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Haydee Ballhaus III. metrosexual

HAYDEE BALLHAUS I. METROSEXUAL.
I-I. La jactanciosa esencia de un nihilista.
La media noche había pasado hacía mucho rato y para no caer rendida ante el sueño encendió la radio, sintonizó una estación como bien pudo sintonizar cualquiera y esperó, tuvo que esperar cerca de una hora más para que a mitad de la calle una figura comenzara a materializarse. Tras un par de minutos el borrón espectral que había surgido desde mas allá de los adoquines, dio paso a un mazacote y éste a un hombre sentado en cuclillas a la usanza indígena, fue cuando descendió del auto, un chevy color morado al que cariñosamente llamaba “sugus de uva” y se aproximó al borrón humanoide, buscando en la bolsa de su cazadora el artificio oriental que previamente había preparado y que según las escrituras era especialmente infalible para ahuyentar fantasmas.
No se sorprendió por el hecho de que el “indio triste” la ignorara por completo limitándose a observar desde su estoica posición el vacío de la madrugada, después de todo, lamentarse por su infortunio era lo último que había hecho en vida aquel infeliz, por qué habría de ser diferente solo porque hubiesen pasado unos cuantos siglos desde entonces?.
Sin el mínimo de consideración porque un traidor no es digno de tamaña circunspección, depositó el frágil artificio (un pedazo de papel de arroz escrito en kanji) en el adoquín y tras recitar una plegaria en japonés de cuyo significado no tenía idea pues apenas y podía manejar el español satisfactoriamente; la figura espectral se desvaneció al mismo tiempo que el carácter en tinta se disolvía entre un patrón de humo blanco perfectamente geométrico. Aquello no podía tratarse de una coincidencia, alguien o algo se había encargado de re-energizar (o conjurar si se prefiere la denominación clásica del Malus abrumbrata) al espectro del “indio triste”, lo mismo que a cuatro leyendas más, epitopos del México antiguo y de las cuales se había desecho mas o menos de la misma forma hacia un par de semanas.
Quién podía estar interesado en revivir aquellas leyendas coloniales y cuantas mas estaban por aparecer? Por que solo fantasmas inofensivos y no espectros maléficos?.
A la mañana siguiente en realidad un par de horas después, mantenía cortesía del viejo J&B, el nivel de alcohol en la sangre en su acostumbrado estado estacionario y para el medio día ya estaba completamente ebria. Si bien le interesaba saber quien estaba detrás de las apariciones no era un detective ni nada parecido... apenas podía recordar lo que había hecho en un par de días, como iba a ser capaz de resolver nada si se encontraba ahogada en alcohol la mayor parte del tiempo?.
Además no solo era alcohólica, también la jactanciosa esencia de un nihilista corría en sus venas y ante la disyuntiva de comprometerse en una seria investigación o dejar que el mundo se arreglase por si mismo... definitivamente consideraba a la ultima como la única de las opciones.
I-II. El quehacer diario de los practicantes de la magia.
Cuando despertó, a eso de las seis de la tarde se encontró con que no estaba cruda sino todavía peda, sin embargo eso era normal y podía arreglárselas tranquilamente por el piso hasta dar con el cuarto-bodega donde tras revolverlo en su totalidad y tirar mas de un estante polvoriento entendió que había agotado sus reservas de papel de arroz, no tenía mas de eso y quizás podía necesitar en el futuro. Por otro lado, tampoco tenía incienso, ni marihuana o bromuro de etidio amén de “lo demás”... esas pequeñas porquerías que se supone una bruja necesita para hacer conjuras, pócimas y demás patrañas que no obstante y pese a sus habilidades le eran necesarias y en ocasiones imprescindibles.
Vistiendo unos pantalones deportivos “gris sucio” y una playera rosa estampada con animalitos se vio a si misma en la penosa necesidad de “ir de compras”. Su destino era un porno-shop de tercer piso a cuatro calles de una importante avenida en el centro de la ciudad y debía apresurarse si quería encontrar a la dueña. No estaba del todo segura pero sentía que podía obtener alguna clase de ganancia secundaria, considerando que hacía mucho tiempo que no veía personalmente a su amiga Tye.
Un par de minutos después dejaba el auto en cierto estacionamiento subterráneo y tras subir las escaleras torciendo dos veces a la izquierda se encontró con ese entrañable neón que en actitud de cómplice anunciaba la entrada.
