 el vestido y allí mismo la penetre acabando los dos en un orgasmo
 rápido y simultaneo. Ninguno comentamos nada pero nos dimos
 cuenta que algo había cambiado.
 Al día siguiente me llamo Claudia a la oficina para decirme
 lo bien que lo había pasado en la fiesta. Estaba pidiendo caña
 y no había que desaprovechar la ocasión. Nos citamos
 en el aparcamiento de un centro comercial subió en mi coche
 y fuimos derechos a un motel la arroje sobre la cama y le hice el
 amor como una bestia. Ella gritaba y disfrutaba como una loca. Era
 lo que buscaba porque me confeso que tenia problemas con su marido
 porque bebía demasiado. Claudia podía ser una amante
 maravillosa tenia un cuerpo magnifico y muchas ganas de sexo pero
 a esas alturas ya no me bastaba, algo oscuro estaba creándose
 en mi interior.
 Magda
 empezó a cambiar desde ese día. Note que empezaba a
 vestir un punto provocativa mas ceñida y había cambiado
 su línea de sostenes que ahora resaltaban sus preciosos pezones.

 . Te estas poniendo un poco putita Le dije un dia
 Será para ti.
 Pero yo sabia que no era. Poco a poco fue dando signos cada vez mas
 claros. Tenia un amante y estaba viviendo un affaire muy caliente.
 Lo curioso es que habíamos reanudado nuestra vida sexual. Se
 sentaba a mi lado a ver la televisión y casualmente se abría
 la blusa dejando ver un sostén abierto que le levantaba el
 pecho de infarto. Naturalmente al poco estábamos besándonos
 y poco después sintiendo sus pezones en mi boca y su mano se
 dirigía a mi anhelante polla. Yo la llamaba puta y le decía
 lo que me gustaba últimamente mientras me masturbaba hasta
 que un chorro caliente salía y nos salpicaba, entonces era
 su turno aunque no la gustaba que la penetrase y se corría
 en mi mano. Estas escenas se repetían una y otra vez. Sus vestidos
 rozaban ya el limite de lo decente, había uno verde que era
 de una verdadera puta. Una tarde que lo llevaba en el supermercado
 me separe de ella discretamente para ver el efecto. Estaba auténticamente
 para comérsela y naturalmente todos los hombres que pasaban
 se la devoraban con los ojos.
 Un
 día decidí por fin desenmascararla. Fue muy sencillo
 la seguí hasta un centro comercial y en el aparcamiento la
 montar en un coche con un tipo. Era el de la fiesta. Unos días
 después espere e la puerta y les seguí hasta un pequeño
 hotel en las afueras. Volví a casa y espere la llegada de Magda.
 Siempre
 fue lista y me conoce bien , se dio cuenta que la había pillado
 nada mas mirarme. Me mantuve tranquilo.

 Mereces un castigo y te lo voy a aplicar. Por de pronto vas ha dejar
 de ver inmediatamente a ese imbecil.

 ¿Qué vas a hacer conmigo ¿
 No te preocupes, lo vas ha saber inmediatamente. Quiero que me obedezcas
 estrictamente y sin chistar. Nos vamos.
 Salimos,
 la lleve hasta el coche. Mientras nos dirigiamos con rumbo desconocio
 para ella, entre el agobiante trafico de la tarde de Santiago, no
 pronunciamos una sola palabra.
 Media
 hora después entrabamos en el bar. Edgar que estaba apoyado
 en la barra con Pati, se quedo mirándonos fijamente, a pesar
 de de su rostro de piedra se notaba el asombro. Hice sentar a Magda
 en un taburete, durante el camino no había movido la cabeza
 ni dicho nada. Vestía un pantalón vaquero ceñido,
 siempre me había gustado en vaqueros, le sentaban también
 como a marta cortina, y una blusa. No era lo ideal para empezar a
 trabajar pero ya iria adaptándose.
 Mire
 a Edgar, me entendió al instante y se acerco donde estábamos,
 no hubo que decir ni un palabra, me fui donde Pati y los deje. Me
 senté a su lado de forma de no perderlos de vista, mientras
 jugaba con el escote de mi putita vi. como Edgar la decía algo
 al oído , Magda tenia los ojos semicerrados , aparentemente
 se había olvidado de mi . Edgar la cogio por el brazo y con
 un gesto algo brusco la dirigió hacia la salida de la calle,
 casi la empujo fuera y la puerta se cerro. Casi al mismo tiempo Pati
 se pego a mi como siempre hacía y me miro burlona, mi polla
 estaba como una piedra y empezaba a sentir una excitación muy
 fuerte y muy especial. Tenia ganas de subir a la habitación
 pero al mismo tiempo no me podía mover de allí.
 No
 se cuantos minutos pasaron, se abrió la puerta Edgar entro
 con Magda del brazo se sentaron en la mesa . Habían llegado
 varios clientes?

Datos del Relato
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