Exactamente a la misma hora todos los días usa y entra por el corredor para acortar el tiempo como la misma distancia para llegar a su trabajo, la guapa asistente administrativa de la sala de profesores. Bajando su ventanilla al recibir los buenos días de parte del encargado de la caseta de peaje, informándole que es 1 balboa con 50 centésimos sonriéndole lo mira con sus ojos radiantes como brillantes como las mismas gemas. La guapa asistente valiéndose de sus trucos de coquetería hasta exhibicionismo igualmente deleitosa también para divertirse a costa del mismo encargado de la caseta de peaje, sacándose del brasier un billete de 100 balboas que se los entrega en sus plenas manos entonces, el mismo encargado pone una cara de tristeza diciéndole por favor, no tiene otro billete de menor denominación para poder así cambiárselo fácilmente mi querida señora; de ahí se corre un poco más la falda azul oscura del atuendo de ejecutiva universitaria al poner unos ojos llorosos y sobándose hasta manoseándose un seno; le informa eso es lo único que cargo en la cartera con toda la pena no sé cómo podemos arreglarlo se conduele el mismo encargado al ser débil a la carne, en que le dice, de mi bolsillo le pago el peaje señora guapa. Agradeciéndoselo la viva como atrevida hasta insinuadora asistente administrativa que sale de la caseta de peaje al tomar el carril que le corresponde, al ver por el espejo retrovisor de la misma cabina del auto; sonriéndose al reírse a carcajadas que el bobo encargado de la caseta de peaje se lo creyó que no cargaba nada más plata en la cartera ahorrándose la pasada por el corredor diariamente camino hacia su trabajo en la misma universidad………………………………….