Fascinándole muchísimo el campo de la sicología en que hoy día es su actividad profesional y personalmente en vivo y a todo color en la espectacular y sensacional hasta simpática mujer que es Gloria Isabela Andrew Carnegie. En que atiende a todos los hombres que tienen síndrome sicológico, asimismo traumas sicológicos, además pervertidos sexuales, también loquitos fetichistas, inclusive entre nosotros enfermos mentales de alta peligrosidad, entre muchos otros problemas y episodios finalmente obviamente desequilibrados hoy día.

En una ocasión tocándole propiamente asistirle a una colega sicóloga que estaba tratando como haciéndole sicoanálisis a un prisionero de alta peligrosidad que para rematar presentaba síndrome de dominación forzando hasta sometiendo de ahí dominador; siendo su primera experiencia profesional que aceptándolo de mil maravilla y gustosa sin saber lo que le iba a deparar esa visita a la penitenciaria al visitarlo en que vestida con falda de cuero negra muy ajustada como entallada también ceñida hasta levantadora de culo y marcadora de la silueta como figura corporal de los muslos hasta vientre y piernas de Gloria Isabela Andrew Carnegie con una camisa de manga larga celeste pálida con medias negras finalmente haciendo juego primorosa y deleitada hasta fabulosamente de unas botas negras italianas de tacones altos.

Abriéndole la puerta del calabozo donde se encuentra recluido el mismo prisionero en que dejando su tableta en la mesa junto con su bolso y teléfono al extenderle la mano y estrechándosela al presentarse completamente al decirle su nombre completo y que está reemplazando por petición de su colega sicóloga en el día de hoy. Reviso sus antecedentes criminales en que empezó está carrera delictiva desde que era apenas un niño de 8 años ahora tiene 28 años que la mayoría de estos 20 años ha ido en peor y sin medida haciendo daño a su paso a todos y destrozando con mucha furia objetos y cosas en que ha desarrollado una tremenda fuerza que puede fracturar hasta romper en un 2 x 3 todos los huesos del propio esqueleto humano y mucho más.

Vamos a probar una técnica infalible de sicología moderna para calmarlo, controlarlo, encapsularlo, aliviarlo un poco, inclusive autodominio de su irá como odio póngase en mis manos profesionales que no se arrepentirá en absoluto al ponerse enteramente a mi sección sicológica le informa hasta le pide amable y dulcemente la misma Gloria Isabela Andrew Carnegie.

Sentadito en la banqueta el mismo preso por detrás de pie Gloria Isabela Andrew Carnegie, con sus dedos puestos en las propias cienes del mismo preso al darle unos masajes continuamente para relajárselo, en que va abriéndolo internamente en que hace que se modifique su comportamiento y conducta. En qué le pregunta, interroga buscando indicios importantes para su defensa sobre todo pruebas tangibles que va descubriéndole poco a poco en que no se detiene con el masaje que le está aplicándole con sus dedos en las cienes de este.

Camina hacia delante la misma Gloria Isabel Andrew Carnegie que le da masaje en los propios hombros al doblarse un poco hacía delante para mayor firmeza como sujetarlo de los propios hombros que los tiene endurecidos asimismo estresados, en que el mismo preso se le queda viéndola en que levemente le muestra ella unos movimientos de muslos como caderas en que comienza al levantarle libido a este en que le pone y le deja hasta le sujeta como le agarra con ambas manos sus muslos como glúteos hasta nalgas atrapándola y apresándole a la misma Gloria Isabel Andrew Carnegie. Qué le sonríe ya veo que estás relajándote y soltándote hasta apasionándote conmigo se nota que tienes años y años que no te viene a visitarte ni verte una mujer en que pienso que soy yo y mi colega sicóloga que te da tu cura especial al quedarse observándole con la cara hacia abajo por parte nada menos que de la misma Gloria Isabela Andrew Carnegie.

En que este se pone de pie al cargarla al entrarle a besuqueársela como manoseársela también apretársela en su culo y pegársela al cuerpazo de este entrándole a mamarle  los senos y pezones a Gloria Isabela Andrew Carnegie, que se la pone y pega contra la pared de la misma mazmorras en que le sube su falda de cuero negra que tiene ligero e hilo dental en que le entierra profunda y fuertemente el pene de este dándole fabulosamente en que se la sube y baja varias veces muy intensa en que suelta eufórica y enajenada hasta ardiente sobre todo apasionadamente bastantes prolongados jadeos igualmente gemidos consumados por parte de Gloria Isabela Andrew Carnegie.

Acostándola y doblándola de cintura en que se sujeta como agarra de las puntas de la suela de sus botas negras italianas de tacones altos al ser embestida en que sigue cogiéndola y enterrándole varias veces prolongadas el pene erecta, enorme, gigantesca, dura, parada, firme, cañonera en todo el culo de Gloria Isabela Andrew Carnegie que suelta desesperada como dolorosa de ahí apasionada como coqueteada inclusive conquistada del preso de alta peligrosidad; que la tiene apretándole y ordeñándole al jalarle al mismo tiempo varias veces de sus pezones y senos en que la tiene enculatada teniendo sexo con ella y mucho más.

Se viene este al chorrearse grandes cantidades industrializadas de bastante paja intensa, gruesa, espesa, cargada, blanca y finalmente les digo recontra candorosa que deja a la misma Gloria Isabela Andrew Carnegie muy ardiente, apasionada, colmada, alegre, feliz, excitada, zaceada y finalmente dándole su merecida y soberana hasta mentada masturbada por la mano del mismo preso en toda su vagina y rabo y clítoris dobladita varias veces al dispararse en grandes cantidades industrializadas de jugos vaginales que la pone muy sudorosa a ella y solamente a ella que dando rendida que cae encima del pecho de este para descansar coño tu eres el primero que me da el sexo como fuera una autentica prostituta las que suelen encontrarse por las calles hoy día al besarlo en su boca estás aliviado y sanado por mí por lo que acabamos de presenciar aquí solitos y juntitos tú y yo. Qué orina en presencia y frente a las propias narices de este en que se la limpia al lavarse su micha en que vuelve a ponerse hasta subirse su hilo dental al bajarse y acomodarse su falda de cuero negra en que se pone su brasier al cerrarse y abotonarse su camisa celeste pálida la misma sicóloga Gloria Isabela Andrew Carnegie al tomar su bolso con su tableta y teléfono que toca la puerta del calabozo para retirarse al despedirse de este mientras camina saliendo ella sonriéndose y pensando lo que acabo de tener encerrada con ese preso de alta peligrosidad que tanto le impacto leer su expediente y escuchar las versiones de su colega sicóloga y mucho más que le pareció dócil y mucho más hoy día para ella y solamente para ella.