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Categoría: Incestos

Gozando de mi Madre -2-

Después de aquel día en que mi madre y yo tuvimos sexo, todo cambio, simplemente teníamos más confianza, y nos dejábamos llevar por el momento. Estando en la casa, como de costumbre ella en ropa interior o una blusa que le tapaba, hasta las nalgas y yo con un pequeño short, en cualquier oportunidad que teníamos aprovechábamos, ya sea para darle un repegón, agarrarle el trasero, ella me agarra el pito, el chiste era ser traviesos, darle una nalgada.



Eran muy pocas las oportunidades que teníamos, para tener sexo, nunca teníamos tanto tiempo libre en la casa, por para hacerlo, solo nos dábamos un calentón y nos quedábamos con las ganas por que llegaba mi padre, que no la atendía, siempre llegaba cansado del trabajo, o llegaba mi hermano.



Mi madre conmigo, era mucho más abierta, tenía más confianza, me platicaba cosas que jamás me había dicho, relación con mi papa, que ya casi no tenían relaciones, la pasión se apagaba, ella cada vez ocupaba más sexo y sexo. Sus miradas picaras, me prendían, jugaba conmigo, se agacha enfrente de mí, dejándome ver todo su culo en esplendor.



Un día llegué a mi casa y no había nadie, enseguida me avente a la cama y caí profundamente dormido. No sé cuánto tiempo pasó, pero me empecé a despertar, porque empecé a sentir algo húmedo entre la pierna, abro los ojos, y mi mama me estaba dando una mamada de campeonato.



—mama que te pasa, puede llegar alguien y nos descubrirán.



No me hacía caso, ella seguía chupando y yo cada vez me acercaba más al cielo con sus mamadas.



—Shup shup no te preocupes tenemos tiempo shup shup.



—Ma.... ma, pero es que ya casi llego... espera ahhhh.



—termina hijo, lléname la boca de semen, tengo sed de tus mecos.



Mi madre me hizo terminar en su boca, yo pensé que los iba a tirar en el lavabo, pero me sorprendió que se los tragó completitos, no tiró una gota.



—Ahora si hijo, haz como si no pasó nada, ya llegará tu padre y tu hermano para comer.



Ese día comimos en familia, mi padre ni mi hermano, hasta este momento, habían sospechado en lo más mínimo lo que mama y yo hacíamos cuando estábamos solos. Terminada la comida, mi padre se fue a dormir, y mi hermano salió con su novia. Yo me metí a mi cuarto a jugar a la play. Una hora más tarde mi madre entra a mi cuarto, con un vestido veraniego, que resalta sus tetas, y dejaba a la imaginación ese gran trasero que tiene.



—Hijo tu padre no se levanta y quisiera ir a comprar ropa. 



Eso a mí claro que se me hizo raro, porque nunca iba de compras ella sola, y no es de comprar demasiado, aparte no tenía ganas de ir, estaba muy a gusto jugando a la play.



—Pues levantalo mama, estoy jugando play, no puede ser mañana u otro día.



A lo cual mi madre se me acerca y me empieza hablar al oído y me agarra el paquete.



—Vamos, creeme que te va a gustar, si no después no vas a poder probar de mí.



Convencido, a regañadientes, me cambio para salir, pero se me hacía raro, a que se refería con "te va a gustar", salimos de la casa, pero yo iba pensando en esa frase que me había dicho mi mama.



Íbamos camino a una plaza comercial, en la camioneta, llegamos, estuvimos caminando un rato, en lo que mi mama se decía a que tienda departamental entrar. Por fin se decidió he ingresamos a una, había muchas personas, muy concurrida la tienda, ni modo, todo sea por la mama. Mi madre agarró varias prendas, 3 vestidos, 2 pantalones y unas blusas. Fuimos hacia los probadores, para nuestra mala suerte, había una fila inmensa de mujeres queriendo ingresar. Estuvimos aproximadamente 10 minutos en la fila, cuando en eso, llega una mujer saludando a mi mama, se saludaron, me presento con la mujer, era una amiga que antes habían trabajado juntas.



—Vénganse de este lado, los pasaré a la bodega para que se midan todo lo que traes.



—No como crees, aquí nos esperamos, no vaya a ser que te metamos en problemas, hacemos fila como todos los demás.



