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Categoría: Gays

Hetero Curioso

Hola, soy Carlos y les contaré otra experiencial REAL que tuve hace dos semanas con un amigo al que llamaré Rodrigo.

En la universidad tengo al típico amigo hetero buena onda, bromista y abierto de mente. Estudia ingeniería, tiene 24 años, es alto: como 1.82 de estatura, blanco casi pálido y cabello negro con corte rectilíneo, viste a la moda con jeans y camisas ajustadas. Me parece atractivo. Él tiene novia y dice tener muy clara su heterosexualidad, tres ocasiones los he visto besándose en los pasillos. Pero desde que se enteró que yo era gay ha sido bastante insistente en sacar el tema, ya sea en bromas o en preguntas.

En una conversación habitual me agarró la curiosidad respecto al tamaño de su pene, ya que me da la idea de que los hombres altos y de piernas largas como él son de verga pequeña. Me dijo que nunca se lo había medido. Fui muy insistente y después de un debate sobre la importancia que la sociedad le da al tamaño del pene y chantajearlo con su falta de confianza en mí, logré sacarle: "Erecto los 15 cm los alcanzo facilmente, más de eso no". Ante esa revelación mi curiosidad aumentó y la charla se desvió al tema del sexo oral. Entre broma y especulación logré que confesara que no era vírgen y que la han hecho blowjobs y handjobs con final feliz.

Tuvieron que pasar meses para que algo pasara, los dos vamos en el turno de la tarde. Una noche de viernes que caminaba por el pasillo apesadumbrado por reprobar una materia, me lo encontré y me llevó a su cubículo (estudia y trabaja en la universidad). Lo esperé a que guardara sus cosas y fuimos al baño del departamento donde trabaja. Mientras esperaba en la entrada, me dio envidia su baño ya que los baños normales están en malas condiciones pero rápidamente algo me distrajo: En frente de mí se bajo el cierre de los jeans, sacó su pene y se puso a orinar. Tenía la circunsición. Todavía recuerdo como salía el agua del glande de mi amigo, quien me volteó a ver con una sonrisa. Yo me puse nervioso y me escondí para que no pensara que lo estaba viendo. Al cruzar la puerta lo tomé de la muñeca y le pregunté si había cámaras en los baños, me dijo que no.

No me animé a hacer nada y seguimos nuestro camino. Nos fuimos juntos en el último bus que sale para su destino, fui con él a su casa ya que tengo problemas en la mía y ese día no me tocaba circular, andaba perdido yo ya que no sabía el camino a mi casa en bus. Al entrar comencé a preguntarle cosas sexuales bobas como si tenía sensibilidad en las tetillas y demás tonterías. Se fue a su recamara y al cabo de un rato lo seguí. Fui claro: ¿No te apetece otro blowjob y handjob con final feliz?

Rodrigo me dijo: Tú eres el experto en el tema gay. Le respondí que en realidad no soy experto en el dicksucking pero intentaría hacer algo bueno con esos 15 cm. No sabíamos como empezar así que le dije que me hiciera caso a lo que le pidiera, él accedió. "Estas muy vestido", le dije, "esos pantalones van fuera". Se levantó de la cama, se quito el cinturón, se desabrochó el cierre y sacó la verga. Me aproximé a él, me agaché y sin avisar puse mis manos en su cintura y le baje sus ajustados jeans hasta los tobillos, junto con su boxer. No pude evitar tocar sus pequeñas nalgas y un poco las ingles por detrás con las manos. Sus piernas tenían pequeños vellos, no estaba tan peludo pero tampoco era lampiño.

