~~Retoma mi relato
anterior "Así se inició todo con Selene" Bueno,
escribo para aquellos que hallan leído la historia anterior
y quieran saber que pasó después y para los que no la
hayan leído les recomiendo que lo hagan aunque no es requisito
para disfrutar de este escrito. Después de un
minuto silencioso mi pene empezó a regañar su firmeza,
ella lo notó. Pero antes de que el deseo me controlara decidí
poner claras las cosas. "Tenemos que hablar" dije intentando
sonar serio. "Sí" respondió y prosiguió
"pero. ¿tiene que ser ahora mismo?" al tiempo que
levantaba su delicioso trasero en el aire y lo meneaba coquetamente.
"Obviamente no. " respondí.
Me levanté apresuradamente de la cama para buscar un segundo
condón en mi cartera mientras ella seguía en cuatro
puntos, con las piernas separadas e inclinada hacia adelante, meciendo
su firmísimo trasero, exponiendo su centro de placer.
Tuve suerte aun estaba ahí un viejo condón que no había
sacado en mucho tiempo y aunque no se veía en excelente estado
la calentura me impidió pensar en desecharlo siquiera. Me enfundé
el miembro y me dirigí a la cama. Para cuando llegué
ella ya estaba acariciándose el clítoris con una mano
y yo no pude resistir la tentación de probar su exquisita vulva
otra vez. Me acerqué decidida mente y pasé mi lengua
entre sus labios mayores sin más aviso, ella soltó un
suspiro y sin dejar de masturbarse empezó a mecer su cadera
con mayor cadencia. Yo seguía lamiendo ese delicioso coño
y empecé a penetrarlo con mi lengua. La sensación de
su vagina alrededor de mi lengua era inigualable y ella se mojaba
cada vez más mientras yo probaba su dulce jugo. Saciado empecé
a besar sus nalgas e ir subiendo mientras rozaba mi cuerpo contra
el suyo. Seguí besándole la espalda y llegué
al cuello al tiempo que mi pene estaba ya rozando su vulva.
Ella hacía un movimiento sugerente invitándome sin palabras
a penetrarla, no dejaba de masturbarse y se acercaba poco a poco a
su orgasmo, su respiración la delataba.
Sin esperar más empujé con suavidad mi pene entre sus
labios mayores y ella instintivamente levantó más el
trasero provocando que entrara todo el glande en su vagina. Con una
mano me sostenía y con la otra empecé a sobar, con cierta
dificultad, sus blandos y enormes senos.
Sin esperar seguí deslizándome en su lubricado canal
mientras ella gemía y al llegar a la mitad percibí a
la perfección su punto g que en esta posición quedaba
a merced de las frotaciones de mi pene. Cesé de sobar sus pechos
por lo incómodo de la posición y me concentré
en avanzar y retroceder hasta ese punto empeñándome
en frotar la protuberancia con mi miembro. Ella respondió de
inmediato con gemidos de aprobación e impulsando su culo para
que la penetrara más a fondo. Finalmente mi pelvis se junto
con sus nalgas y mis testículos golpearon contra sus dedos,
que seguían frotando su clítoris con desesperación.
Entonces empecé a mecerme con más vigor empujando todas
las veces lo más profundo posible (que no es tanto en esta
posición), sintiendo como sus nalgas se aplastaban contra mi
pubis en cada empellón.
En este punto ella retiró sus dedos satisfecha con la estimulación
que brindaba a su clítoris el golpeteo de mis testículos
cada vez que me empalmaba con ella. También colocó una
almohada debajo de su abdomen para descansar de la tensión
de la posición.
Entre la fuerza que yo imprimía al movimiento y la manera que
ella lo correspondía sabía que ya no iba a durar mucho.
Para mi mayor regocijo ella empezó a venirse antes que yo llegara
al punto de inevitabilidad, en un orgasmo que empezó poco a
poco a subir de intensidad. Ella gemía extasiada y yo no dejaba
de bombear su vagina que con sus espasmos cada vez más continuos
y fuertes me acercaba inevitablemente al orgasmo.