Desde la puerta parecía ser un cliente más y ciertamente estaba muy lejos de serlo porque lo que ella precisaba, estaba mas allá de lo que cotidianamente podía ofrecer un establecimiento de ese tipo o cualquier otro de su especie pero eso, ni la pareja que revisaba nerviosa los estantes de porno en DVD, o el fulano que estudiaba disimuladamente el catálogo de TS/TV estaban en posición de saberlo. Ni siquiera las dependientas pelirrojas con sus impecables y entallados uniformes blancos que la dueña les obligaba a usar podían adivinar que ahí, entre las luces bajas y el ambiente putañero inherente a todo porno-shop se podía encontrar todo lo que una bruja necesitara y en particular lo que una agnóstica como ella había venido a buscar.
-Está Abigail?.
Preguntó diplomáticamente a la chica detrás del mostrador alto que sin prestarle atención, hojeaba el pedido para esa semana una vez mas para asegurarse que eran dos y no tres los dildos “Jeff Stryker” que se vendieron ese mes.
-Eres de Hacienda?.
-No.
-Ahh bueno... de todo modos no está en que puedo ayudarte?.
-Soy quien hace jabón en la calle Paper.
-Ahhh ya entendí, yo también vi esa película y sabes?, no entendí el final... la puerta está detrás del estante de los beta.
-Gracias.
La bruja franqueó la puerta detrás del estante y el desnudo pasillo que parecía conducir a ningún lugar fue lo único que pudo distinguirse desde el interior del porno-shop, justo antes de que la puerta se cerrara una vez mas dando paso a La Librería, quizás la única distribuidora formal de artificios mágicos del país.
No es que Abigail Foo tuviera el monopolio del mercado, en realidad no tenía competidores porque solo ella se había preocupado por mantener la tradición. Solo alguien como ella, con su melancolía y quizás poco sentido de lo practico, querría mantener en pie una librería cuando todos los practicantes preferían comprar sus artificios vía el carrito de compras de su portal de internet, pagar con plástico, en dólares o euros según el tipo de cambio del día... solo ella podía tener el romanticismo necesario para mantener la esencia pura de la magia o al menos de lo que ésta representó para la humanidad por mucho tiempo y de lo que ya no se tenía tanto: conocimiento. Solo ella... Abigail Foo podía darse la licencia para regentear un porno-shop y librería mística en el mismo piso de la calle 16 de septiembre.
Mientras divagaba sobre el quehacer diario de los practicantes de la magia, la bruja eligió un par de artículos, los mínimos antes de acercarse al mostrador apostado al final de todo y que invariablemente era atendido por un par de dependientas, que al igual que todas ellas tanto ahí como en el porno-shop debía ser pelirrojas y vestir de blanco con botas negras de piel. Casualmente de las dos solo una subsistía, que habría pasado con la otra?.
-Hola, no vino a trabajar Tye?.
-No, ella está fines de semana nada mas.
-Mierda... y eso?.
-Nos recortaron la jornada, el negocio anda de veras mal... ya no vendemos como antes, bueno ya ni vendemos...
-Lástima, voy a llevarme esto y algo de Canabis.
-Lo de siempre?, estamos tan mal que eres el segundo cliente que tenemos en ésta semana... yo no se como es que todavía tengo trabajo, bueno, como sea.
-Si, lo mismo y quien es el otro compañero que todavía viene? Cristina?.
-No, es un fulano que está como para tragárselo vivo, digo, no literalmente... es del tipo metrosexual, vas a pagar con plata?.
-Metrosexual? Que es eso? y no, mejor en dólares a como amanecimos hoy?.
-Casi once... ya sabes, highsociety, heterosexuales pero con sentido de la moda... como Brad Pitt pero bañadito.
-A once?, pinche primer mundo jodido... bueno, como sea y que compra nuestro amigo?.
-Eso es lo raro, carburo de calcio impuro... le hemos vendido mucho últimamente. Sabes para que se usa?.
-Mmmm, no se... a mi no me gusta, brilla mucho y con la humedad del ambiente... me carga la madre¡
-Que?.
-Ya me acordé para que se usa, el carburo de calcio es caliza con carbón, si se vierte agua se forma acetileno y la llama es muy caliente y de color blanco brillante... aparte siempre deja patrones geométricos maldita sea¡.
-Y?.
-Tienes su dirección?.
-Si, hace poco pidió la réplica de un códice pero no ha venido por ella, pero tu sabes que no puedo darte sus datos, Abi me cuelga si hago algo así.
