Frente y al pie del mismo sacerdote qué está oficiando la ceremonia de casamiento de Gilbert y Helena tomados de las manos mirando atentamente cómo repitiendo cada una de las palabras dicha por el mismisimo sacerdote; al quedar oficialmente casados le dice pueden besarse. Bueno los felices esposos caminan a lo largo y ancho de la misma iglesia en donde reciben todas las felicitaciones de las participantes que se encuentran y asistieron a la boda religiosa de Gilbert y Helena.

Al pie de la entrada de la iglesia tomandose fotografias los recientes contraidos esposos, con familiares y amistades el esposo no está quieto al tocarle también manosearle hasta peñizcarle hasta nalguear superficialmente todos los culos de las amigas cómo compñaeras de trabajo de Helena hasta de las cuñadas y de su propia suegra ante las narices a la vez el culo de Helena que no sospecha el desliz hasta la infidelidad incluso el adultero de Gilbert está junto a ella a la entrada de las puertas de la misma iglesia donde recién contrajeron matrimonio la feliz pareja de esposos.