Hola!! Yo soy una chica que tiene predilección por los chicos extranjeros, tanto en el plano de la amistad como en el sexual. Y con el último chico extranjero que estuve subí al cielo y bajé de él, y de nuevo subí..... hasta caer de manera exhausta.
Les voy a relatar que tal estuvo. Andrés y yo nos conocíamos desde hacía dos meses más o menos porque habíamos coincidido en un viaje a EEUU. Allí nos liamos, nos acostamos, pero nada del otro mundo... tranquilito, normalito... Yo volví a Francia y él a Bolivia. Y ha venido a visitarme. La primera noche se moría de ganas por tenerme, pero yo me hice la dura y lo dejé con las ganitas, lo calenté toda la noche, bailé con él y cuando estaba a punto... me fuí. Al día siguiente un amigo suyo francés daba una fiesta, y me invitó. Me puse unos pantalones negros muy ajustados, una camiseta roja muy sugerente y me solté el pelo. Ni que decir tiene que estaba irresistible.
Andrés no me miró en toda la noche, tampoco yo le hize mucho caso ya que estaba muy muy pendiente de Vincent. Cuando nadie nos observaba, Vincent y yo nos fuimos a un rincón y nos besamos, pero nada más, yo sabía que esa noche iba a ser de Andrés y quería tener toda la energía posible.
Terminó la fiesta con Vincent super borracho, y Andrés y yo con unas ganas locas de cachondeo. Salimos para la disco y en el coche ya empezamos a calentarnos de mala manera. El me mete la mano en el escote, por la espalda... yo le hago un masajito, compruebo que todo está en su lugar... Nos bajamos del coche y entramos en la disco. Allí con la oscuridad, la música... nuestras hormonas se ponen a mil por hora. En un rincón damos rienda suelta a nuestra imaginación, pero queríamos seguir imaginando así que nos vamos a su casa. Por el camino yo estaba super caliente, y la verdad que él hacía que me pusiera aún más: su mano dentro de mis pantalones haciendome un masaje en el culete, la mía en el suyo... paraditas en un rincón y sus dedos trabajando a fondo en mi coñito... mmmm, solo de volver a pensarlo me estoy poniendo caliente de nuevo...
La subida en el ascensor hacia su casa se me hizo eterna, no podía aguantar más, asi que le dí al stop del ascensor y comenzé a besarle hasta que noté que su polla estaba completamente erecta, le bajé la cremallera y dejé que saliera, luego le bajé los pantalones y comenzé a chuparsela. Me encanta chupar pollas, me produce una excitación increíble... Primero poco a poco, con suavidad, sin introducirla completa en mi boca, lenguetazos alrededor de la cabeza, chupadas hacia arriba y hacia abajo, mordisquitos, hasta que el ritmo se acelera y me la meto completa y empiezo a mamarla de una manera fabulosa. Paré antes de que se corriera porque yo quería seguir teniendo diversión. Le dimos a su piso y entramos en la casa. Cerramos la puerta, me tiró contra ella, me bajó los pantalones y me la metió. Dios Mio!!! Tenía toda esa polla llena de liquido exquisito en mi coño, toda para mí. Empezó a empujar, y a metermela cada vez más fuerte, yo gemía de placer y deseaba que me traspasara con su pollón de hierro, pero cuando estaba a punto de llegar a mi orgasmo me dejó, exactamente como yo le hize a él. Me dijo que esa noche quería que hubiera algo más especial. Y yo no quería nada más, solo su polla, o dentro de mi boca, o en mi coño, pero nada más.
Se vistió, me dijo que me vistiera yo también y que ibamos a comenzar de nuevo. Lo hice. Pero mientras él preparaba la escena con música, velas y foulares, yo me tumbé en el sofá y empezé a masturbarme, no podía aguantar más, y el calentón me lo pedía a gritos.Me vió y observé que su pollita estaba convirtiéndose en pollaza, le pregunté si se unía, pero dijo que prefería mirarme. Cuando acabé me cogió, me besó y me llevó a su habitación.