-Te va a ir peor si se entera que otra vez estuviste comiendo y hojeando Las crónicas.
-Me limpié las manos antes de bajarlo así que ni migajas le cayeron.
-Entonces si estuviste comiendo aquí adentro.
-Si... NO¡... hija de la chingada... bueno está bien ya, pero lo le digas que te la di.
-Dame también el códice.
-Que, no como crees¡ Ahí si me corren que te pasa?.
-Se lo voy a entregar pendeja, en primera yo para que querría eso? y en segunda, como crees que voy a joderme a Abi?... el negocio es el negocio.
-Bueno pero primero se lo entregas y ya lo que hagas después es tu bronca no?.
-Si, chingao hasta pareces nueva carajo.
Cuando le entrega la dirección y lee sabe que aquello no es casualidad, no le sorprende que al tipo le guste vivir en un barrio cool, de esos que tienen a su alrededor restaurantes, galerías y antros de moda, tipo Polanco, Condesa o la Roma y ahora centro histórico y nadie como ella conoce el centro, así tras tomar su bolsa del mostrador busca la salida.
-Al menos dime para que se usa el carburo de calcio no?.
-Para conjurar fantasmas.
-No mames¡.
-Esa era la idea pero no encontré a Tye y neta, para eso se usa.
-Me estas pinocheando, ya en serio dime.
-Ah que pinche necia, que si¡.
-Fantasmas? Y que se trae nuestro amigo con fantasmas?.
-Buena pregunta...
I-III. Un chaise longue de Le Corbuise en la sala.
Una vez de regreso en el sugus de uva la bruja medita sobre cuanto ha cambiado a vida últimamente, y no respecto al hecho de que el negocio sea malo mientras que el porno-shop sea una industria en expansión, mas bien por que hasta hace algún tiempo, Motolinea sería el último sitio en que esperaría encontrar a un metrosexual pero hoy en día es de las calles preferidas por la highsociety así que duda mucho que la dirección sea falsa. Sorprendentemente para esa hora de la noche el eje central está desierto y la bruja quema los neumáticos del sugus de uva a tan pornográfica velocidad que incluso el velocímetro parece negarse a registrar la verdadera resolución a la que conduce.
Con el pie hasta el fondo va pensando en pobre de aquel pendejete agente de tránsito o conductor que se le ocurra atravesarse en su camino, peor si se trata de un retén del alcoholímetro pues no va a requerir para nada de la magia a su disposición... a chingadazos piensa quitarle los huevos al que sea y solo por el gusto de desquitarse no con el que se la hizo, sino con el primero que se la pueda pagar aunque nadie le haya hecho nada en mucho, mucho tiempo.
Dobla a la izquierda sin saber o importarle cual es el sentido del calle o si ésta acaso tiene algún sentido y a mitad de la misma distingue un auto y no uno cualquiera pues un MercedesBenz G500 es de los que ostentan y con dignidad el nombre de automóvil. No le sorprende que esté estacionado afuera del edificio, justamente en esa zona pues con todo y que es “la ciudad de la esperanza” no deja por ello de ser insegura, sin embargo es claro que si se tiene un auto así, no hay mas que lucirlo y por otro lado debe haber magia de por medio como para atreverse a dejar en MecheBenz en la calle. Tal vez eso sea circunstancial pero de que es la dirección correcta ciertamente lo es, una placa hacia el interior le señala que solo el arquitecto “X” habita el tercer piso y entonces acciona el intercomunicador.
-Artificio de La Librería, puede recibirlo?.
-La librería?, no recuerdo haber solicitado la entrega a domicilio?.
-No lo hizo, es solo que vamos a cerrar por un tiempo y estamos retirando los pedidos sin costo adicional.
-Sube.
La bruja desvanece los pantalones deportivos “gris sucio” y la playera estampada con animalitos, configurando en su lugar un uniforme de Librería blanco-transparente, botas altas de piel y para completar el ardid una melena rojiza y gorra blanca de gabardina. Entonces sube y reconoce en la atmósfera la misma sensación que le provocaría caminar junto a una pescadería, sabe que está en la dirección correcta pues el ambiente “sabe” a magia. Luego y aún antes de llegar frente a la puerta de caoba, sabe que ésta se encuentra abierta y que simplemente tiene que entrar y sabe que es seguro hacerlo porque no percibe nada que le advierta que el interior sea una trampa.
I-IV. La voluptuosa esencia de la bruja.
