~~No sé en que pensaba esa noche, pero sé lo que deseaba, más de un mes sin tener algo real dentro de mí. Fui con mis amigas a un antro a baliar, yo iba en rigurosa minifalda negra y top rosa, sin nada debajo, ni sujetador ni bragas, me recargue un poco en la barra y pedí un wiskey, sentía una mirada, así que voltee y ahí estaba un chiquito papá, de 1.80 de estatura, fuerte, con unos ojos claros divinos que se clavaron en mi culo de una forma indiscreta, me voltee para que dejara de mirarme, pero su mirada ahora ya estaba sobre mis senos, me sentía deseada y eso hizo que me excitara, mis pezones erectos se notaban a través del top y el tipo no quitaba su mirada de ellos. Fue en ese momento cuando lo único que pasaba por mi mente era SEXO no me importaba ya que fuera un extraño, sólo quería que me follara. Me acerque a él con mi vaso en la mano y le salude, le dije que note que me veía demasiado, me preguntó si me molestaba y le respondí que no, al contrario si le gustaba hacerlo y se sentía cómodo podía seguir haciéndolo. Dijo que era muy amable de mi parte, tome un hielo de mi vaso y empecé a recorrer mi cuerpo con el hielo, por encima de la ropa, podía notar como el bulto de su pantalón crecía poco a poco y dijo: tu has hecho algo para que me sintiera cómodo, me toca corresponderte, siéntate conmigo y te invitare los tragos. Me acerque a él y me senté sobre sus piernas, dijo que había más y le dije que ahí estaba más cómoda, baje el cierre de su pantalón y su verga salio de su prisión rápidamente, el traba de cubrirse, sabía que alguien lo podía ver, pero aproveche la dureza de ese miembro y la comodidad de mi vestimenta y me levante un poco, acomodé su tranca en mi cuevita y me deje caer sobre ella, me quede quieta ahí, sentada sobre esa tranca durante un rato, tenia tiempo sin disfrutar y no iba a permitir que acabara tan pronto, además estábamos en un lugar público, podían sacarnos en el mejor de los casos así que preferí no arriesgar y sólo, ocasionalmente movía un poco la cadera, como para acomodarme mejor, en eso, puso su chamarra frente a mi y metió su mano bajo mi top, tenía uno de mis pezones preso en su mano, los apretaba, lo acariciaba, jugaba con él, no aguante más y mi vine, no se si fueron mis contracciones pélvicas o mis líquido bañando su pene, pero dijo que estaba a punto de terminar, así que le dije que podía hacerlo porque tomo la píldora, así que se descargo completo dentro de mi, después, con cuidado me limpio con una servilleta y luego él. Guardo su verga en el pantalón y yo abordé un taxi y me fui a casa feliz. Nunca me lo volví a encontrar en ese antro, no sé como se llama, ni cuántos años tiene, sólo sé que era muy guapo, muy atractivo y varonil, y que tenia unos huevos que producían leche al por mayor, es lo único que sé, y si lo volviera a encontrar, no perdería mi tiempo preguntándole su nombre, sólo espero llevar de nuevo minifalda sin bragas.