Yessenia sentada con las piernas dobladas en su cama con el uniforme de ejecutiva puesta estando sola con su amante en la recamara de su casa, hablandole dentro de un par de horas llegara mi queridisimo esposo que para joderte el mismo destino es tu mejor amigo para rematar esta mala suerte. Si lo vamos a realizar y tener sexo hagamoslo apuradamente quieres sonriente lo mira con sus anciados igualmente atrayentes hasta a gritos se lo pide la propia Yessenia; acediendo el amante en que se siente frente a ella llenandola a besos en su boca, cuello y en sus hombros como en su espalda que con su mano palpante también sobandola en todo sus pechos con el brasier puesto y con la otra manoceandola como agarrandola inclusive, tocandola al correrle la falda ajustada, ceñida como entallada a la altura de la cintura en que le libera oportuna y especificamente de las ataduras de las pantimedias con el hilo dental. Acostados en plena folladera como cojedera y mamadas de sus senos puntiagudos igualmente voluminosos muy parecidos de verdad a unos jugosos como fructiferos melones.

No se dan cuenta ni siquiera se pércatan de la presencia del esposo que llega al abrir la puerta de hierro y de entrada sin mayor ruido con mucha dilación ignorante de lo que están haciendo en sus propias narices su mejor amigo y su esposa en el preciso momento a solas en la recamara matrimonial. Mirando entre la puerta abierta a tirar con una patada la puerta de la recamara y hablandoles fuerte amenanzante que esta vaina y atrocidad que estoy presenciando en mi propia casa ya confirmo los chismes que han regado por toda la barriada de las infidelidades y traiciones igualmente adulterios finalmente los engaños en carne propia cometidos a mi espaldas y ciegamente por mi esposa y mi mejor amigo a la fecha de hoy.

Dandole unas bofetadas varias veces a la cara de Yessenia en que esta se baja la falda y se pone el saco para cubrirse el pecado que la descubrieron infraganti al hecharla con todas sus pertenencias tiradas furiosamente por el cabriado y jodido como enloquecido esposo de Yessenia diciendole a gritos que mas nunca quiere que pise y no verla más nunca en la vida te quedaras mierda y huevonamente en la calle no veras un centimo de mi bolsillo me oyes mil veces prostituta a la luz publica. Llorando y en la calle Yessenia agarrando su equipajes con su amante que le recoge lo demás abordan una chiva para salir de la barriada más calmada le dice ahora estoy en la calle lo unico que me mantiene cuerda es mi trabajo en la oficina de la facultad de derecho y ciencias políticas y tendras que complacerme por favor al correr con los gastos personales mios en comprar mi ropa interior y mi ropa de diario ahora no tendremos que ocultarnos para estar juntos igualmente disfrutar fervientemente nuestro amor. Diciendole el amante tarde o temprano esto se veia venir no tenias vuelta atras escuchandole con una sonrisa brillante y vibrante en sus ojos y en su cara por parte de Yessenia.