Cuando la mujer accesa al apartamento lo primero que reconoce bajo la luz tenue y perfectamente armónica con la música ambient, es un chaise longue de Le Corbuise en la sala. Da entonces un vistazo a todo el juego y se maravilla con las demás piezas de gran diseño y personalidad, porque la estancia es un perfecto espacio minimalista pero rigurosamente ecléctico. En la mesa baja que entorna la sala hay un par de revistas GQ, Vanity Fair y Vogue Uomo. Las conoce sólo porque una vez hojeó una “Quien” mientras esperaba su turno, aquella vez en la fila interminable para pagar su consumo en una tienda de autoservicio, la misma que tiene como logo un pelícano bofo.
-El artificio?.
-Aquí está y la forma...
-Ah, excelente, donde firmo?.
El hombre revisa discretamente el uniforme blanco-semitransparente de la bruja, poniendo el máximo de atención permisible a los pezones que se dibujan bajo la tela como en concurso de camisetas mojadas. Luego y cuando se ha asegurado que todo en el paquete está en orden firma con un bolígrafo antiguo, el extravío de la tinta sobre el papel parece hipnótico y quizás lo sea porque la bruja ha olvidado por un momento para que está ahí, si es que en el algún momento tuvo efectivamente un plan además de dejarse abrazar por el más pendejo de los pecados capitales, para luego desembarazarse de éste para entregarse al más suculento de los siete susodichos.
-Antes vivía en Coyoacan pero esa zona de la ciudad ya llegó a su límite. Definitivamente lo nuevo está aquí, en el centro... en cuanto a posibilidades de crecimiento y futuro ahh pero que descortés, quieres tomar algo?, recientemente he tomado el gusto por el Vodka Skyy, lo conoces? puedo prepararte lo que quieras...
La bruja niega lacónicamente con un movimiento de cabeza y entonces reconoce que hay algo perversamente fascinante en un hombre que mira el horizonte desde la oscuridad y que sabe como vestirse, que tiene fashion sense... seguramente si echara un vistazo a su guardarropa encontraría solo Marc Jacobs, Paul Smith, Michael Kors o el Praga que viste como si hubiese sido inventado solo para él... se deja embriagar por su fragancia a Yves Saint Laurent, por el corte de pelo de diseñador que le da cierto parecido a David Beckman.
Entonces él le invita a acercarse, a contemplar desde la pesada altura la bellísima panorámica de la ciudad que desde un tercer piso es francamente imposible de observar y que la bruja en otras circunstancias reconocería como producto de la magia, pero que dada su condición actual de embriagada fascinación es incapaz de atender.
Así y de no ser porque está demasiado excitada para reflexionar acerca de nada, con toda seguridad se sonrojaría al pensar sobre cuando fue la última vez que se había sentido atraída por un hombre, cuanto desde que los labios de uno la habían echo desear un beso... cuando desde la última vez que había sentido encharcado el coño hasta el grado de no aguantar mas la ropa y desear que aquel dejara las sutilezas para después y se la follara ahí mismo, en el piso o donde fuera tan solo por un beso... pero no, el David Beckham de Motolinea se conduce con la delicadeza propia de su condición metrosexual, nada de montársele encima y follarsela por las tetas como si éstas por el simple hecho de ser grandes llevaran implícitamente el letrero de “úsalas como te plazca”, muy por el contrario.
Para el momento en que el uniforme blanco-transparente comienzan a mostrar esa mancha de humedad producto de su irrefutable excitación, misma que ha logrado trasponer la barrera del algodón de sus bragas hasta el vaporoso tejido exhibicionista, el tipo la toma gentilmente entre los brazos y acerca su boca a la de ella midiendo mas que la distancia, la posibilidad de continuar con la travesía. Luego y con un esfuerzo casi imperceptible levanta los 68 kg que constituyen la voluptuosa esencia de la bruja y en brazos, la lleva hasta lo que en la oscuridad se adivina es la cúspide del fashion sense del apartamento que algunos, los simplistas y poco conocedores de la refinación llamarían simplemente, habitación.
La oscuridad velada por el ambient deja respetuosamente lugar a la iluminación garza que el hombre hace surgir de la nada, no puede asegurarse que esto sea producto de algún tipo de magia o simplemente resultado de un sofisticado sistema de iluminación, lo que en última instancia importa poco menos que nada para la bruja que para ese momento, desliga los botones del uniforme revelando con naturalidad su inenarrable par de melones que dicho sea de paso desbordan los confines del buen gusto.
