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Categoría: Maduras

Haciendolo con mas jóvenes

Pues si, te confieso que me fascina el sexo, me agrada lo sabroso que es el poder disfrutar de relaciones placenteras y a mi edad, gran parte del placer estriba mas en la relación y como llegamos a la cama que en el mismo acto en si. Me gustan los hombres viriles mas no machos. Atentos, delicados, seductores. Aborrezco la violencia y no me gusta para nada el dolor. De paso, no soy multiorgásmica (y hasta mas bien me cuesta acabar) y tal vez por eso es que disfruto cuando la relación se extiende por horas y no es algo "express"



Disculpen, no me presente. Soy una mujer de 54 años, felizmente casada y disfrutando al máximo las ventajas que la vida (sexual) me da, precisamente por la edad que tengo. Atrás quedaron mis preocupaciones de embarazo, conflictos emocionales-románticos, inseguridades. Me sonrío cuando personas mas jóvenes se sorprenden de que aun tengamos actividad sexual, nos halagan o nos critican. Creen que ellos descubrieron el sexo y no conciben que nosotros, a nuestra edad lo estemos disfrutando tanto (o tal vez mas) que ellos.



He estado en varios intercambios y me parecen super ricos pero mas aun me han fascinado las veces en que he hecho un trio HMH. En esas veces, me ha excitado de sobremanera cuando, de un modo casi espontáneo, ha habido algún roce (y hasta algo mas) entre los dos caballeros. De nuevo, otra señal de la madurez que se consigue solo con el tiempo. "Mis" hombres ya no tienen que demostrar lo machos que son pues están seguros de su hombría y pueden disfrutar en confianza la interacción con el otro.



Soy una profesional en ejercicio en una Institución importante y en la posición que tengo y ocupo, no puedo dejar que nadie sospeche siquiera, nada de lo que hago o de mis gustos. Sin embargo y gracias a ese cargo, puedo y debo viajar por le país y por lo general son mas de un día, lo cual me obliga a quedarme en algún hotel fuera de Caracas y eso representa para mi, una magnífica oportunidad de disfrutar de mi sexualidad al máximo.



Hace mas de un año tuve una experiencia muy agradable que quiero compartir. No quiero que vayan a pensar que en cada uno de estos viajes yo "ando a la búsqueda". No porque me vaya a dar vergüenza sino porque no es así. El hecho es que yo estaba algo aburrida una noche en una ciudad, de por si, bastante aburrida y estaba en el mismo hotel conmigo un hombre en sus treinta.



Promotor / auditor o algo así de una compañía de cerveza y aunque los tan jóvenes no me interesan, en esa ocasión decidí hacer le papel de "femme fatale". (Por lo general, me gusta mas bien ser seducida) Por un lado, no me gusta tener que decirle a un hombre que es lo que debe hacer, ni cuando ni donde y por el otro, jóvenes tratan casi siempre de impresionarte y yo no necesito que me impresionen sino que me satisfagan. En todo caso, con este joven, y ya no me acuerdo de su nombre siquiera, lo que hice fue una total seducción y aunque no fui seducida, como ya dije me gusta, disfruté la seducción que YO le hice.



Como casi toda Venezuela, la ciudad era bastante calurosa y yo ya me había percatado de que sería una noche bastante tranquila y no baje a cenar con "atuendos de guerra" sino con un vestidito muy ligero, mas cómodo que sensual, y por supuesto, mis sandalias. Pero es que eso era todo lo que llevaba puesto.



Cuando bajé, me senté en una mesa en la esquina, a pesar de que el comedor / restaurant estaba casi vacío, pero a mi me gusta tener una visión de mis alrededores  y casi al mismo tiempo llegaron el joven y otro hombre que, por su ropa y actitud, me lució como el distribuidor local. Yo estaba bastante distraída (de verdad) revisando el escuálido menú y los adornos y comentarios que tenía impresos, exaltando los "encantos de la zona y la ciudad" así que cuando me decidí a pedir, levanto mi vista para buscar la mesonero y es cuando noto que el joven está mas concentrado en mis piernas y mis pies desnudos que en lo que le dice su compañero. Él no se dió cuenta que yo lo había notado, tan absorto estaba en mis pies y piernas y allí fue cuando decidí ser "mala" esa noche.



Pedí mi cena, saqué mis lentes de lectura y mientras comía me puse a leer la revista que había traído conmigo y todo el tiempo, todo el tiempo, divertida por dentro sabiendo que cruzando y descruzando las piernas, jugándome con las sandalias tan abiertas que llevaba, moviendo los pies con las sandalias guindando, tenían al pobre muchacho al borde.



Por mas de media hora, quien sabe si no mas, el otro hombre hablaba y hablaba y "mi candidato" apenas prestaba atención.



Cuando llegué al postre y al café, me sorprendió, no gratamente, el verlo bostezando de un modo hasta exagerado y alcancé a escuchar como le decía al hombre que él tenía que madrugar para tomar el avión de regreso, etc etc y te confieso que me decepcionó el haber perdido mi "actividad" de esa noche, la cual ya había imaginado y fantaseado.