Lo senté sobre la cama y con la lengua toqué la punta de su verga, el meato urinario. Le desabroché la camisa y le acaricié un poco el torso, las tetillas y el pecho. Tenía un poco de pelo en el pecho. Le dije: "Hagamos algo, me voy a meter todo el paquete a la boca para que tengas la erección dentro, con mi garganta reconoceré tus 15 cm". Así lo hice y sí, pude sentir como se engrosó su verga, las venas en mi lengua, la punta en la garganta y los huevos se salieron uno a uno. Después del sucking me la saqué de la boca y le hice algo que me hizo mi primer novio y que me hizo volar: con dos dedos hice movimientos circulares sobre la punta de su verga y esta comenzó a soltar ese delicioso precum. Él gemía ya y tan sólo el olor de su precum hizo que yo comenzara a lubricar por mi cuenta dentro de mi ropa interior, sin tocarme.

Después lo masturbé como todos lo hacemos, arriba-abajo envolviendo el tronco con la mano y le lami los huevos haciendo movimientos circulares con la lengua. Me los meti a la boca y los succioné con cuidado ya que esa zona puede doler. Con la mano le froté toda la zona baja: el pubis, los muslos, las rodillas y el escroto hasta llegar al limite del ano. Con mi lengua le lami las tetillas y él de inmediato me dijo que eso no le gustaba y que no se me fuera a ocurrir tocarle el ano porque me pegaba. Tome valor y lo seguí haciendo hasta que se exito de verdad y volvió a gemir.

Yo también estaba muy excitado, le dije que se desnudara completamente y se parara en frente de mí, aunque parezca difícil de creer tal cuál lo hizo. Yo no me quité la ropa en todo el encuentro ya que él había sido claro en que le gustaban las mujeres nada más. Ya desnudo y con toda su erección puesta, le agarre una regla de su mochila y le medi: 16.5 cm, felicidades. Con la regla jugueteé un poco rosando su carne. La solté. Entrecerré mis dos manos juntas haciendo como un hoyo y le propuse que metiera su verga y se moviera como si estuviese cogiéndose a su novia. Lo hizo y hasta gritó de la exitación. Él estaba cogiendo y las palmas de mis manos hacían de vagina.

Cambiamos de posición, me recosté boca arriba, lamí el precum que había entre mis dedos y le indiqué que se subiera a la cama y se recostara encima de mi. Lo tuve cara a cara, nos miramos a los ojos y nuestras narices se tocaron... tuve ganas de besarlo en los labios, pero por temor a que se cortara todo me contuve e hice lo último que iba a pasar esa noche. Le dije que fuera subiendo hasta que su verga quedara a la altura de mi boca, me la comi y la empecé a chupar en esa posición. Sí... empezó a hacer movimientos: facefuck. Se apoyó sobre pies y manos y comenzó a meterme todo su aparato reproductor hasta asfixiarme casí, la tuve que sacar 3 veces para toser. Ya estaba a punto de explotar: Se levantó de la cama, me sentó, puso su verga totalmente erecta en frente de mi boca, me la metió y comenzó a cogerme la boca. Levantó una pierna para apoyar el pie en la cama, perreó, con sus manos me empujó la cabeza hasta que mis labios pegaron con su pelo púbico y... EYACULÓ, yo sentí cinco latigazos y un ardor en la garganta. Toda su lefa entró directo a mi laringe.

Limpié bien ese pene con la lengua, se le bajo la erección y necesitó meterse a bañar. Después de él me dejó usar su regadera para bañarme y mientras caía el agua de la regadera y yo pensaba, tenía una erección a full por atender. Me masturbe y me corrí, viendo como mi semen era empujado por el agua hasta la coladera. Me sequé con una toalla que me prestó y me vesti. Lo interesante es que toda esa noche en vez de dormirnos, nos quedamos hablando de cualquier cosa sin ningún mal rollo. Al día siguiente, sábado, antes de irme me dijo que había sido muy placentero lo que le hice y que pese a haber disfrutado de una experiencia gay, seguía seguro de su orientación sexual. Yo le respondí: "A mí también me gustó y esta noche tú mismo me has dejado completamente seguro de la mía". 

Datos del Relato
  • Categoría: Gays
  • Media: 7
  • Votos: 3
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