Por su parte, el tipo se deshace lentamente de su conjunto Praga y la maquinaria imaginativa de la bruja comienza a funcionar a chingo-mil revoluciones por minuto. Acaso les llamarán metrosexuales por sus dimensiones?.
Nuevamente los labios del tipo hacen contacto con los suyos lo mismo que sus manos perfectamente manicuradas con las cuales se deshace de los botones del trajecito blanco calienta-braguetas, uno a uno para luego deslizar todo el conjunto por una pierna y luego la otra hasta que el resto de la ropa está fuera de su cuerpo, ahora si prácticamente desnuda a no ser por esas bragas de algodón total y completamente empapadas a las que el David Beckham les presta toda su atención y que dejan todo un entramado de flujo vaginal desde la fuente hasta más allá de la mitad del muslo de la bruja. Una fina telaraña aromática que lo mismo atrapa hombres, mujeres o quimeras y en la que ella misma se ha visto atrapada en mas de una onanista ocasión.
Lo siguiente que es capaz de percibir la bruja es la respiración del tipo bajando por su cuello, por su pecho al que no ha dejado de acariciar desde que éste emergió en toda su desnuda magnificencia, para luego dar con su rollizo abdomen... ése que ha ganado un par de kilos de más gracias a la estúpida idea de cambiar el whisky por la cerveza, pero que a él no parece incomodarle demasiado cuando chupa uno de su pezones mientras rota el otro entre sus dedos y tiene tan cerca de si esa colectividad adiposa en que se ha convertido su otrora “suculenta pancita natural”.
Será entonces cierto que aquellas cosas que ofenden a la vista, son precisamente las que mas regocijan al tacto?. Porque de otra manera no puede entonces explicarse la pasión con que acaricia su abdomen, la soltura con que recorre sus nalgas mientras se alimenta falsamente de sus pechos que no han amamantado jamás y que evidencian que esos kilos de mas no están tan solo en su trasero.
Luego cuando su boca deja momentáneamente la media luna de su ombligo y va mucho mas hacia el sur, a esa promesa de filantes delicias gastronómicas está segura que el roce de sus muslos opíparos acariciando suavemente su cuello y los dedos de sus pies recorren como pueden su espalda, son tan importantes para él como el hecho de que lleve el coño afeitado porque en el fondo todos los hombres tienen por mayor fantasía el joderse a una niña pequeña, no importa que elijan por amantes a mujeres que podrían ser modelos de Rubens o de la revista Score.
I-V. Absolutamente falsa pero adictivamente seductora.
Tras un par de minutos que en realidad son mas de tres cuartos de hora, la bruja está lista para el cesto de la ropa sucia pero al parecer, la infinita sesión de sexo oral que le ha prodigado el David Beckham y con la cual se ha corrido cuatro veces, no es ni la mitad de lo que aquel esta preparado para ofrecer... pues de pronto ocurre lo impensable... lo que está mas allá de la lógica y que para la mujer es motivo de desconcierto al mismo tiempo que un deseo irresistible por enamorarse, el tipo se las arregla para hacerse de un preservativo. Entonces la bruja da un vistazo y luego otro como para asegurarse que es cierto... que sus ojos no la engañan y resulta que es verdad, va a coger con condón¡ lo que no hacía desde los 12 años¡¡¡ y sin que tuviera que cohesionar ni chantajear al interfecto lo que es más sorprendente aún.
Desde su estupefacta y emocionada particularidad, la bruja observa como el tipo examina cuidadosamente la envoltura metalizada tras lo cual, corta gentilmente por un extremo y extrae el producto de su empaque, tuerce entonces el reservorio con dos dedos y lo coloca sobre aquel glande que fácilmente le ha de llegar por encima del ombligo. Cuando toda la operación concluye con la misma parsimonia con que comenzó, la estampa le parece de comercial del “Dr. Simi” o de propaganda de productos Playboy... absolutamente falsa pero adictivamente seductora y con todo se deja seducir una vez mas por la magia.
La bruja abraza con sus piernas las caderas del tipo y las atrae hasta hacer coincidir la textura resbaladiza del preservativo lubricado con su coño, que obviamente no necesita de ninguna lubricación adicional porque lo mismo está listo para recibir al David Beckham que a toda la delantera del equipo español. Así comienza a cogersela o acaso es ella quien se lo coge a él?. Quién se ésta aforando a quien no es una cuestión secundaria, es un principio que obliga no solo a un viejo mete-saca sino a todo un ejercicio de estrategia, porque el sexo es poder mas allá del rústico placer que se obtiene de él.
