Así se llama una amiga de mi hija, como de 24 años, muy delgada para mi gusto.
Nunca reparé en ella hasta que un día decidió quedarse a dormir en casa, ese día
noté al verla con su pantaloncito y una camisetica de dormir, que no era tan flaca,
tenía unas regulares teticas bien paradas, unas piernas bien torneadas y gordas
y lo más resaltante: un culito paradito y bien proporcionado.Desde entonces sentí
curiosidad y mientras más la observaba notaba otras cosas como, por ejemplo, su
boca, era grande de labios gruesos y dientes perfectos, pero supersensual,
parecía, al hablar que todo lo lamía. Comencé a acercarmele, la saludaba con un beso
y una vez me dió un abrazo fuerte, muy efusivo, le sentí todo: las tetas , la concha,
los muslos, inmediatamente me produjo una erección que me duró toda la tarde...
Un fin de semana se quedó en casa y cuando yo regresé de mi rutina de bicicleta
montañera, ella estaba sóla en casa, mi mujer y mi hija se habián ido de compras,
me dijo que es había quedado dormida, pero al ver como miraba con mi pantaloneta
de ciclista, la forma como descaradamente admiraba mi paquete y mi trasero, estuve
casi seguro que no era casualidad.
Decidí arriesgar, me metí al baño a ducharme, al terminar la llamé y le pedí por que
favor me trajera una toalla y un boxer; tocó la puerta y le dije que entrara, al
verme desnudo casi corre, pero le dije que no se asustara, que no me molestaba,
noté inmediatamente que los ojos se le salían viendo aquella verga, que aunque flaccida,
es bastante larga y gruesa. No la dejé pensar, la abracé, la envolvi con la toalla que me
había traído y busqué aquella bocota de labios gordesuelos, la besé con furia, le mordí,
chupé esa lengua, le quité la franela y me regocijé en esas tetas que parecían haber
crecido, se le pusieron como dos piedras mientras mi verga parecía reventarse, le baje
el pantaloncito junto con la braga y le comencé a morder esos labios , tan gordos como los
de la boca, le lamí y mordí esa lenguita cuando subitamente se extremeció y me baño la
cara de sus juguitos. Yo no aguantaba, le pedí que me lo chupara , se arrodilló y se tragó
esa tranca, lo envolvió con esos labiesotos y lo lamió con fuerza y lujuria hasta que le
llené la boca con mi leche. Me lo limpió con su lengua y comenzo a chuparme las bolas por
lo que mi verga no se enfrió, todo lo contrario se endureció nuevamente.
Me senté en la poceta y la atraje hacia mi, le puse la cabezota en su coñito y se apartó,
increible me dijo que era virgen todavía, no lo pensé, se lo puse en la puertica de ese culito,
tenía las nalgas durísimas, ella comenzo a meterselo pero es grueso, se voltió , lo ensalivó
bien lamiéndolo un rato, lo puso como un palo y se sento de nuevo, ahora sí, ese hierro candente
se le deslizó casi completamente en ese hoyito hirviendo, bajaba y subía, le daba vueltas
hasta que se corrió cayendo desmayada, tragándoselo todo, hasta las bolas, le sentí el alma
y le llené todo ese culito de semen. Nos quedamos desmayados un rato hasta que mi perol
se salió de ese lindo traserito, nos duchamos divinamentele, enjaboné su espalda, pechos , nalgas
nos besamos suavemente y nos preparamos un desayuno riquísimo, pensando en lo que podría
suceder en la noche después que todos durmieran...