Yo lo que quería, es que ya se acabara esto.



—Madre hay que aprovechar, si te lo está ofreciendo está bien, y mientras más rápido acabes mejor.



—Andale, nadie se dará cuenta, todo el personal anda atendiendo, yo me quedaré afuera para vigilar que no hay nadie.



—Está bien, pero mi hijo también se queda afuera. No puede estar conmigo cuando me esté cambiando. (Voltea hacia mi y me guiña un ojo).



No sabía si algo se traía en mente. La mujer nos llevó a la bodega, entró mi mama, yo me quedé afuera con la mujer, y en 5 minutos, llegaron y le hablaron que la necesitan, yo le dije que todo estará bien, que aquí me quedaría con ella.



Mi madre abre la puerta, y me dice que pase, que quiere que le de mi opinión, de cómo se le ve el vestido. Ingresé, y se veía realmente hermosa, maciza y buena, sobre todo. Un vestido rojo, ceñido, pegadito, que terminaba abajo de las nalgas, un escote grandioso, y lo que más me gusto, es que traía la espalda destapa, hasta donde empezaba el trasero, el un vestido muy atrevido para una mujer de su edad, pero le quedaba súper bien. Me quede con la boca abierta en ese momento in saber que decirle, a lo cual mi madre me empezó a reír.



—Jajajaja, hijo cierra eso boca por favor, con esa expresión me dices todo, que si te agrado como se me ve —y comienza como a modelarme.



Yo simplemente anonadado, mi mirada fija en un gran trasero, sin duda alguna era el atractivo que más me gustaba de ella, y el que más le resaltaba con ese vestido.



—Mama es que se te ve increíble no hay palabras para explicar cómo se te ve. En este momento quiero arrancártelo, te vez buenísima mama.



—jajaja ay hijo, muchas gracias, pero tenemos un problema.



—¿Cual?



—No podemos salir hasta que se te baje el bulto.



En ese momento, traía el pito parado, me excite de ver a mi mama con ese vestido. A lo cual mi madre dijo que ella me ayudaba. Lo bueno es que la bodega, era grande, tenía sus cajas, y una pequeña mesa, la que tenía pocas cosas sobre ella, y una silla. Mi madre me dijo que me sentara y así lo hice.



Ella se puso en frente de mí, y bailando sexymente, se empezó a quitar el vestido, hasta que se le callo, se había quitado el brasier, y llevaba una tanga de color blanco, dejaba todo a la imaginación, la tanga metida en el culo, y sus cachetes se le salían.



Vino hasta conmigo me desabrocho el pantalón, bajándolo hasta las rodillas, y me empezó a restregar su culo en mi pito, era genial que tu mama te bailara un striptease, hincándose, y bajando el calzón, le empezó a dar besitos, y después se la empezó a comer enterita, succionaba y le aventada saliva, sus mamadas son lo mejor. Ahí se estuvo abajo como unos 10 minutos y le dije que se quitara porque si no iba a eyacular.



La puse contra la mesa, ahora yo me hinqué, y le empecé a hacer un delicioso oral.



—ay hijo, esto es lo más delicioso que conozco, yo no sé cómo a tu padre no le puede gustar esto, síguele hijo, chupame, ah sí ah sí que ricooo. Eres un experto con la lengua hijo, chupa el lugar de donde saliste.



—Madre no grites tanto nos pueden escuchar, se un poco más discreta. Sabe muy rica mama, quisiera comérmela a diario, y si papa no te lo hace me tienes a mí.



—No me importa que me escuchen hijo, esto es delicioso ay si ay si Hijo, Por favor no pares y sigue chupando, que siente me vendrá un orgasmo, ah ah sí me vengo hijo, ah sí que rico ay no puede seeer, ¡¡me estoy viniendoo!! ahhh Hijo esto es riquísimo sigue, ya me hiciste llegar una sola vez con tu lengua.



Me paré y le empecé a meter la verga poco a poco, que la fuera sintiendo.



—Ay hijo, que rica verga tienes, más grande y gruesa que la de tu padre, que bueno que ya me coges tú y el no. Metela con ganas ¡¡¡La quiero sentir adentro, que me salga por la garganta!!!