Así no es extraño que el tipo sin olvidarse de la gentileza con que se ha conducido durante todo el evento, poco a poco se sitúe cada vez mas sobre ella, frotando su pecho contra los senos de ella al mismo ritmo con que el fardo de su sexo se desliza por entre los delicados labios vaginales. Insólitamente es la propia chica quien oprime contra su cuerpo todo el peso sobre ella, es justamente ella quien se abraza cada vez mas a él mientras vuelven a besarse y lo atrae hacia abajo, hacia el chocar de su pechos contra la piel desnuda, hacia el roce de las caderas arriba y abajo. Y muy al contrario de lo que cualquiera pudiese suponer, no es la opresión de esa otra colectividad la que la hace gemir y sudar sino mas bien la calculada lentitud mezclada con intermitente exploración dentro y fuera de sus entrañas con que el miembro de él deja toda su fuerza sobre sus caderas, justo en el momento precisó para que el placer cada vez mas en aumento los sorprenda en el primero de los orgasmos para él y en el cual ella estalla tan de sorpresa y con tanta intensidad que por un momento duda si en verdad todo eso que siente y que la obliga a gritar de placer es producto de si misma o de algo aún por definir.
I-VI. El tenía una sesión de SPA a primera hora.
Hacia el final, cuando el sudor asoma en sus frentes y la pesadez obliga a la languidez, se abrazan sin que en el proceso exista la coerción que la bruja y prácticamente todas las mujeres tienen que ejercer sobre sus amantes masculinos para permanecer en la cama al menos unos segundos después de venirse, sin embargo él rompe la magia porque no obstante de que el metrosexual está mas que ningún otro hombre en contacto con su lado femenino, es al final del día un hombre diferente si pero al mismo tiempo como cualquier otro.
-Entiendes que estoy muy ocupado en estos días cierto?, así que no creo que podamos vernos en el futuro, no lo tomes personal es solo que como llegaste hasta aquí me pareció una descortesía no invitarte a pasar, además no creo que te haya enviado La Librería y eso es algo que ambos sabemos. Quien eres en realidad?.
-Tienes razón, no trabajo ahí pero el artificio es auténtico, solo quería verte y me aproveche de la situación.
-Y que quieres de mi además de lo que no es obvio?.
-Eres tu verdad?, el mamón que anda despertando fantasmas... por que haces eso?.
-Porque querida, este país al que tanto amo es tan rico en tradiciones y somos tan pendejos que las estamos dejando escapar como agua entre los dedos... esto, no es mas que mi simple contribución a la restauración de la ciudad desde sus bases.
-No me digas que te patrocina “el Peje”?.
-Ejem... aprecio tu humor pero AMLO no podría patrocinar ni a las cucarachas... trabajo por mi cuenta y ya que las calles, las fachadas... todo aquí está lleno de magia un día vi la oportunidad de llevarlo un paso mas allá y como tu, aproveche las circunstancias; puedes entender que lo que hago no es del todo malo?, son solo leyendas y ellas se merecen que no las olvidemos, merecen que las traigamos de vuelta a nuestra cotidianeidad.
-Así que vas a seguir con tus pendejadas... no me extraña. Entiendo por que lo haces pero estas conciente que en algún momento vas a fastidiar a alguien y entonces no van a ser amables, no se van a conformar con saber quien lo hace sino que lo van a desaparecer y yo no voy a hacer nada al respecto no importa lo bien que cojas.
-Claro querida... todos hacemos lo que debemos según lo dicte nuestra esencia.
-Entonces vas a decirme tu nombre o que?.
-Creo que acabo de contestarte a esa pregunta hace un momento y si me disculpas se me ha hecho un poco tarde y tengo SPA mañana a primera hora.
-Solo por ociosa curiosidad, usaste magia hace un rato?.
-Si crees que necesito de usarla en casos como estos te equivocas.
-Eres un cabrón después de todo.
-Y quien no lo es?.
-Ya veo, como también que tienes que ser tu el que diga la ultima palabra en todo esto.
-No es algo que precise pero funciona, así son las cosas del bioritmo.
Datos del Relato
  • Autor: nunlex
  • Código: 6743
  • Fecha: 24-01-2004
  • Categoría: Fantasías
  • Media: 4.53
  • Votos: 45
  • Envios: 2
  • Lecturas: 2396
  • Valoración:
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