Un par de segundos después empecé a sentir la agradable
sensación de inevitabilidad y sin dejar de moverme empecé
a eyacular viviendo uno de los orgasmos mas intensos de mi vida. Una,
dos, tres relatos fluían desde mis entrañas mientras
ella, que aún no terminaba su clímax, seguía
gimiendo. Después de la sexta o séptima expulsión
empecé a empujarme más profundo pero más lento
y ella dejo de moverse poco a poco también.
Deje recargar un poco más de mi peso en ella juntando mi pecho
con su espalda y respirando en su nuca, mientras nuestros sexos desaceleraban
sus palpitaciones muy poco a poco.
La piel de su rostro estaba humedecida mientras que mi frente ya condensaba
algunas gotas de sudor. Besé su oreja y ella tembló
en un escalofrío. Retiré mi pene aún erecto de
su vagina y de inmediato empezó a perder firmeza.
Me giré quedando boca arriba y ella se movió hasta descansar
su cabeza en mi pecho. Yo la abracé. ¿Qué
estamos haciendo? dijo un minuto después. Suspiré.
Ella volteó a verme. Nunca pensé en ti así,
nunca me pasó por la mente, pero Hizo una pausa
mientras desviaba su vista. No se ahora me parece tan
natural concluyó y se volvió a recostar en mí
esta vez dejando su cabeza cerca de mi cuello y sus senos presionados
sobre mí abrazándome francamente.
Yo no podía hablar. Mi cuerpo agotadísimo dejaba fluir
mi mente hacia millones de pensamientos simultáneos y todos
confluían en esta preciosa niña que había sido
mi amiga por tantos años y que ahora se había entregado
libremente al pacer de unir nuestros cuerpos. Ella tenía razón
todo se sentía tan natural como si debiera haber sido así
siempre. Yo sabía su vida y ella la mía, habíamos
sido confidentes por tanto tiempo que no había ningún
secreto entre nosotros. Y ahora compartíamos un sexo inimaginablemente
placentero, la única barrera que había entre nosotros
había caído. Y pensar que todo había se destapó
por una borrachera monumental de la cual a menos de una hora había
desparecido.
Todas las noches desvelados hablando por teléfono, todas las
veces que habíamos llorado en el hombro del otro. Todo
Oye interrumpió Selene mis cavilaciones mirándome
con una cara angustiada. Selene, te amo dije impulsivamente
y la besé. Te amo y no puedo dejarte ir ahora que te
tengo .
Ella sonrió con sus angustias disipadas por mis palabras y
platicamos mucho esa noche, quisimos tener sexo una vez más
pero la provisión de condones se había agotado y se
acercaba el amanecer.
Nos bañamos en el baño de su cuarto y bajamos a ver
en que había quedado la fiesta. Todavía sonaba el aparato
de audio pero ya sólo quedaban cinco amigos totalmente perdidos
en el limbo. Dispersos en el piso y los sillones.
Empezamos a despertarlos cuando salió el sol y los mandamos
a bañar a los tres baños que tenían regadera
y después los mandamos a sus casas entaxi porque seguían
en mal estado. Levantamos todo como en muchas otras ocasiones lo habíamos
hecho, pero esta vez besándonos constantemente intercambiando
miradas y sonrisas sin palabras, todo era igual pero tan diferente.
Después llegaron sus papás a la casa con regalos para
ella.
En la siguiente semana que fue de vacaciones tuvimos sexo dos o tres
veces cada día, nos gozábamos increíblemente,
les dijimos a todos nuestros amigos que eramos novios oficiales, todo
tan perfecto Sus papás trabajaban así que teníamos
la casa para nosotros casi todo el día. Por mi parte tuve que
comprar muchas cajas de condones porque se iban rapidísimo.
Después decidió ponerse un implante anticonceptivo subcutáneo
de los que duran tres meses. Seguimos usando condones por una semana,
ambos éramos estudiantes y no queríamos correr riesgos
Pero el día que decidimos hacerlo sin condón todo fue
increíble. Yo sólo había tenido sexo sin condón
mi primera vez a los 15 años y todo fue tan estrepitoso que
ni siquiera lo disfruté bien me vine rapidísimo y tuve
que salirme y bueno eso es otra historia no muy agradable de
contar.