—Madre contigo es el mejor sexo que pueda tener, toma toma, ¿esto es lo que quieres, verga? pues ten verga ya me estoy dando cuenta que es lo único que te importa.



—Ay hijo es que la tienes tan rica, y me encanta que me culees y me des de nalgadas, aparte entiéndeme, tu padre me tiene desatendida.



—Bueno de ahora en adelante, ya no será así madre, siempre te tendré llena de verga si eso es lo que quieres.



Yo estaba duro y dale, se oía como mis huevos pegaban con su culo, Taz taz taz taz. Y también de las nalgadas que le daba.



—Acuéstate en la mesa por favor quiero cabalgarte.



Me acosté colocándome boca arriba, se subió a la mesa, y se dejó caer de un solo golpe.



—Ahhhhhh, sí que rico que se siente hijo, sigue por favor, no me la saques.



Nada más se oían sus gemidos y el golpe que hacia su culo cuando se enterraba toda la verga. Yo tenía miedo de que alguien nos viera, pero eran más grandes las ganas de estarme cogiendo a mi mama, en una bodega de una tienda departamental.



Y así estuvimos un rato ella arriba de mí en la mesa cada vez más rápido, mi mama gimiendo cada vez más fuerte.



—Hijo estoy llegando ah ah ah ah sí si si, que rico, no pares por favor, estoy llegando, llegando.... ah ah ah ah sí sí que rico se siente tener una verga bien adentro. Gracias hijo por dármela a mí. ¿Tú ya mero acabas?



—No madre ya casi, pero quisiera pedirte algo.



—Dime hijo, lo que quieras no puedo negarte nada.



—Que me dejes metértela por el culo, nunca lo he hecho y quisiera que tu fueras la primera.



—Ay hijo nunca lo he hecho por ahí soy virgen y me da algo de miedo, no sé, mejor para la próxima.



—No mama estoy muy excitado en serio lo quiero.



—Bueno, pero ten cuidado y despacio que es la primera vez. 



La recargué nuevamente en contra de la mesa, me hinqué otra vez, pero ahora para lamerle el culo y fuera más fácil, se lo empecé a chupar, un dedo, después dos dedos, y ya que estaba bien dilatado, estaba listo para meterle la verga. Sabía que era su primera vez, así que fui compasivo y se la fui metiendo poco a poco



—Hey no sacala me duele hijo sacala.



—Acostumbrate mama es poco a poco, tranquila después se te pasara el dolor.



Ya casi estaba toda adentro.



—No hijo por favor no la aguanto ¡sacalaaaaa! ¡entiendemee! ¡me duele por favor!



Listo, había entrado toda.



—Tranquila ya está toda adentro, solo acostumbrate, tranquila.



Después de que ya no se quejaba, empecé con el mete y saca despacio.



—woooow ¡Que rico se siente!, es lo mejor del mundo, por lo que más quieras no la saques hijo por favor, me encantaaa. La siento toda, siento que se me saldrá por la garganta, la tienes tan grande hijo, ah sí que rico hijo, dame verga me encanta la verga, sentirme llena es lo mejor —paz paz paz. Se oían de las embestidas que le daba.



—Desde ahora, solo vas a coger conmigo madre, solo serás mía de nadie más ¿entiendes? —Paz, una nalgada. Ya tenía el culo todo rojo de las nalgadas que le había dado.



—Si hijo lo que tú quieras, pero ahorita métemela por favor, por lo que más quieras no la saques, que ya casi me vengo, ah ah ah sí que rico que rico dame más por favor, más duro más duro, que rico se siente tu verga hijo, ya casi me vengo. Lléname de leche el culo por favor.



—¿Segura? 



—Siiiiiii, ya dámelos que ya me vengo, quiero saber que siente tener el culo lleno de semen. ¡Siii hijo me vengo!



—¡Yo también mama, toma toma! Ah si toma mama esto es lo que quieras.



Y terminé inundándole el culo de leche. Había sido increíble, tener sexo anal con mi mama. Se da la vuelta y empieza a mamarme la verga, limpiándomela. 



De repente volteamos a la puerta. Y la amiga de mi mama ahí con la boca abierta.



Aquí termina este relato, pero no las aventuras con mi madre. en el siguiente les explicaré que pasó con la amiga de mi mamá.



 



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Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.33
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