Cuando tenía 22 años de edad, hice un viaje a Petén, Petén es el departamento más grande de Guatemala, está hacia el norte y es legendario, fué la cuna de la raza Maya, y allí se encuentran los sitios arqueológicos mas importantes del país, está a un poco más de 500 Kms. de la capital, por lo que es muy cansado viajar conduciendo un vehículo, por lo que tomé la decisión de hacerlo vía aerea. Un día después de mi llegada, renté un vehículo de doble tracción, para visitar ciertos sitios arqueológicos, como a las cuatro de la tarde cuando me disponía a retornar, se acercaron dos turistas Estadounidenses, a quienes había visto durante la cena en el restaurante del hotel, la noche anterior, pensaron que yo era también Estadounidense, y me hablaron en inglés, y me preguntaron que si yo iba hacia la Isla de Flores, cabecera del departamento. Me ofrecí a llevarlas y durante el camino hablamos de muchas cosas, sus nombres eran Gina la mayor, de 27 años y Victoria de 23, esa noche cenamos juntos, y salimos a caminar por las calles de la ciudad y luego fuimos a la orilla del lago Petén Itza. Quedamos en salir el día siguiente con destino a otros lugares cercanos, el sol era tremendo y el calor casi insoportable, estabamos a casi 35 grados. No llevabamos trajes de baño, y dispusimos meternos en ropa interior a bañarnos en la orilla del lago, con el agua arriba de la cintura. Para sorpresa mía, ellas se metieron al agua, Victoria con tanga y sin sostén, y Gina con un hilo dental, pero si con sostén, Gina era de un cuerpo muy bonito, pechos grandes, piernas largas torneadas, sus vellos púbicos rubios salían a traves de su ropa interior, Victoria de pechos al aire parados y puntuditos, de pezones exquisitos chicos rosados, de cuerpo muy hermoso, yo estaba con boxer pegado al cuerpo, estrecho, por lo que al excitarme de verlas, era notorio el bulto en mi calzoncillo, ellas me miraban sin disimulo, y se les notaba que estaban cachondas. salimos del agua, y ya de regreso Gina me pregunta si estaba excitado de verlas en el agua, y les dije que era normal, Victoria venía durmiendo en el asiento de atrás y Gina empezó a sobarme el pene, bajó el zipper, y saco el pene, se quedó admirada de ver el tamaño y grosor, lo volvió a meter, porque Victoria empezaba a despertarse, y solo atinó a decirme que llegaría a mi habitación por la noche, porque en la de ella no se podía porque la compartía con Victoria. En la cena Victoria se quejó que estaba rendida y que se iría a dormir, Gina le dijo que nosotros saldríamos a caminar. En lugar de ir a caminar nos encaminamos a mi habitación, y empezamos a acariciarnos, nos desvestimos y ella inmediatamente se prendió de mi polla a mamarme, lentamente la fuí acomodando para quedar en un 69, su vulva rojita, sus labios delgados y su clítoris pequeñito, fueron devorados por mis labios y mi lengua, nos venimos los dos, casi al mismo tiempo, pero seguíamos mamandonos, mi pija al poco tiempo estaba lista para penetrarla, lentamente se la fuí metiendo en un vaivén de mete saca, su vagina se iba ensanchando conforme el pene entraba, sentía delicioso, cuando resbalaba en su cavidad super humeda, ella gemía de placer, estaba a mil, y me decía que nunca imaginó tener adentro un pene tan inmenso, se subió sobre mi a cabalgar, estaba super caliente, lo hicimos de diferentes poses, al final la puse de perrito, se corrió como dos o tres veces, en su última corrida, sentí que fué más intensa y superexcitado la inundé de leche. Diez minutos después estabamos nuevamente en el trajín. Regresó a su habitación, y en el desayuno no bajó, y me dijo Victoria que estaba dormida, pero le había comentado que yo tenía una pija estupenda, y que fuéramos a mi habitación, porque ella tenía deseos de hacer el amor conmigo desde que me vió el bulto en el lago. Abrió los ojos como platos cuando vió el tamaño de mi pene, y me dijo que ella lo había hecho como cuatro veces con un novio que tuvo, y que le daba un poco de temor, que le metiera tremenda verga, empezamos con un 69 y la hice venirse, boca arriba la empezé a penetrar, se resintió un poquito, pero ya estando a la mitad, la sentí más lubricada, y empezó a tomar mi ritmo, sus ojos verdes cerrados y su boca semiabierta gimiendo de placer, con una sonrisa de placer dibujada en su rostro, se corrió como loca gritando de extasis, luego le dejé ir mis chorros de leche caliente en el fondo de su vagina apretadita y deliciosa. Ese día empezó a llover a cántaros, no se podía salir, y el vuelo de la tarde se suspendió por el mal tiempo, nos quedamos en el hotel y en la habitación de ellas cogimos los tres toda la tarde. De madrugada salimos en autobus hacia la capital de la República, nos fuimos hasta el asiento último, del Bus, la verdad es que poca gente iba en el mismo y todos estaban hasta adelante, las butacas eran altas, por lo que no se veía nada para atras, y aparte de eso las luces apagadas, y ya en el camino, Gina me bajó la bermuda, y se turnaban las dos para irme mamando, Victoria no se aguanto, y se las ingenió para sentarse de espaldas a mí y se la metió hasta el fondo y dificultosamente se la metía y sacaba, estaba super caliente y no tardó mucho en venirse, luego fué Gina, y en la misma posición se corrió, como yo na había terminado se la puso en el ano, y poco a poco se la metió, la cabo de unos minutos, dijo que ya no aguantaba que le dolía, y Victoria le dijo que quería probar por atrás y se la metió despacio, y empezó a culiar, poco tiempo después le eyaculé en su anito. En la capital se quedaron dos días más y la pasamos a lo grande.