Ese día faltamos a la escuela y nos fuimos a desayunar juntos,
como a las 10am llegamos a su casa y nos fuimos directo a su cuarto.
Nos empezamos a desnudar mientras nos besábamos.
Desabotoné su blusa azul que se estiraba por la presión
de sus preciosos y grandes senos. Ella me quitó la playera
y los pantalones mientras bajaba besándome las piernas al final
me jalo hacia abajo el boxer y mi pene que ya estaba más que
listo quedó frente a su cara.
Ella empezó a lamerlo como una paleta mientras me volteaba
a ver con sus grandes ojos y una mirada de niña inocente
que ella sabía que me ponía como toro enfurecido. Se
levantó rozando a propósito su repleto brassiere (sostén)
de encaje contra mi pene y se volteó, recargándose en
la pared para que lo desabrochara.
Al hacerlo sus senos bajaron un par de centímetros formando
un pequeño plieguecillo, minúsculo para el volumen de
aquellas suaves masas. Ella bajó los brazos para poder dejar
caer el sostén y se volvió a recargar en la pared alzando
el firmísimo trasero.
Me acerqué a ella y envolviéndola con mis brazos empecé
a deslizar mis manos sobre sus deliciosas masas. Sin apretarlas seguí
bajando con un sensual movimiento por su blando (que no abultado)
abdomen hasta su pequeña y marcada cintura.
La jalé hacia mí y su trasero envuelto en un pantalón
de vestir negro, ajustado, se frotó contra mi excitado miembro.
Entonces desabroché su pantalón y lo deslicé
hacia abajo para descubrir una blanca tanga metida entre sus firmes
y parados glúteos.
Bajé la tanga haciéndola rollito y viendo como salía
de entre esas dos exquisitas piezas de carne. Al fin desnudos y con
ella en esa posición me agaché y empecé a besarla
en el interior de los muslos uno a uno. Ella no podía evitar
el separar sus piernas un poco más tratando de darme mejor
acceso a su sexo. Pero yo sólo me acercaba y dejaba salir mi
aliento caliente sobre su vulva para después volver a bajar
besando el interior de sus muslos. Ella estaba cada vez más
ansiosa y su vulva empezaba a humectarse.
La tercera vez que llegué volví a soplar mi aliento
y fingí que me retiraba de nuevo para regresar sorpresivamente
con mi lengua a lamer sus labios vaginales ella gimió de placer
y yo disfrutaba de su sabor. La seguí lamiendo hasta dejarla
suficientemente húmeda y entonces subí y tomándola
de los pechos –que se desbordaban de mis manos empecé
a deslizar mi pene dentro de ella.
La sensación fue increíble. Sentí como se resbalaba
mi pene mojándose en sus fluidos vaginales. Sentí su
vagina más caliente que nunca. El condón había
evitado que tuviera esta deliciosísima sensación.
Cada centímetro que entraba era cien por ciento más
placentero sin condón. La penetre muy lentamente gozando cada
momento de esta nueva sensación. Salí y entré
en ella cinco o seis veces gozando cada segundo, lentamente. Pero
la posición aunque muy sexy y excitante era bastante incómoda.
Especialmente porque ella mide 1.50m y yo casi 1.80m y me tenía
que agachar mucho.
Entonces me retiré y la guié hacia la cama. Me
toca arriba dijo con un tono curioso. Uh, sabes que
no me quejo contesté sonriente y me acosté con
la espalda en la cama.
Ella se subió a la cama girándose par quedar en posición
de 69, yo empecé a hacer mi trabajo en su sexo y ella comenzó
a su vez a lamer mi pene pero le disgustó un poco probar su
propio sabor y decidió cesar de su empeño y montarse
de inmediato. Se sentó a horcajadas sobre mí y guiando
mi miembro con su mano lo puso en justo en la entrada de su vagina
y empezó a deslizarse hacia atrás de manera más
o menos rápida. En un instante estábamos juntando nuestras
pelvis. Ella no dejaba de mirarme a los ojos durante todo el movimiento.
