En la mañana de hoy estoy caminando justamente pasando por la parada y especialmente por la misma entrada de la policlinica de la institución social de mi país, entonces delante de mi persona está caminando una guapa chica con falda con camisa y chaqueta de lana de un banco local de mí país en que me quedo fijamente admirandola inclusive goloceandomela con tal lujuria, cautivado, seducido, provocado, caliente, enajenado, asimismo con hartas ganas de ligarmela en ese precios instante y por supuesto, no le aparto en nada los ojos de su culo que queria tocarla, acariciarla, manosearla, dominarla, poseerla inclusive apretarle las nalgas y gluteos con todo el atrevimiento y euforia adicionalmente excitación que me cargo igualmente trayendome muy encendido ella y solamente ella que ignora y tampoco sabe de mi presencia queestoy tirandole mera y soberanamente los mismos perros.

Bueno dizque me tropiezo con ella andado algo distraido en que le pido mil disculpas al respeto sonriendome me dice no se preocupe yo también ando algo distraida sabe que salgo de la cita de la consulta con el doctor en la policlinica que me dejo devastada tengo un ojo malito que necesita intervención quirurgica por eso que cargo este ojo tapado con benda. Apiadandome de ella vamos hacia el parque en que caminamos por las veredas y aceras de concreto escucharla sus penas y atribulaciones con respeto a su ojo malito; nos sentamos e  n una de las bancas mirandonos la estrecho de las manos entendiendola y sin pedirle ni permiso alguna le clavo este beso por largo segundos en que no se inmuta ni me aparta ni se molesta ni se incomoda al respeto en que se corre algo la falda del uniforme de banco en que me deja tocarla y acariciarla incluso dejarle mi mano en su ingles y clitoris en que le doy unas merecidas y soberanas hasta buenisimas, riquisimas, espectacularisimas, sabrosisimas, deliciosisimas, deseadisimas y por supuesto deleitosisimas hurgadas necesarias en que jadeandose cómo gimiendose por lo que está presenciando sobre todo protagonizando adicionalmente teniendo junto conmigo un extraño que se topo y cruzo en plena acera fuera de la policlinica caminando.

En que nos paramos pegandose y abrazandose el tronco del arbol se deja cogerse plenamente por mi dandole tremendas penetraciones cómo bombeadas especialmente agitandomela cómo fuera una revolvedora de Martinis a mis anchas campantemente en pleno parque en que jadea y gime nuevamente placentera y excitante cómo ardiente especialmente endemoniante igualmente fascinante sobre todo emocionante la guapa mujer que trabaja hoy día en un banco privado de la localidad en mí país.