Noto como piden la cuenta, se despiden y como yo ya no tenía apuro alguno en subir a la habitación, me quedé en el lugar sola. Yo ya estaba resignada a irme sola a dormir esa noche, lo cual no tiene nada de malo ni de extraño, pues, como dije,  no es que en cada uno de mis viajes deba "hacer" algo.



Con toda mi experiencia y madurez, aun menosprecio la capacidad de tienen los hombres de ser perseverantes en cuanto a la búsqueda de "acción" así que aun no he pedido mi cuenta y aun no llega el mesonero cuando veo al joven volver a la mesa en donde estuvo antes a hacerse el que busca algo.



Claro que yo sabía que no iba a conseguir nada pues nada habia olvidado pero me sentí que lo había "lazado" así que mientras busca y busca, ya me permití verlo directamente y cuando se agacho para "buscar ese algo perdido debajo de la mesa, yo reanude mis cruces y descruces de piernas. Por fin, no puede mantener la supuesta búsqueda mucho mas y se me acerca y con la mayor delicadeza me dice "disculpe señora, habrá notado si el mesonero retiró unos lentes de sol cuando limpió la mesa???"



Le digo que no, no que haya notado y él me comenta algo sobre necesitarlos al día siguiente y bla bla bla ..... a lo que yo lo invito a sentarse y nos tomamos otro café los dos mientras seguimos la conversación.



Por supuesto que yo no le di muchos detalles personales y menos los verdaderos al menos, mientras que tampoco le preste mucha atención a los de él, así que, después de un rato, notamos que ya el mesonero está pendiente de que nos vayamos para cerrar así que nos vamos, por insinuación mía, a sentarnos en un sofá en la parte mas oculta del lobby, y allí seguimos.



Y aquí quiero detenerme y comentar que, para mi, todas estas dos horas son mas excitantes y me humedecen mas que lo que habría de pasar a continuación. Lo que llamo, el placer de la seducción y no importa si soy yo la seducida o la seductora.



Ya en el sofá, estamos los dos sentados mas cerca que lo que estábamos en el restaurant, rodilla rozando rodilla y  cada vez que decía algo agradable, yo me reía con algo de exageración y dejaba caer mi mano sobre su antebrazo y una que otra vez sobre su muslo también. Por supuesto que era casado el crío y por supuesto que no me interesó mucho escucharle esa parte. Yo no estoy para escuchar cuentos de lo mal (o lo bien) que le va en su matrimonio ni lo adorables que son sus hijos etc.... Yo estaba mas interesada, lo confieso, en lo que se iba perfilando dentro de sus pantalones.



Confieso y hoy estoy llena de confesiones, que uno de mis placeres con él fue observar como él se devanaba los sesos tratando de ver como da le siguiente paso, como se atreve (o no ) a avanzar con una mujer unos 20 años mayor. El hecho es que sentados allí yo ya me iba imaginando como sería desnudo, como lo tendría (si, me gustan grandes; no demasiado pero si grandes y gruesos mas que largos) así que mas que por lo que me estaría haciendo (que no me hacía nada, petrificado como estaba de tocarme), yo me iba excitando y humedeciendo de mis propias fantasías, de imaginármelo encima y adentro mío.



Así que cuando estuve convencida de que "ya era mío" apelé por un mecanismo que ya puedo utilizar y que no me falla y es "mi parte maternal". Ya lo había planificado de antemano, pendiente de si él daría o no ese primer paso, que, en efecto no dio.



Desde temprano ya había notado que su frente y mejillas estaban bastante quemadas por el Sol así que en un momento le digo "supongo que cuando subas a tu habitación vas a ponerte alguna crema pues tienes la piel bastante irritada" mientras le paso mi mano por la frente y mejilla, con la mayor dulzura y sensualidad que se como hacer y, por supuesto, su respuesta no me sorprendió: "Caramba, la verdad es que no tengo nada que ponerme y comienza a arderme"



"Eres mío!!!!" pensé para mis adentros y a continuación le digo "pues vamos a mi habitación que yo te voy a dar (dar, no le dije "poner") algo para que te untes"



Así que subo con el crío, muy formalito él, y llegando a la habitación, no me abre la llave magnética y la paso varias veces y nada así que él se ofrece a intentarlo y yo, muy cerca de él "viendo lo que hace" aprovechando para pegarme a su brazo.



Cuando por fin entramos me excuso y voy al baño a orinar y tuve el cuidado de no cerrar la puerta del todo. (soy mala, no? ) así que cuando salgo le digo que se siente en la cama para verlo mejor y comienzo a "revisar" la cara con mis dos manos. Me volteo para buscar mi crema humectante de la gaveta de la mesa de noche y siento como me sigue con la mirada y trata de adivinar que llevo puesto y que mas tengo debajo de mi vestidito.