Empezó a frotar su sexo contra el mío en un vaivén
rápido y corto hacia arriba y abajo y yo estaba embelezado
con sus pechos que se mecían frente a mi cara y ahora tenía
totalmente a mi disposición.
Empecé a amasarlos mientras ella se daba placer luego empecé
a lamerlos. Al liberar mis manos tomé la agarré de las
nalgas y empecé a bombear más fuerte cada vez, pero
a su ritmo. No dejaba de lamer sus pezones y empecé a mordisquearlos.
Todas las sensaciones se acentuaban por el calor y la humedad que
mi pene sentía dentro de esa deliciosa vagina. Mi cara se sumergía
entre esos blandos pechos y yo estaba totalmente en el cielo.
Empecé a sentir como se calentaba aún más esa
exquisita cavidad que me envolvía y de pronto todo se fue a
blancos, llegó la inevitabilidad eyaculatoria y me perdí
en la sensación de mi pene derramando semen dentro de esa preciosa
mujer.
Uno tras otro venían los espasmo, estaba llenando sus entrañas
con mi caliente esperma y eso era algo que no podía resistir.
Ella seguía frenética cada vez más cerca de su
orgasmo, mientras yo seguía expulsando semen como nunca en
mi vida.
Ella empezó a venirse cuando mi orgasmo estaba terminando y
su vagina parecía exprimirme hasta la última gota del
vital fluido. Ella gimió fuertemente y yo empecé a sentir
como mi semen escurría hacia fuera de ella deslizándose
en gotas sobre mis testículos.
Ella se seguía moviendo disfrutando del punto máximo
de su clímax y yo empecé a tener una extraña
sensación, algo que me unía más a ella. Terminó
su orgasmo y se dejó caer sobre mí su vagina aún
pulsando mientras que mi pene ya casi completamente desinflado.
Volteamos avernos de nuevo y nos dimos el más tierno de los
besos. Parecía que ella estaba leyéndome. Sentía
nacer al igual que yo ese deseo de procrear un hijo. No era el momento,
ni la circunstancia. Pero ese era el momento de descubrir que nuestras
vidas estarían unidas más allá del el sexo y
que el amor había penetrado hasta lo más profundo de
nuestras almas.
En ese instante descubrimos que nuestros destinos estaban atados y
no nos pudimos sentir más felices al respecto.
Pasó algo de tiempo y aquellos implantes tuvieron efectos inesperados
Selene paso de ser 34D a 36DD en poco mas de un mes y medio. Ganó
cerca de cuatro kilos de peso, que por cierto no se le vieron nada
mal pues acentuó un poco más sus curvas aunque si le
creció algo de pancita (barriga, abdomen) y creció
cerca de tres centímetros de estatura en los siguientes 6 meses.
¡Ja, creció a los 22 años¡ Ahora seis meses
después todo ya se estabilizó, no ha bajado de peso
pero tampoco ha subido y yo esto mas que feliz con el aumento. Ahora
a sus 23 años definitivamente ya dejo de crecer aunque siga
usando los implantes anticonceptivos y gozamos de nuestra vida sexual
a plenitud. Desde hace dos meses que vivimos juntos, yo ya acabé
mi carrera y estoy trabajando y a ella la siguen apoyando sus papás
porque está apunto de graduarse. Por cierto nos casaremos en
6 meses más. Y bueno luego les platico más experiencias
que hemos vivido y viviremos. Disfruten.
Nota: Si bien hay métodos anticonceptivos efectivísimos
como los implantes, inyecciones, vasectomía y otros, el condón
es el único medio efectivo para la prevención de las
ETS como el SIDA. Cada quién su vida y su rollo pero yo recomiendo
ampliamente no tener relaciones sexuales sin condón a menos
que se tenga una pareja estable y que los dos estén seguros
de no estar infectados. Recuerden que las relaciones sexuales no son
la única forma de transmitir el SIDA también están
las transfusiones de sangre, inyecciones con jeringas usadas, etc.
Por eso no es vergonzoso hacerse pruebas con su pareja antes de tener
relaciones sin condón. Gracias por leerme. Suerte y gocen del
sexo.