Como cada día, abro el ordenador y entro al chat, ilusionada por verte, por sentirte, por acariciar tu blanca piel a la mía, una vez más.
Sé que sólo gozar de nuestros cuerpos (aunque no podamos estar juntas en realidad), a las dos nos produce un placer tan inimaginable que cada día la complicidad de nuestras cams nos dejan exhaustas.
"ding", "ding", tu cam ya llama a la mía, -¿dónde estás?, me preguntas con tu dulce timbre de voz, me esperas semidesnuda en tu cama.
-¡qué hermosa eres Gabriela!, (te digo como cada mañana), te juro que cada día te amo, porque eres.. mi amante, mi novia cibernética.
Vas pellizcándote las aureolas de tus pechos, esos pezones pequeños que los comería uno a uno, que los envolvería en mis manos y los ablandaría, tan duros como el mármol.
Y beso tu cara, amor mío, acaricio tu pelo rubio y beso tus ojos azules como el frondoso mar. Muerdo tus labios carmesí mientras te digo que te adoro.
Sigue mi mano enloquecida de tu deseo.., recorriendo tu cuello, te lo beso, te lo mordisqueo y mientras, tu te acaricias tus pechos.
Imaginamos estar las dos juntas en nuestra cama, y me llevas la mano a tus pechos
-¡qué ricos son mi Gabriela (te digo con voz torpe y enamorada)
-qué mojadita me tienes, me vuelves loca amor, (respondes)..
Así recorro tus pechos y mientras.., mi mano se desliza por mi pecho. Es tu mano la que la lleva semiinconscientemente. Es tu delicado cuerpo ya mojadito, tus dulces besos, nuestro deseo de hacer el amor un día más, una mañana más.
Mi mano y mi cara se deslizan por todo tu tronco hasta llegar a ese punto que solo tú y yo sabemos-
-Hazme el amor, -me dices y mi cara y mis manos te cogen y te traen hacia mí-.
-Te comeré entera, reina mía, te juro que te amo, -te respondo-.
Y llevas tu mano nerviosa hacia abajo de tus caderas. Cojes ese consolador de tu mesilla, y, suavemente lo vas introduciendo en tu vagina humedecida.
Con tus dedos vas abriendo la cavidad de tu concha para ofrecerme el manjar de tus jugos. Para ofrecerme, vida mía, tu rubio sexo.
Mi mano, enloquecida, se desliza hacia abajo de mi cuerpo, hacia mi concha y te vuelve loca de placer el contoneo de mis lindas caderas.
El masajeo de mis dedos enfermos de tanto gozo dentro de tu sexo, y tú tumbada en tu cama soñando poner tu cabeza y tu boca dentro del mío, y las dos soñamos e imaginamos ese 69 como cada día, como cada mañana.
-Ven, amor déjame sentirte.
-Llévame a la bañera, -me dices nerviosa-.
Y te cojo en brazos y te llevo a la bañera, a nuestro baño de espuma. Llenamos la bañera, te transportas a mí, hasta mí. Y nos zambullimos en ella. Tú sentada y yo de pie. Llevas hacia tí fuertemente mis piernas, las llevas a la altura de tu cara.
-mmmmmm, wow..., qué rico, dejo salir entre alientos de mi boca que besa tu boca y lame todo tu cuerpo.
-sigue, sigue así..., me suplicas mientras tu lengua carnosa atraviesa toda mi concha.
Me tumbo a tu lado y nos comemos completamente nuestros sexos, nuestros cuerpos, nuestros pechos.., tapados con nuestras manos.
Y acabamos amor, como cada día, como cada mañana con la complicidad de nuestras cámaras, jugando con nuestros cuerpos desnudos en nuestra cama.
Ya, extasiada, saco un cigarro de la cómoda, y lo fumamos a medias, entre besos. Es el regalo más bonito de Navidad. De cada día, de cada mañana...
tu cuento me gusto mucho.Si es verdad se que algun dia conseguireis estar juntas y el amor triunfara. Con todo mi cariño y todo mi amor LORENA