Cuando lo consigo (y por supuesto, me demoré lo mas que pude, así como él se había demorado buscando sus lentes) y así como está sentado en la cama, comienzo a aplicarle la crema que he calentado en mis manos. Suavemente le paso mis manos con crema por toda la cara y comienzo a moverme hacia las orejas y la nuca y estando en la nuca, me inclino y me acerco mas a él para meter mis manos en su espalda, debajo de la camisa. En este momento ya no tengo ningún recato y me le pego a su cara "para poder llegar mas lejos en su espalda" y es cuando siento como pone sus manos en mis rodillas y comienza a masajear mis muslos para ir subiendo con mucha suavidad, por debajo de la falda hacia mi humedad.



A pesar de haberlo imaginado por horas ya, sentí como se me congelaba la sangre cuando me tocó allí !!!!



Sin duda que él sintió lo mucho que yo ya lo estaba disfrutando así como la luz verde que le estaba dando así que siguió jugando con mi humedad y yo, disfrutando de como movía sus dedos con tanto tino y con tanta delicadeza dentro de mi cuerpo. Pegó su cara y cabeza a mi, sentado como estaba mientras yo estaba parada y a continuación, levanta mi falda con su cara y comienza a lamerme los muslos para llegar a mi concha/cuca/coño (o como lo llamen )



Me excitó incluso imaginarme su cara de (agradable) sorpresa cuando notó que yo no llevaba nada debajo de la falda y solo una mujer puede describirle a otra el placer que sentí cuando me comía. Se levantó de la cama y me abrazó y besó (me fascina cuando me besan) y entonces fui yo la que se sentó en la cama para abrirle los pantalones, bajarle los interiores y descubrir una verga rica y divina.



Pues debo decirte que la tenía rica. Las he tenido mas grandes (sin que la de él haya sido pequeña) y las he tenido mas lindas (sin que la de él haya sido fea). La tenía "completa" y yo prefiero los circuncisos. Me causa siempre un gran disfrute masajeárselas y mamarlas y por sus gemidos, asumo que también él lo estaba disfrutando.



Me levanté para apagar la luz y dejar solo una tenue luz de la mesa de noche y me terminó de quitar el vestidito pero me indicó/insinuó que no me quitase las sandalias Lo se. A muchos hombres los excita eso.



Había ya bajado la intensidad de la luz en la habitación puesno me siento muy a gusto con mi cuerpo con gente tan joven pero eso no me impidió disfrutar de todo lo que me hacia o yo le hacía a él y de lo que podía alcanzar a ver.



Una vez desnuda me acosté boca arriba en la cama y él se me acostó encima pero al revés y comenzamos un largo y ardiente 69. Competíamos a ver quien le daba mas placer al otro.  Que fascinación y que delicia sentía cuando me mamaba y me lamía por toda la concha. Con que gusto lo hacía y mas aun, que gusto me daba.



Claro que tenía una ventaja sobre mis compañeros usuales de: su aguante. Yo lo mamaba y me lo metía en la boca, le lamía las bolas y me jugaba con ellas mientras le agarraba la verga y esta no solo no se "ablandaba" sino que me parece que se ponía mas y mas y mas gruesa y caliente.



Dentro de toda la lujuria y pasión del encuentro, hubo un momento en que exploté de la risa y a él, por su lado, se le iluminó la cara: casi me hizo acabar lamiéndome y majándome cuando se levanta, se recuesta a mi lado y con algo de embarazo, me dice que no había traído consigo condones.



JAJAJAJAJAJAJAJ......... resultó que su esposa no podía tomar pastillas y como no querían tener mas hijos, casi era obligatorio que él usase el condón así que yo le respondo:



"cariño!!! quiero sentir esa verga dura y caliente tuya deslizarse dentro de mi sin que nada aminore mi sensación o la tuya"



Y no solo se animo por lo que le dije sino que noté al momento como le gustó el que se lo dijera así que yo seguí:



"dale duro mi macho, metete dentro de mi y déjame sentir todo ese calor tuyo", "metete y déjate llevar por mi calor, siente como estoy de húmeda y ansiosa de tenerte dentro de mi y que me llenes con esa verga tan rica" y así por el estilo.



Como mis orgasmos son, casi siempre, clitoriales y no vaginales así que mientras el se iba deslizando dentro de mi, yo metí la mano y comencé a tocarme la pepita y cuando el comenzó a "bombear" yo me masajeaba de modo que cuando él acabó, me permitió hacer algo que tanto me gusta: acabar mientras me masajeó la pepita con la lechita caliente del hombre que me estuvo cogiendo.



En fin, este fue el relato de lo que me pasó con ese joven. Fue de lo mas tierno saliendo y yo tuve la previsión de decirle algo como "la pasamos muy bien los dos pero los dos tenemos nuestras vidas así que sin despedidas dolorosas ni promesas mentirosas"



Sonrió, me besó en la mejilla esta vez y salió.



Por supuesto que no lo he vuelto a ver mas pero si me lo preguntan, pues si, si nos volvemos a encontrar en algún hotel, con gusto lo repetiría.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 6.5
  • Votos: 2
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