Estaba todo tan bonito... velas encendidas, música, pañuelos colgando a los lados de la cama, la ventana abierta con la luna al fondo... y nos besamos. Sentía su lengua hasta el fondo de mi garganta, sentía sus besos de manera muy especial, pero también sentía un deseo enorme de que me poseyera, de que hiciera conmigo lo que quisiera esa noche. Y no me lo pensé dos veces. Le comencé a desabrochar la camisa, se la quité, la quité el cinturón, le desabroché el pantalón, la cremallera, y le quité el pantalón. El me quitó el pantalón y la camiseta. El se quedó con los boxer y yo con mi tanga y mi sujetaodor. Me desabrochó el sujetador y me tiró en la cama. Yo le quité los boxer con la boca y él me arrancó el tanga de un mordisco... allí estábamos los dos completamente desnudos y deseando fundirnos en uno solo. Comenzó a chuparme los pezones, a mordisquearlos, se embulló en mi pecho... yo ya estaba cachondísima, y bajó hacia mi coño. Primero palpó con los dedos, y luego metió su lengua hasta que me hizo gritar de placer. Cambiamos de posición porque mi boquita también quería jugar esa noche. Fue la mejor mamada que le hize, su pollón entró limpio en mi garganta, no me hubiera cansado de chuparlo en toda la noche... pero me avísó que se venía y en ese momento me metió la polla en el coño y me estuvo dando con todas sus fuerzas. Me gustaba, no, me encantaba. No podía aguantar de dolor, pero al mismo tiempo era placer. El sabía que estaba sufriendo pero seguía y seguía, y yo más le pedía. VAMOS CABRÓN, METEME TODA LA POLLA COMPLETA, MAS FUERTE, MAS FUERTE, REVIENTAME DE DOLOR, PERO REVIENTAME PRONTO!!!
TE GUSTA PUTA?? TE GUSTA?? VAS A REVENTAR SI, PERO DE VERDAD,
se corrió y toda su leche quedó dentro de mí. Bueno, no toda, mi boca rauda aprovechó la que quedaba en su polla y comenzé a chuparsela, pero el esfuerzo había sido demasiado.
Paramos un ratito, nos estuvimos besando, y cuando noté actividad en su pollita comenzamos de nuevo. Me dió la vuelta, me tapó los ojos con un pañuelo y me puso a cuatro patas. Comenzó a metermela por detrás y allí yo chillaba de dolor. Pero él seguía, no quería parar, le pédía que parara, pero no me escuchaba. Paró, la sacó y me tapó la boca con otro pañuelo y volvió a metermela. Ya daba igual el dolor, había empezado a sentir placer ya que mientras me la metía buscaba con sus dedos mi clítoris y parece que lo había encontrado... porque.... mmmmm.
Me ahogaba, no podía respirar, y caí. Cuando me desperté después de poco tiempo estaba atada de manos y pies y lo tenía delante mía mirándome. Entonces supe que ese momento iba a ser el mejor de la noche. Comenzó a besarme las tetas, a chuparmelas, a morderlas hasta que quedaron rojas del magreo... bajó a mi coñito, me dió dos o tres lametazos y me míró. Le dije que quería reventar y que venga, que no aguantaba más. Comenzó con suavidad, le pregunté que si era eso todo lo que sabía hacer y fueron las palabras mágicas porque en ese momento su miembro comenzó a agitarse y dentro fuera dentro fuera en un moviemiento descontrolado. Mucho mejor que la otra vez sin dudarlo. Me la metía hasta el fondo, la sacaba y volvía a meterla con tanto impetu que de verdad yo pensaba que me atravesaba. Tuve un orgasmo, pero él aún tenía fuerzas, así que continuamos y llegamos los dos juntos al siguiente.
Me desató y me abrazó. Dormimos todo el día. Me desperté y él seguía dormido y me fuí. No le dejé ni una nota ni nada.
Nos vimos un par de días más tarde pero no nos dijimos nada, sólo me pasó una notita que decía: mi compañero de piso está muy cachondo esta noche, quieres que juguemos con él? Pero yo ya tenía planes para jugar con Vincent.
Además, quería saborear nuevas pollas, y la de Vincent era realmente apetecible.