Hola mi nombre es al, mi relato ocurrió en una finca de mi amiga ma, la cual acompañe un día al cultivo de fresas, ayudarle a recoger fresas, pues siempre me había llamado la atención lo del cultivote fresas, como son, como se cogen las fresas etc, bueno estamos en el cultivo ayudándole estaba agachado recogiendo las fresas, cuando ma se agacho frente a mi, no lo podía creer observe como se movían sus grandes senos al moverse al buscar la fresa, mi cuerpo temblaba, pues ma es una trigueña de 1.63 de altura, unos labios carnosos y rojos, cabello café oscuro, ojos café oscuro, unas tetas grandes hermosas, una cadera bien formada, mejor dicho esta muy buena, al ver sus senos no pude y me quede como congelado, ella me miro y sonrío, pues sabia que ella me gustaba mucho , yo soy trigueño de 1.68 de altura, ma me dice que tengo una sonrisa muy bonita, unos labios atractivos, que mejor dicho que soy atractivo, al verme ahí congelado se acerco y me dijo al oído, “te gustan, pueden ser tuyas si te atreves”, no lo podía creer , luego me dijo , “ despachare a los trabajadores mas temprano, te parece”, solo le dije si con la cabeza , ya que había quedado completamente mudo, mi pene estaba que dañaba el blue jean que llevaba puesto, mas tarde como 30 minutos después, me dijo “llevemos estas fresas al patio”, ahí es donde se descarga las fresas y luego se escogen las mejores, y cuales sirven para semilla, etc, alcance mi canasto y lo lleve mirando eso si como sus nalgas se movían frente a mi, guauuu, de los pensarlo que si me atrevía podía ser mío, cuando llegamos al patio, esparcí mis fresas en el, lo mismo hacia ma con sus fresas, se acerco a mi oído y me dijo “sabes ya estamos solos”, me pare frente a ella y sin pensarlo empecé a besarla apasionadamente, ella sentía mi bulto como quería poseerla, hacerla mía, en esos momentos no pensé nada que no fuera darle pasión a mi amiga ma, acaricia sus nalgas , sus senos que estaban duros con ganas de ser chupados, ma me quito la camisa de un solo paso, yo mientras cogía su blusa y se la quitaba dejando al aire sus pezones erectos , no lo podía creer eran hermosos grandes , empecé como un loco a chupárselos , ella me agarraba con sus manos hacia ella, y gritaba “siempre lo había deseado”, eso hizo que me pusiera mas apasionado, mi mano buscaba el botón de su blue Jean , desesperado, pues quería acariciarla, hasta que logre desabrocharlo y se lo baje de una, tenia unas tanguitas negras pequeñas, le di la vuelta y me arrodille empecé a besar sus nalgas y a bajarle sus tanguitas en cuestión de un minuto estaba ahí mi amiga ma completamente desnuda, la tumbe sobre las fresas maduras y empecé a besarla por todo su cuerpo, baje y busque su clítoris que estaba empapado de sus jugos vaginales, mi lengua estaba inquieta por hacerle sentir un orgasmo espectacular, subía y bajaba mi lengua a una velocidad increíble, creo que era por sentir sus jugos, su olor , ella se movía en el patio como poseída, hasta que grito y me dijo que nunca había tenido uno así, que era único gracias a mi lengua inquieta, me pare y ella bajo mi blue Jean y mis bóxer, para tener en sus manos mi pene, que a esa hora estaba muy mojado y duro, me decía , “siempre soñada con este momento, te lo voy a mamar como nunca te lo han hecho”, eso me hizo que mi pene se pusiera aun mas duro, se lo llevo a su boca y empezó a chuparlo, guau tenia razón nadie me había hecho, sentir esas cosquillas en el estomago cuando se lo sacaba y se lo metía en su boca, luego con su mano derecha agarro una fresa madura la empuño y me la hecho en todo el pene, me miraba a los ojos, mientras me masturbaba , luego su lengua empezó a limpiar mi pene de fresa, guauuu, después de haberlo limpiado, se paro y me dijo quiero sentirlo adentro de mi, se voltio y la agarre de sus caderas y me acerque y de un solo empuje estaba adentro, me movía como un toro, mis testículos sonaban cada vez que la embestía, ella gemía de placer, después de un rato así, me dijo que quería hacerlo en el suelo, ella se tumbo y me acosté encima de ella, embistiéndola de nuevo , ma me arañaba la espalda y llegamos a un orgasmo múltiple, mi leche llenaba su vagina, nos abrasamos y nos dimos un beso inigualable, a partir de ahí cada vez que la veo, la abrazo y le susurro al oído, “Hola mi fresa salvaje”